sábado, 10 de agosto de 2013

ACABAR CON EL TRABAJO Y FOMENTAR EL OSIO - Por César Bruto

"Siempre colocamos la regadera
lejos de los malvones".
Lupercio

A mí no me gusta meterme en vidas agenas y sienpre respeto las ideas de los otros, pero si usté un día llega al gobiernO yo le aconsejo que haga todo lo que pueda para acabar con el trabajo humano, ques una de las plagas y visios mas asquerosos y mortales que aplastan a la huma-nidá desde las oscuras noches de la prehistoria para no ir mas lejos. Cómo será de horrible ese visio, vea, que cuando alguien trabaja enseguida se conpara con animales, y a cada rato usté encuentra tipos que se quejan disiendo: "Estuve sinchando como un buey! " O se lamentan a gritos: " ¡Me hisieron tirar como un burrO! " O se desesperan esclamando: " ¡Estuve sudando como un caballO! " O sea que todas esas quejas demuestran quel trabajo no es un plaser, sino un castigo; y si el trabajo es un castigo, el trabajo no Ir puede gustar a nadies, salvo que sea un masorquistA. . . ¡Y si un tipo se masorquea, que se masorquee él solo, pero que no venga a haser nusorquismo con nosotros!
La rabia que da es que a todos nos enganiaron desde chicos disiéndonos quel trabajo es lindo, quel trabajo es alegre, quel trabajo da salú. . . ¡Y esa es una brutA mentira, porque casi sienpre .ilras del trabajo viene el cansansio, y atrás del  ansansio la debilidá, y atrás de la debilidá la talla denerjía, y cuando viene la falta denerjía se produse la desmoralisasion de la persona! ... Y no es que lo diga yo, que no soy nadies: si usté entra en una ofisina no ve mas que tipos llenos dr preocupasión y con el seño frunsido; y si entra en una fábrica verá que todos los obreros tienen la misma preocupación y el mismo frunsimiento en el mismo sitio. . .  ¡Y los patrones les gritan a los capatases, y los capatases les gritan a los obreros, y los obreros les gritan a los delegados de los sindicatos, y los delegados de los sindicatos  declaran  sendas  huelgas!    Lo cual quiere desir, a ojo de cubetero que las huelgas y las broncas vienen porque la jente trabaja. . . ¡y en canbio  si la jente  se  quedara en  su casa descansando se acabarían los problemas y todos estarían felises y contentos!
A lo mejor usté es un retrógrado mental y piensa para sus adentros que yo estoy equivocado, porque todos tenemos que trabajar para comer. . . ¡Y esa es otra idea falsa, apócrifa y mentirosa por donde la mire! Por lo pronto, no es sierto que sea necesario trabajar para comer, porque yo conosco miles de tipos que comen y no trabajan ¡y presisamente los que menos trabajan son los que mas comen! ... Y otro enfoque equivocado consiste en desir que usté para comer tiene que trabajar, o sea que es a la inversa: ¡por culpa del trabajo es que a usté le viene el hanbre! En canbio, si usté se queda quieto, su cuerpo no tiene desgaste; y si su cuerpo no tiene desgaste, su cuerpo no presisa calorías, y si su cuerpo no presisa calorías, su cuerpo no presisa comer; y si su cuerpo no presisa comer. . . ¿me quiere desir para qué tiene que sacrificarse trabajando?
Ademas ¿quiere que le diga otra cosa que a usté le va a poner los pelos de punta, si es que tiene pelos y sino pasiensia? ¡Todo el mundO se enloquese trabajando y produsiendo a rajasincha, y nadie ni nadies aprovecha lo que produse o sea que trabaja al cuete! . .. Dígame una cosa: cuando usté piensa en noruegA ¿qués lo primero que piensa de noruegA? Lo primero que le viene a la cabesa es el bacaladO, y lójicamente piensa que los noruegos se dan unos atracones de bacaladO hasta que se les sale por las orejas. . . ¡Pero no! El bacaladO noruego es para esportar al estrangero, y a los noruegos que los pescan no les queda ni la cola! Y el caviar ruso es tremendamente esquisito. . . ¡pero para que un ruso coma caviar presisa reseta médica! Y los quesos de holandA son fenómenos ¡pero los holandeses tienen que ir al puerto si quieren oler sus quesos cuando se los llevan a otros paises! Y el güiski escosés es recontrafamoso en todo el mundO ¡pero en escosiA toman berreta! y ademas los escoseS ni siquiera pueden esconder un frasco abajo de la ropa, porque los tipos usan polleras cortas, y usando polleras cortas es fásil que se les vean las botellas. . .
En serio se lo digo: todo el mundO produse cosas ricas, pero casi nadies las aprovecha: la langosta chilenA es una locura, pero el chileno sólo conose una langosta: la que vuela; y la naranja paraguayA es presiosa ¡pero hay paraguayos que a sus naranjas no les ven ni el onbligo! Y el brasiL manda cargamentos de fruta a todas partes ¡pero hay brasileros que no saben ni como se pela una banana! Y si un polaco quiere tomar vodkA tiene que ir a itaÜA, y si un italiano quiere tomar vino quianti tiene que irlo a pedir a suisA, y si un suiso quiere un reloj tiene que ir al japóN, y si un japonés quiere una radio japonesa tiene que venir a larjen-tina! . . .
Incluso, ¿quiere que le diga otra cosa? Hay gobernantes quen vez de invitar a la jente a que descanse y viba tranquila, los insitan a deslomarse trabajando con la ilusión de quel trabajador de haora vibe mejor quel trabajador de antes. . . ¡Y esa es otra mentira estruendosa, porque el honbre de haora en vez de trabajar menos trabaja mucho mas quel hombre de antes! Fíjese quel honbre antiguo trabajaba de sol a sol, o sea que cuando salía el sol el tipc cachaba la herramienta, y cuando se ponía el sol el tipo tiraba la herramienta y que trabage aureliO; pero un día el honbre pensó para sus adentros: " ¿Por qué tengo que trabajar de sol a sol, si yo puedo trabajar menos?" ¡Y tras cartón luchó y luchó hasta conseguir la jornada de 8 horas, o sea 48 horas semanales! Pero al poco tiempo se le volvió a frunsir el entresejo, y dijo: "¿Y por qué voy a trabajar el sábado todo el día? ¡O me dan sábado inglés, o no trabajo nada! "Ya fuersa dentusiasmo, dinamismo y tronpadas el honbre consiguió sábado inglés, 44 horas semanales, vacasiones pagas, aguinaldo, salario familiar obligatorio, jubilasión, descanso por maternidá. . . Bueno: no para él la maternidá sino para su seniora, naturalmente. . . ¿Y sabe usté cuál fue el resultado de todo esto? Vea, no le miento: uno de los linotipistas que conpuso este libro es amigo mío, vibe en mataderos, se levanta a las 6 de la maniana y trabaja hasta las 12 en una inprentA; después va a otro sitio y labura de 2 a 8 de la noche, y después de las 8 corre a laburar de mosO en un cafetín hasta la una de la maniana. . . Y todavía de yapa aprovecha los sábados, domingos y feriados para haser horas estras, o haser changas, o haser mudansas o haser lo que le cante la miseria. . . En una palabra: ¡aquel honbre de lantigüedá que trabajaba de sol a sol era un piola bárbaro conparado con el honbre de haora que trabaja de sol a sol y de luna a luna, y sienpre está buscando otro trabajo porque no le alcansa la guita! O sea que yo entonces pienso lo siguiente: si trabajando poco, la plata no alcansa, y trabajando mucho tanpoco alcansa la plata. . . ¡No trabagemos nada de nada, y por lo menos no nos cansamos, ni nos hasemos mala sangre, ni nos ronpemos la ropa!

