jueves, 24 de diciembre de 2015

Concurso Literario de la EP N° 13 “Llegó la hora de escribir un cuento”. Mención: Joaquín Fuentes

    El grito

    El veintinueve de junio de dos mil quince, en una casa se escuchaba gritos, la gente del vecindario llamó a la policía. Los agentes empezaron a ver que la gente estaba muerta. El sospechoso no dejó rastros, sin ninguna duda esto era un enigma. Llamaron a un detective, hasta que en un momento aparece un niño , su mirada ya  lo decía todo, una mirada perdida en un vecindario perdido. La víctima vio todo.
    El detective interrogó al niño, pero el pequeño llamado  Juan  le contó al detective que si contaba algo de lo que había pasado, rápidamente lo matarían. Juan decía: - estoy perdido. No puedo confiar en nadie. Sé que debería confiar en usted, pero por lo que cuentan en este mundo no se puede confiar en nadie. Luego de las lágrimas de Juan , el detective dijo:-  te voy a poner un sobre nombre EL SUPER NIÑO rápidamente ambos se rieron.
    Un suspiro se escuchó entre esa mezcla de lágrimas y sonrisas, era un suspiro sufrido y desbastado por lo que pasó. El suspiro era de una chica escondida en el lugar, y cuando los vio les dijo:
    - Yo sé quién fue, fue… Un disparo cruzó toda una eternidad y mató a la única esperanza del Super Niño y el detective Jesús. Pero el detective había visto al sospechoso.
    El sospechoso tenía el pelo y la piel extremadamente blanca y vestía un pantalón blanco y una remera de polo con el escudo de Inglaterra. Jesús dijo: - Acá dejó un pelo. Vamos a ver de quién es.
    Rápidamente se fueron a la casa de Luciano Brum, en el barrio era más conocido como Lucho. Él mismo adivinaba con solo mostrar una cosa, de quien era esa pertenencia. Cuando llegaron Lucho dijo:
    - Este pelo es de Gastón, el que mata sin perdón - . Se rieron y luego fueron a la casa de Jesús. Cuando llegaron el detective sacó una hoja, un lápiz, y se la dio a Juan, el Super Niño. Luego Jesús dijo:
    - Pongamos los datos de Gastón aquí - . Pero antes de que Jesús diga la primera palabra, el Super Niño dibujó mágicamente un identikit del asesino. Entonces se lo fueron a mostrar al comisario Alberto. Y al unísono dijeron: - Este es el asesino -    . El comisario comentó:
    - Ahora reconozco esta cara. Tiene antecedentes, ya mató a miles de personas; dice que es un enviado del diablo.

Concurso Literario de la EP N° 13 “Llegó la hora de escribir un cuento”. Mención: Milagros González

Competencia de panaderos

       Nicolás era el único panadero del barrio. Todos los vecinos  siempre iban a comprarle porque él tenía el pan más rico.
      A la mañana siguiente mientras Nicolás estaba abriendo la panadería, vio que se estaba mudando alguien en frente. Era un chico llamado José que decía ser “ el nuevo panadero”.
        Nicolás no sabía que era un nuevo panadero hasta que notó que no le había ido nadie a comprar. También porque mientras él estaba  adentro de su panadería  escuchó unos aplausos y unas voces que decían “ Bienvenido José”.
      Nicolás salió afuera y le preguntó a un vecino, quien le dijo:  - Es el nuevo panadero que se mudó al barrio. Él sintió rabia porque hasta ajora él  era el único panadero.
      Al otro día Nicolás fue a abrir la panadería y vio que José estaba vendiendo un pan. Él , entonces haría un pan más rico y los vecinos volverían a comprarle y bajó los precios.
       Cuando José se enteró que Nicolás le estaba haciendo competencia, elaboró otro pan aún más rico y bajó más el precio.-
       Todos los días eran de competencia y cada vez  bajaban más los precios.
       Pero aunque para los vecinos eran  buenos los nuevos precios y el pan cada vez más rico, decidieron hacer algo.
       Entonces reunieron a Nicolás y a José para que se pongan de acuerdo y decidan quién sería el único panadero del barrio. Ninguno de ellos quería eliminar al otro. A José se le ocurrió compartir una panadería entre los dos y Nicolás aceptó.
      Al otro día, José vendió su panadería y mudó sus cosas a la de Nicolás. La única panadería del barrio fue “ NICOLÁS Y JOSÉ , LO MEJOR PARA USTED” y desde ese día ya no hubo más problemas.

