viernes, 21 de junio de 2013

EL PLACER DE SERVIR Por Gabriela Mistral

Toda naturaleza es un anhelo de servicio.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú. Sé el que apartó la piedra del camino, el odio entre los corazones y la dificultad del problema. Hay la alegría de ser sano, justo; pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
¡Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender!
Que no te llamen solamente los trabajos fáciles. ¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con  los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios: adornar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña. Aquél es el que critica, éste el que destruye; se tú el que sirve.
El servir no es faena sólo de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así: El que sirve. Y tiene sus ojos fijos en  nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?

2 comentarios:

  1. es el poema que e leído esta bien depelos me gusto gracias por su apoyo suscriptores gracias asi los jóvenes no se insultaran

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  2. La educación empieza por casa decía mi madre. quien quiera cultivarse puede hacerlo con toda libertad.

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