Del libro: “Consejo para Futuros Gobernantes”, Ed. Centro editor de América Latina

Diferencia entre guerra y crimen

El general Lavalle, jefe de frontera, destacó un pelotón de soldados, al mando de un oficial, en persecución de una partida de indios.
El oficial le preguntó si sólo debía hacer prisioneros a sus perseguidos, o si, en todo caso, debía ultimarlos. Y Lavalle contestó con esta frase, bien suya, en que está como retratado:
- ¡Mátelos para tomarlos, pero no los tome para matarlos!

Santiago de Liniers, Conde de Buenos Aires. - Por Por Paul Groussac

“Con buena sombra y simpatía evidente por la protagonista, refiere el mayor Gillespie un episodio en que fueron testigos él y cinco o seis compañeros de armas, la noche misma de su entrada triunfal en la ciudad. Para rehacerse de tanta penuria reciente, habían ido a comer a la célebre fonda “Los tres reyes”, situada como todo el mundo sabe, en la calle de Santo Cristo, 25 de mayo. Tocóles sentarse en la misma mesa que algunos oficiales españoles y un señor Barreda, criollo letrado, que amablemente les servía de intérprete. Mezquina era la cena huevos y tocino-, como que los mercados no se abastecían desde la antevíspera; pero alegraba la vista una arrogante muchacha, hija del mesonero, que ayudaba al servicio. El excelente mayor, recién llegado del Cabo, con setenta días de travesía, observaba a la joven con vivísimo interés. No tardó en sospechar que algo muy grave pasaba en ella: su ceño airado, sus encendidas mejillas y ojos centellantes eran indicio de una tempestad interior. El narrador confiesa que se sentía desazonado de buena fe, ignorando sobre quién descargaría la tormenta. Al fin estalló. Cuadrándose de repente delante de los pobres milicianos, la hija de los Tres Reyes espetóles esta arenga desnuda de artificio: “Caballeros, debieran avisarnos de antemano que era su intención cobarde entregar a Buenos Aires; pues por mi vida que a saberlo nosotras, las mujeres, hubiéramos salido a la calle y echado a pedradas a esos ingleses…”

Episodio en la fonda de “Los tres reyes”, contado por  Gillespie

Se reverencia… pero no se cumple

Porque nuestra voluntad es que la nuestra justicia florezca, y aquella no sea contrariada, establecemos, que si en nuestras cartas mandáramos algunas cosas en prejuicio de partes, que sean contra ley o fuero o derecho, que la tal carta sea obedecida y no cumplida.