Escuela Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” - Concurso literario “Contate un Cuento VIII” Mención de Honor de la Categoría B: Valentina Arislur alumna de 3º año de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”

    Mi hermosa princesita

- Es que ellos no me entienden, no quiero casarme con alguien que no me comprende- su voz finalmente se quebró. Habían mantenido una larga conversación sin pelear, pero tras darse cuenta de que su madre nunca la entendería, rompió en llanto.
    -¡¿Cómo podrías saber si te entienden o no si solo hablas con ellos menos de cinco minutos?! ¡Eres una desagradecida! Tienes cientos de pretendientes que morirían por casarse contigo y tú solo los echas porque “no te comprenden”. Pones en juego el honor de la familia, imagina lo que dirían las condesas de la orden si se enteraran de que tú, la única princesa que aún no ha elegido pretendiente, se niega a hacerlo porque “no es comprendida”. Te recuerdo que esta orden lleva ochocientos años de perfecto registro y tú no serás la que lo descontrole todo. Nuestro código establece que…
     Charlene no podía escucharla más, sus oídos se habían cerrado al discurso de su madre. Sus ojos cegados en lágrimas tampoco le permitían verla. Se sentía perdida en un mundo al que no pertenecía.
    La Orden de Lituania estaba formada por los siete reinos que se encontraban en el país de Lituania, Europa. Había sido creada ochocientos años atrás por siete familias extranjeras que con suerte habían escapado de sus países y habían descubierto esa inexplorada tierra. Allí fueron creados los siete reinos y tras ser coronados los reyes crearon un código que establecía, entre otras cosas, que todos deberían tener un único heredero y este no podría casarse con otro heredero al trono, ya que la idea era no involucrar otros reinos y siempre ser los únicos siete propietarios de esa tierra. Así se hizo durante ochocientos años; cerca de los veinte años los príncipes y princesas de Lituania se casaban con hijos de duques, barones y condes, nunca con otros herederos al trono o campesinos y con la llegada de la primavera, se organizaba una gran boda donde se casaban y coronaban los siete nuevos monarcas.
    La puerta se cerró con un golpe seco y fuerte, y Charlene corrió hacia su habitación dejando un rastro de lágrimas provocadas por su madre. Se recostó en su cama y lloró durante más de media hora, preguntándose por qué tenía que casarse con alguien que ella no amara, por qué no se  casaban los otros seis herederos y ella lo haría luego, cuando por fin encontrara a esa persona que la amara y comprendiera.
     Se sentó en la cama y se secó los ojos con su pañuelo bordado y entonces lo vio. Vio ese sobre tan simple que varias veces había visto ya, con esa letra alargada que garabateaba su nombre. Fue hasta su escritorio donde reposaba el sobre, lo tomó y se sentó nuevamente en su cama para poder abrirlo. Adentro  contenía una carta perfectamente doblada con las palabras: Para mi hermosa princesita grabadas con tinta. La carta no era larga, pero Charlene acostumbraba leer esas cartas despacio para disfrutar cada palabra.
“Mi Hermosa Princesita:
                Nunca dejo de pensar en ti, ¿Cómo  puede tu madre no entender que tú no eres como las demás? Eres distinta, sencilla y hermosa, solo quieres amor y quien no te lo pueda dar, no te merece. Daría lo que no tengo por poder darte todo ese amor que anhelas.
Siempre tuyo,
                      Tu simple campesino.”
    Las lágrimas inundaron los ojos de Charlene, pero esta vez no eran lágrimas de enojo o tristeza, eran lágrimas de felicidad, de ternura, provocadas no por su madre sino por esa persona que en realidad la entendía, que la amaba, esa persona a la cual nunca conocería. Las peleas con su madre venían desde hacía algún tiempo ya, y ella le había contado todo a su Príncipe Oculto Releyó la carta más de diez veces y entonces se le ocurrió la idea que calmaría a su madre y que la ayudaría a solucionar el problema del matrimonio. Sin pensarlo dos veces salió de su habitación y fue al encuentro de su madre. La reina  Myriam estaba hablando con su marido, el rey Jhon, cuando su hija entró en la habitación. Antes de que sus padres pudieran decir algo, Charlene comenzó a hablar.
    - Quién de verdad me ame, me dará una estrella.- dijo la princesa dejando muy sorprendidos a sus padres.  Haré una proclama real diciendo que aquel que en verdad me ame, me dará una estrella. Todo el mundo lo interpretará de una forma distinta, pero solo aquel que me entienda me dará la estrella a la que yo me refiero y se convertirá en mi esposo. No revelaré a nadie qué es lo que quiero, ni siquiera a ustedes, para poder hacerlo justo y prometo que sin importar quién sea, aquel que me dé una estrella, será mi esposo.
    Los padres de la joven quedaron anonadados pero tras discutir un poco el tema accedieron, ya que parecía la única opción que quedaba para poder conseguir que su hija se casara. Y así se hizo. Se redactó una carta que decía justo lo que Charlene quería: una estrella. Vinieron los mismos pretendientes que antes y muchos más pero ninguno supo darle lo que ella deseaba. Le habían regalado telescopios para que pudiera ver las estrellas cuando quisiera, maquetas que representaban constelaciones hechas por los mejores arquitectos de toda Europa, joyas con diamantes tan brillantes como las estrellas verdaderas y muchos otros obsequios enormes y costosos dignos de una princesa.
    Los reyes estaban preocupados, nadie lograba complacer a su hija. ¿Podría ser que ella los hubiese engañado y no fuera a aceptar ningún regalo?
    Las puertas del vestíbulo se abrieron y dejaron pasar a un chico alto y rubio, un campesino con piel gastada por haber trabajado todo el día en la mina y de aspecto muy humilde y sencillo. La cara de la princesa se iluminó con la llegada de esta nueva persona. ¿Sería él? ¿Sería su Príncipe Oculto?
    El joven se presentó; su nombre era Joseph. Pidió a la princesa si podía salir al balcón con él para poder mostrarle algo. Charlene accedió; ya allí Joseph señaló al cielo y explicó: - En el cielo hay muchos tipos de estrellas: estrellas muy brillantes que solo duran pocos años, estrellas que cruzan el cielo en un viaje interminable y estrellas que siempre están ahí, en el mismo lugar, que nunca nos abandonan porque aunque no sean las que más brillen, podemos confiar en que siempre estarán ahí para nosotros. Así eres tú princesita, una estrella constante, en la que se puede confiar y que nunca nos abandonará cuando la necesitemos, no eres el centro de atención como las otras estrellas más brillantes, pero eres la más simple y bonita a la vista de los más sabios.
    Lo había encontrado. Estaba segura de que era él. Las caras de sus padres asombrados al ver como su hija miraba al campesino, estaban petrificadas esperando la reacción de la princesa.
    En ese momento los labios de Charlene se movieron
     - ¿Eres mi Príncipe Oculto?-.
    - No.- Dijo Joseph.  Soy solo tu simple campesino-.
     Los dos jóvenes se unieron en un abrazo que demostró todo el amor que la princesa nunca había tenido.
      La reina no iba a permitir que su hija se casara con un campesino, eso era aún peor que quedar soltera; dejar el reino en manos de ese muchacho era una ofensa a sus antepasados. Cuando estaba por reaccionar, su marido le impidió continuar, la miró con la misma cara que cuando se conocieron y ella lo entendió: lo que su hija sentía era amor verdadero y nadie se lo debía quitar, mucho menos su madre. Charlene por fin había conseguido lo que siempre había soñado.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Concurso Literario “Llegó la hora de escribir un cuento” Mención de honor: Brisa Newbery Issac

Un guardabosque enamorado  

Había una vez un guardabosque llamado Fernando, quien estaba muy enamorado de su vecina Romina. Ella era muy hermosa y cada vez que salía a regar sus flores, él la miraba desde su ventana admirando su belleza.
    Después de dos años, el guardabosques se animó y se acercó con la intención de expresarle todo su amor, pero sus nervios fueron mayores, no le salían las palabras, comenzó a tartamudear y de vergüenza salió corriendo.
    Llegó a su casa, se encerró en su dormitorio y comenzó a llorar de impotencia por no haber podido decirle todo lo que sentía.
Faltaban cuatro días para que en el pueblo se realice el tradicional “Festival de la Alegría”. En esta ocasión, todos los caballeros más ricos del lugar se acercaban a las damas para pedirle su mano, por el simple hecho de concretar matrimonio.
Romina solo pensaba que fuera Fernando quien la  invitara a ir al festival; pero llegó el día y no se lo veía  por ningún lado. Preocupada, fue hasta su casa para saber cómo se encontraba. Tocó su puerta y al abrirla quedó paralizado al ver a  su gran amor  frente a él. Sin perder tiempo, la hermosísima dama le pregunta; qué fue lo que te hice  que saliste corriendo y no te vi más en estos días?... Tomó coraje y le respondió: es que…… no sé cómo   decírtelo….es…queeeee…esss…queee …TE AMO. Pero sé que no tengo nada para ofrecerte, sólo mi maravilloso bosque. Romina comenzó a llorar y exclamó: no importa lo que tienes, yo también me enamoré y te quiero por lo que sos. Y así, los dos juntos y felices  fueron al festival de la alegría.
    Al día siguiente, Fernando le pregunta a su amada, - si me amas, ¿por qué esperaste tanto tiempo para hacérmelo saber? Porque antes te veía como un amigo y pensaba que para ser feliz tenía que casarme con un caballero, pero con el tiempo me di cuenta que lo que necesitaba era una persona que me saque una sonrisa y me demuestre su amor día a día con pequeños detalles, y eso lo lograste vos.
    Con lágrimas en sus ojos, Fernando le propuso casamiento, y por supuesto ella aceptó.
    Al fin se cumplió su sueño de amor. Se casaron, se mudaron al bosque, tuvieron dos hijos y fueron muy felices.