 (Citada por Zorraquín Becú en “El sistema político indiano”  Revista del Instituto del Derecho Nº 6  1954)

Fórmula de un requerimiento (cedulario de Diego de Encinas. Ed. Cultura hispánica, tomo 4 Pág. 226.

... (si se reconocieren vasallos de la Corona) sus Altezas y yo en su nombre, os recibirán con todo amor y caridad y os dejarán vuestras mujeres, hijos y haciendas libres sin servidumbre para que de ellas y de vosotros hagáis libremente todo lo que quisieren… y no os compelerán a que os volváis cristianos, salvo si vosotros hagáis libremente todo lo que quisieres convertir a nuestra santa Fe Católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas… Si no lo hicieres, o en ello pusiereis maliciosa dilación, certifico que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros… Y manera que yo pudiere y os sujetare al yugo y obediencia de la Iglesia y de sus Altezas y tomaré vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos y como tales, los venderé y dispondré de ellos como su Alteza mandare y os tomare vuestros bienes y os haré todos los males y daños que pudiere como vasallos que
no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen…

TRABAJOS VIRILES DEL GAUCHO - Por Juan Carlos Dávalos

Examinemos los recursos con que cuenta el gaucho y las exigencias de su adaptación al ambiente. Para sus industrias viriles utiliza el único material de que dispone en abundancia: el cuero de vaca. Una herramienta sintética, el cuchillo, le basta para confeccionar sus numerosos pertrechos de jinete. El ensillado, que consta por lo menos de treinta piezas diferentes, es obra de su labor manual. De sus callosas manos salen, prolijamente sobadas y ensebadas, coyundas, maneas, lonjas, pencas, tientos, presillas y tor-sales destinados a las faenas agrícolas y al trabajo del monte. De sus toscas manos salen, elegantes guardamontes, coletos de becerro cosidos a lezna, retobos para el chambergo, guarda-calzones de cordobán para proteger la ropa, y de sus manos salen lazos para apresar el ganado en el corral y en la selva.
Del cuidado que el artífice pone en la confección de algunas de estas piezas depende con frecuencia su seguridad personal y a menudo su vida misma. Y ha de estar continuamente reponiendo las piezas que se acaban y componiendo las que se deterioran por el uso, tareas estas engorrosas y prolijas, que requieren tiempo, arte y paciencia.
La más concienzuda de las industrias gauchas es la fabricación del lazo. Los hay de dos tipos: el fuerte lazo del monte que mide por lo común nueve brazadas, y el otro más delgado o de corral, que suele alcanzar quince brazadas. Consta todo lazo de dos piezas sólidamente yapadas, la una larga, de cuatro tientos o ramales y la otra corta, de seis ramales, que es precisamente la yapa. El extremo correspondiente a la pieza larga termina en una presilla de botón tejida y se prende al asidero, en la cincha. El cabo opuesto acaba en una argolla de hierro por la que se escurre la armada: esta porción es la más fuerte para que resista a las tensiones más violentas, y es la más pesada, para que el lazo, al ser revoleado, tenga pulso y alcance. El buen lazo no debe ser tramposo como piola, sino armado y semirígido, como culebra. El buen lazo no proviene, por supuesto, de cualquier cuero ni se trenza en cualquier estación del año. Los mejores provienen de animales machos que tengan el pelaje castaño y las astas rubias. El cuero ha de estar libre de las desgarraduras epidérmicas que dejan las espinas y ha de ser de animal flaco, de vaca o de novillo y no de buey ni de toruno... Los animales gordos dan lazos copiosos, es decir, escamosos, y, por lo tanto, inservibles.
Elegido el cuero, se lo estaquea, se lo estira al máximum y si el tiempo está húmedo se lo remoja y se cortan los tientos. Aquí empieza la verdadera obra de arte: hay que sacar los tientos bien parejos, operación que exige cuidado y sumo tacto. Esta parte del trabajo suele estar a cargo de ancianos especialistas. En Pampa Grande (una estancia del doctor Indalecio GÓMEZ), famosa entre otros prestigios por sus magníficos lazos, el más hábil preparador de tientos era un gaucho ciego. Sólo él podía, tanteando con los dedos, corregir defectos que ni los ojos ni las manos de los jóvenes habían podido evitar.