Escuela Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” - Concurso literario “Contate un Cuento VIII” - Mención de Honor de la Categoría A : Sol Melita alumna de 2º año E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez

Caminando entre las guerras

    Estaba por repetir.  Historia es horrible y en sexto grado peor.
    El profesor Lorenzini me dijo que para aprobar debería estudiar tres guerras a elección.  Yo elegí la Primera Guerra mundial, la Segunda y la Guerra de las Malvinas, y si aprobaba no iba a repetir de año. La prueba era en una semana. Como no tenía ningún libro que tuviera que ver con guerras, fui a buscar uno a la Biblioteca Clorindo Testa.
    Cuando entré, sentí el olor de los libros viejos de tapa dura llenos de polvo e historias que cualquier adulto con amor a las letras quisiera tragar hasta terminarlos.
     Me atendió Flora, la secretaria cincuentona con rostro de pasa de uva y anteojos de montura roja. Se parecía a una abuelita tierna que te dan galletitas recién hechas, pero no te dejes engañar por su cara, es muy mala cuando quiere.
    -Tercera vez en la semana que te veo por aquí, Samuel_-me dijo sin despegar su mirada de su revista “Caras” - ¿Qué te trae por aquí esta vez? Por lo que me han contado tus amigos, estás por repetir Historia.
    - Traidores  pensé-  Para aclarar las cosas, los que no desaprobaron, pasaron raspando; y los demás eran los preferidos o preferidas del Profesor, y podemos decir que no estaba entre ellos-  le dije mientras me cruzaba de brazos y ponía mala cara
    -Mm- fue su única respuesta- Pasillo tres a la derecha, encontrarás muchos libros que te servirán para tu prueba- dijo apuntando con su lapicera hacia el pasillo donde había un cartel que rezaba “Historia”.
    Busqué en la sección de“1900-1950” pero no encontré nada sobre la Primera o Segunda Guerra Mundial, tampoco halle material en el sector “1950-2000” sobre la Guerra de Malvinas. Ya me había dado por vencido hasta que divisé algo en la mesa de lectura. Demasiado pequeño para ser un libro viejo, demasiado grande y gastado para ser un libro nuevo. Un libro de color rojo carmesí descansaba sobre la mesa de lectura. En letras doradas y algo gastadas leí el título que decía:
     “Colección libros atrapantes de las Guerras del mundo
Libro 1: Primera y Segunda Guerra Mundial - Guerra de las Malvinas”
Autor Anónimo.
    ¡Qué suerte la mía!: justo cuando pensaba que tendría que inventar una excusa para decirle al Profesor que no había encontrado ningún libro y seguramente no me iba a creer, encontré este libro milagroso. Lo tomé y fui con aire triunfante a la recepción  para que Flora lo anotara en mi ficha.
    - ¿Te costó mucho encontrar uno verdad?- me dijo mientras leía ahora la revista “Gente”-  Esta semana salieron alrededor de veinte libros de Historia y Geografía entre otros.
    -Sí-contesté- qué suerte que encontré este en la mesa de lectura; alguien lo debió leer y lo dejó, este trae todos los temas que necesito- le dije mientras le entregaba el libro.
    - ¡Qué extraño…!- susurró mientras examinaba la portada- En mis veinte años de trabajo jamás había  visto este libro.
    -Tal vez te lo pasaste por alto… Si quieres revisarlo puedo pasar mañana.
    -No lo creo….Bah, no importa, ahora, vete y estudia para sacarte un buen diez, luego hablaremos sobre este libro- contestó con una sonrisa falsa.
    Este libro estaba perdiendo mi confianza.
    Cuando llegué a casa, ya era de noche; dejé el libro en el escritorio de mi cuarto  y fui a hacer la tarea de Historia y Matemática. Cuando terminé, ya había comido y no me quedaba mucho tiempo para estudiar porque mis padres volvían del trabajo en poco tiempo, ya que ellos no sabían que estaba por reprobar una materia. Tenía seis días para estudiar un libro que podría ser de cuatrocientas hojas o más…. ¡Cuánto optimismo!
    Fui a mi cuarto a leer el libro y estudiar. Mi cuarto tenía una cama que en un momento pudo ser blanca pero que ahora era beige, un escritorio con algunos libros e historietas, con un calendario, un reloj de pared y un televisor Ken Brown reposado en un rack negro con libros, hogar dulce hogar. Me senté en la silla que estaba al lado del escritorio, saqué el cuaderno de anotaciones y me puse los lentes de aumento de montura negra y abrí el libro. En el reverso de la hoja donde debería estar la fecha en la que se publicó y datos de la editorial, no había nada, estaba completamente en blanco. “Se tomaron muy  enserio lo del anónimo” pensé; miré la siguiente hoja y decía:
    “Prepárese para la mejor de sus aventuras
 Una vez leído el libro jamás será el mismo”
¡Como si los libros de Historia fuesen divertidos! Di vuelta la hoja para comenzar el resumen y…La hoja estaba en blanco.
    Sin entender lo que sucedía, comencé a pasar de hoja en hoja y lo comprobé. El libro estaba completamente en blanco. Enojado, entendí por qué Flora no lo conocía; me dije a mí mismo que al día siguiente lo devolvería  y buscaría la información por Internet, aunque el Profesor Lorenzini me pidió que estudiara con libros. Lo cerré y me fui a dormir poniendo la alarma a las nueve en punto.
    Me desperté a las 3:00 por una luz; un poco dormido y perdido me levanté y fui hacia el televisor para apagarlo. Una vez apagado pensé que la luz desaparecería,  pero continuó. Extrañado giré la cabeza y vi que provenía del escritorio, me acerqué y vi que la luz salía directamente del libro en blanco, lo abrí y la luz me cegó y me quedé viendo puntos blancos mientras pestañaba rápidamente para que desaparecieran. Cuando recuperé la vista, la primera hoja del libro, todavía iluminada empezó a escribir por sí sola en letra negra:
    Guerra de las Malvinas
    Comenzó el 2 de Abril de 1982 y finalizó el 14 de junio de ese mismo año, los soldados eran transportados en barcos y aviones hasta las islas. Dormían en  “pozos de zorro” que eran zanjas que se encontraban a 1,60 de profundidad y 2 de ancho, eso es lo que nos contó Samuel Salazar….
    ¿Pero qué? El libro se estaba escribiendo solo por arte de magia y sabía mi nombre, entonces vi que el reloj se detuvo y comenzó a ir marcha atrás como loco, el calendario empezó a pasar hojas: “2014, 2013, 2012, 2011, 2010, 2009, 2008, 2007, 2006, 2005, 2004, 2003, 2002, 2001, 2000…”No entendía cómo aparecían las otras partes del calendario, si comenzaba en 2010.Asustado quise dar un paso atrás para luego largarme…Pero no tuve ni tiempo de mover el pie antes de que me convirtiera en un haz de luz y el libro me engullera.
    Me desperté sobresaltado empapado de sudor y a oscuras en mi cuarto. Solo había sido una pesadilla, seguramente fue porque había visto una película de terror antes de dormir. Entonces reparé que no estaba sudando, sino que era agua que me congelaba cada centímetro del cuerpo y me ponía la piel de gallina como si me hubieran puesto un cubo de hielo detrás del cuello; también me fijé que el cuarto era demasiado pequeño, y para empeorar mis sospechas, escuché un bombardeo a lo lejos. Ese no era mi cuarto.

Concurso literario “Contate un Cuento VIII” Mención de Honor de la Categoría A Malena Bottega alumna de E.S. Nº 1 “Lucas Kraglievich”

Mi ángel de la guarda

    - Después de tanto insistir, te voy a contar la historia  de por qué elegimos tu nombre.
    -  ¡Por fin! Ya era hora, nadie me la quería contar.
    -  Todo empezó cuando tenía 12 años y estaba jugando con mi hermana Sol.     Ahora que lo pienso es irónico que se llamase Sol. Ella tenía tan sólo ocho años y se cayó a la piscina que teníamos en casa, no sabía nadar, pero yo sí. No pude salvarla, la dejé morir mirándola hipnotizada, parecía una estúpida, era una estúpida. Desde aquel entonces pasé a cargar con la culpa de que maté a mi hermana, la única que tenía. También fueron mis padres los que me culparon del accidente, los entiendo, debe ser difícil cargar con la mochila de que se les muriera una hija. De ahí pasé de tener una hermana a ser hija única y todos los errores de mis padres cayeron sobre mí, como también todas las exigencias. Mis padres pretendían que yo fuera perfecta, que yo no cometiera ningún tipo de error. Aunque  ya había nacido fallada.     Gracias a eso es que estoy indignada y enojada conmigo misma por no poder ser la chica que siempre quise ser.
    Fue tanta la depresión que me mareaba, me sentía mal, como ahogada; lloraba muy seguido, me desmayaba, entre otras cosas. Mis padres me llevaron a muchos tipos de doctores; a Mar del Plata, a Buenos Aires, a Azul, hasta llegaron a llevarme a Cuba, porque decían que ahí estaban los mejores médicos. Todos nos dijeron que lo que necesitaba era un control psicólogo, pero mis padres no querían llegar a ese punto, sostenían que los psicólogos eran para locos y que yo no tenía ningún tipo de genes de locura, porque ellos no lo eran. Sin embargo, después de unos meses, decidieron consultar con uno
    Por ese entonces, ya me notaba un poco rara, no tomaba ni una decisión por mi cuenta, no caminaba ni un paso sin preguntarle al de al lado si le iba a perjudicar ese paso. Empecé sentándome atrás del todo en la escuela; era la tímida, la que no se expresaba, la antisocial. Aunque yo tenía a Milagros, mi amiga,  mi confidente, con  quien éramos muy unidas, pienso que era casi un milagro que una chica como ella fuera mi mejor amiga.
    A los 14 años,  me diagnosticaron que tenía una enfermedad psicosomática, no entendí mucho en ese momento,  pero sé que era una enfermedad que se produce por causas de emociones vividas . Estaba deprimida por lo de Sol, porque sentía que mis padres no me querían, que me odiaban por lo que les hice. Yo sentía que los había defraudado desde el minuto cero en el que nací. Me sentía, por así decirlo, el fracaso en vida.
    Esa enfermedad no se iba absolutamente con nada más que  con tratamientos psicológicos, eso era otra decepción más para mis padres. No lograba entender cómo es que con todos los esfuerzos que yo hacía para que se sintieran orgullosos de mí, lo arruinaba todo y lograba que se sintieran decepcionados, aún más. Yo creía que la única que me entendía era Milagros, y le decía que ella me servía más que mi psicólogo.
    Milagros era una persona muy buena, tan santa; era mi único héroe en este caos, pero yo notaba que sus ojos nunca le brillaban del todo. Nunca le quise preguntar qué le pasaba, ya que una vez lo hice y casi se enoja conmigo.
Tiempo después, ya con 16 años, me llegó una llamada, era de la madre de Milagros diciéndome que por favor fuera a su casa ya que mi amiga me necesitaba. En ese momento se me paró el corazón. En el camino casi me muero pensando que le podría haber ocurrido algo y  me imaginaba lo peor de lo peor. Cuando llegué, allí estaba Milagros. Acostada en la cama llorando. Fue en ese instante que me respondió aquella pregunta que en algún momento yo le había hecho. Me dijo que ella no era lo suficientemente feliz,  porque desde sus 13 años que le habían diagnosticaron cáncer de huesos. Éste surgió por una quebradura o fractura y era causado por un tejido anormal o algo así. Lo terrible era que Milagros se podía morir y si ella se moría se iba a ir una parte de mí con ella. También me dijo que yo debía ser fuerte, y que no me tenían que importar más las reacciones de mis padres, porque ellos no me entenderían nunca.  Me aconsejó que fuera feliz a mi manera y que siguiera mi vida, que no estuviera mal.  Todo eso era algo imposible para mí, yo sentía una gran angustia en el pecho, no quería que le sucediera nada malo, y mucho menos que muriera.
    Un par de días después, me volvió a llamar la mamá de Milagros, pero esta vez llorando, avisándome que ella había fallecido esa  misma mañana. Recuerdo que sentí que una parte de mí se había ido  con ella. Ya no me quedaban héroes en este caos, ya no tenía a mi confidente, ya no tenía con quien reírme. Pensé que ya no iba a tener esa luz que irradiaba ella cuando la veía, que volvía a estar sola como antes, que nadie me iba a entender como ella. Supe que ya no me quedaban razones para seguir viviendo. También, como para no perder la costumbre, me sentía culpable, porque yo sabía que se podía morir y no hice nada. Aunque en este caso yo sabía que no podría haber hecho absolutamente  nada.
    Luego de este lamentable episodio, mi enfermedad psicosomática aumento.Mi psicólogo les dijo a mis padres que era raro, rarísimo que una chica de 17 años sintiera deseos de morir (decepción número mil para mis padres). Les dijo que yo no sentía ninguna necesidad de vivir, que no tenía ganas de jugar, de tener algún novio, de tener un perro , de compartir, de nada. Que no tenía remedio mi enfermedad, que iba a estar deprimida de por vida,  sin ganas de vivir. En otras palabras, que yo estaba muriendo lentamente.
    El tiempo pasaba implacable y ya no comía, estaba más flaca de lo normal.     Mis padres me seguían llevando al psicólogo, yo ya no superaba ni un poquito mi depresión. Continuaba antisocial y  no tuve otra amiga.
    Comencé la facultad y a estudiar psicología para ver si me podía autoayudar. Pensé durante mucho tiempo lo que me había dicho Milagros, hasta que decidí utilizar todo el dinero que había ahorrado desde niña para comprarme mi propio departamento, obviamente que no era suficiente, entonces comencé a trabajar, para pagarlo y pagarme mis estudios.
    Esta decisión la había tomado para alejarme de aquellas personas que vendrían a ser mi familia, que sólo me hacían mal. No me sentía del todo bien, pero quería estar totalmente lejos de ellos.
    Cursando en la facultad, ya casi con 22 años, llegó mi salvavidas, Santiago, tu papá, quien me salvó de la enfermedad. La verdad es que yo nunca me hubiese fijado en él, sino hubiera insistido tanto para conocernos. Él estaba muy enamorado de mí y me enamoró a mí. Santiago es la persona más linda y buena del mundo, lo quiero y él me quiere bien. Desde aquel entonces es que somos inseparables. Él me hizo sentir casi una reina, me trataba como tal.
    Los psicólogos se asombraron de que se me hubiera ido la enfermedad psicosomática, no lo podían creer. Tampoco tenía una razón exacta, pero así sucedió, me curé del todo y desde ese entonces estoy bien.
    Con mis padres ya dejé de tratarme hace tiempo, logré escuchar y entender esas últimas sabias palabras de Milagros, mi ángel de la guarda, quien me cuida, esté donde esté. Ya no me siento sola, me siento acompañada por tu papá y varios amigos que he hecho. En aquel tiempo me sentía muy feliz, estaba muy bien.
    Después de casi tres años de novios, quedé embarazada de vos ,hija,  y como fuiste una nena y no un nene, te puse Milagros en honor a mi ángel de la guarda.
Y así fue, mi querida hija,  eso es todo lo que querías saber. Por lo tanto,  esa es la historia de tu nombre, la de “mi ángel de la guarda”.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Concurso Literario “Llegó la hora de escribir un cuento”

La Escuela de Educación Primaria Nº 13 “ Independencia Nacional”  presentó este año la segunda edición del Concurso Literario “Llegó la hora de escribir un cuento” Se trata de un concurso que propone a los niños y niñas de sexto año de las escuelas primarias públicas y de gestión privada y con apertura a escuelas de Educación Especial la escritura de un cuento en donde puedan hacer volar toda su imaginación y poner en acción la creatividad que tienen para desarrollar.

                                                                        Ganadores

Primer premio: “Thomas y su máquina del tiempo” obra perteneciente a Fiorella Bonari ,alumna de la EP Nº 13

Mención de honor: “Un guardabosques enamorado”, obra perteneciente  a Brisa Newbery Isaac, alumna de la EP Nº 9

                                                                       Menciones

”El grito”, obra perteneciente a  Joaquín Fuentes, alumno de la EP Nº 1.
“Te encontré”, obra perteneciente a  Josefina Giménez Román, alumna de la EP. Nº13. “Competencias de panaderos”, obra perteneciente a Milagros González, alumna de la EP Nº 4.
“Una personalidad me esconde”, obra perteneciente a  Emilia Netcoff, alumna de la EP Nº 13

Menciòn especial del jurado para la escuela Especial Nº 501 por la obra “Misterio en el monte”perteneciente a alumnos de segundo ciclo: Alberto Rocha, Damián Baigorria, Agustín Torres. Luna Solar, Jesús Ricillo, Miguel Vismara y Milagros Kravecek

    Hubo un total  de 56 participantes de las escuela primarias Nº 1. Nº3, Nº4, Nº 9, Nº11, Nº13, Nº 45 y Especial Nº 501 de los cuales se preseleccionaron 26 obras.
    El jurado estuvo integrado por: Ezequiel Feito, escritor local,  Héctor Fuentes, escritor local, Ariel Bibbó, periodista y escritor  de nuestra localidad y Lidia Poza docente de Prácticas del Lenguaje de Primaria, quien ofició como coordinadora del concurso.

    El acto de premiación se llevó a cabo el martes 1 de diciembre  a las 9 horas en el gimnasio de la EPNº13, sito en calle 21 entre 28 y 30 Nº 924 con un encuentro de manifestaciones culturales.
    El ganador recibió un producto electrónico otorgado por la Asociación Cooperadora de la EP Nº 13 y un libro. Las menciones recibirán libros donados por editorial Santillana. Además entregaron presentes  UDOCBA Y SUTEBA, gremios de representación docente que acompañan la labor de los niños que concursan.

    Esta segunda  edición cubrió todas las expectativas puestas en el concurso, observando cuán importante es dar la oportunidad para que los niños y niñas puedan hacer volar su imaginación y sentir  la  inspiración que les permitiera convertirse en verdaderos escritores.

Primer premio: Thomas y su máquina de tiempo - Por Fiorella Bonari

Les voy a contar una historia, que pocos podrán creer pero les juro que es extraordinaria.
       Hace cinco años, en un pueblo pequeño de una montaña vivía un joven de 15 años llamado Thomas. Cada día pensaba como iba a ser el mundo en el futuro, porque el mundo actual estaba lleno de guerras, la gente cazaba animales, las familias no se comunicaban, los mares se contaminaban, y el planeta corría un grave peligro.
      Cada día al volver de la escuela, se encerraba en su habitación, e intentaba terminar su máquina del tiempo que había empezado hace uno dos años atrás. Ese día, sin que sus padres lo vieran, terminó de construirla. Solo faltaba probarla para ver si funcionaba bien, cuando la probó la máquina hizo  #pum pash,  qué gran desilusión la máquina había fallado y Thomas regresó a su habitación para arreglarla. Trabajó intensamente, no durmió esa noche su deseo era tan grande….
      Y por fin logró que funcionará,  preparó una mochila, se puso un gorro una  bufanda y mientras sus padres dormían emprendió su viaje hacia el futuro, nada más ni nada menos que 100 años después.
       Cuando salió de su nave transportadora, bajó esperando encontrar un mundo mejor, pero al llegar vio que el sol se estaba apagando,  los animales se habían extinguido, había mucha basura en el piso y todos caminaban como si no tuviesen vida.
       Thomas le preguntó a un señor.
    -¿Qué está pasando aquí?
    -Mira niño hace 100 años atrás nadie respetaba las reglas de la ciudad y así es   como quedó todo-Dijo el hombre
    -Pero…y los animales?
    -Hace mucho tiempo que han partido en busca de un nuevo mundo
    -¿Y los niños?
    -Los niños perdieron la alegría y están escondidos en sus casas. No juegan, no corren, no hablan…. Solo juegan en sus computadoras
    -¿Cómo te llamas?
    -Mi nombre es Thomas y hace 100 años construí una máquina del tiempo y quedé atrapado aquí.
    - La única forma de regresar es creyendo que entre todos podemos cambiar el mundo, yo no pude, pero tú sí. Eres nuestra única esperanza…
          -¡Ay! Debo volver- exclamó  el jovencillo
    Y antes de que el  hombre pueda hablar Thomas ya se había ido
      El joven que ya estaba en su alcoba, fue al centro de la ciudad a alertar a los habitantes del pueblo que en el futuro todo iba a cambiar, si no cambiaban su manera de tratar al planeta.
       El niño se puso  a cuidar la ciudad primero quemó todas las armas que había para que no maten seres vivos, puso un reglamento y tres tachos diferentes para reciclar la basura, nadie entendía lo que pasaba, pensaban que se había vuelto loco, el joven agarró un megáfono  y avisó que en el futuro todo iba a ser horrible…Y les contó de lo triste que se veía aquel lugar.
    - ¿Cómo sabés de aquel lugar?
    -Yo he creado esta máquina del tiempo para arreglar las cosas, después de ver lo que vi me asusté y volví rapidísimo para avisarles que si no dejamos de maltratar a nuestra tierra, los animales se extinguirán, nadie se mirará a los ojos, el sol se apagará, y viviremos sumidos en la tristeza.
    Todos le creyeron y lo ayudaron:
    -¿ Qué tenemos qué hacer  gritaron todos juntos
    - Reciclen la basura, no maltraten a los animales, ayuden a la gente… abracen y jueguen. La gente hizo exactamente lo que el joven pidió y finalmente logró salvar a su pueblo y luego se enteraron en las provincias, la noticia atravesó los mares y todo el mundo se sumó a la causa de Tomas y así entre todos salvaron el planeta.
    De pronto un fuerte golpe lo asustó, era su mamá que lo despertaba para ir a la escuela. Todo aquello había sido un sueño….
          Quizás el más importante de su vida.

Sepulcros vacíos. - Por JOSÉ MARÍA. RAMOS MEJÍA.

     Nada hay más cómico, pero ¡ay! más fructífero al mismo tiempo, que la silenciosa solemnidad del imbécil afortunado.
    Siempre que los veo huir del contacto imprudente de la 'gente,, envueltos en la pedantesca discreción con que se defienden, me viene el recuerdo de aquellos vagones que ya vacíos de explosivos, ostentan, sin embargo, la terrible palabra ¡peligro! que sigue ahuyentando a los medrosos e infundiendo el profundo respeto de la muerte. Si el defensivo puede agregar a su solemnidad y a su silencio la colaboración de la calumnia biográfica, tan útil y tan benevolente cuando procede de amigos interesados, el aparato se complica a maravilla y sus efectos trascendentales escapan a los límites de la vida privada; los simples goces de la canonjía subalterna se dilatan hasta la celebridad mundial, y sobre el erial de su mente franciscana esos amigos calumniadores levantan enormes fábricas, monumentos de arquitectura híbrida que tienen del cuartel y de la penitenciaría y que al fin y a la postre hay que voltear a latigazos para dejar expedito el camino. No los sorprenderéis jamás en desarme ni con la puerta abierta; la vida entera funcionarán así, porque una vez montados caminan por la propia virtud de su automatismo.
    Un ejemplo histórico de esta gravedad defensiva lo tendréis en aquel general don Frutos Rivera, de tan risueña memoria : " Cierta afectación de gravedad estudiada, que probablemente era una forma adquirida después de haber llegado a ser entidad - dice quien le conoció de cerca - y con la que disimulaba la falta de proporción entre la posición que asumía y sus méritos reales, parecía ser una especie de precaución íntima contra la fama de embrollón y tramposo que bien sabía él que se le reprochaba. "
    La gravedad era una rueda importante de su aparato de protección.
    Basta que le entreguéis el uniforme, ¡qué digo el uniforme! un galón, la hoja fugitiva de un flamante entorchado, para que de ella haga un general, luego un gran estratega y por fin el genio mismo de la guerra. Y sin embargo, apenas penetráis más allá del dintel de la puerta, el vacío sorprende con su olor de tierra húmeda como en los sepulcros y en los sótanos abandonados.

¡Amémonos! Por Amado Nervo

Si nadie sabe ni por qué reímos
ni por qué lloramos.
Si nadie sabe ni por qué vivimos
ni por qué nos vamos;
si en un mar de tinieblas nos movemos,
si todo es noche en derredor y arcano,
¡A lo menos amemos!
¡Quizás no sea en vano!

Arte y artistas: Atahualpa Yupanqui Por Néstor A. Fayó Artículo extraído de la revista “Nativa”, del 30 de abril de 1958

     Muchas veces se habla de la libre inspiración artística, de la sublimidad de la misma, etc., en forma abstracta y lírica. Pero la realidad es otra, puesto que tal manifestación creadora por lo general no es libre, por ser producto de un ente pensante que en tales casos envilece esa misma inspiración en aras de un mendrugo.
Pero como reverso edificante y reconfortante que nos reconcilia con la majestad del arte y la dignidad del artista, encontramos también personas que no venden su lira al mejor postor; y una de ellas es precisamente Atahualpa Yupanqui.
      Así es este artista: inteligencia, capacidad creadora, notable ejecución, tesón a toda prueba, erigido en autodidacta por su falta de recursos para poder cursar universidades, y una gran firmeza de convicción para no doblegar sus inclinaciones ante la vía de la menor seducción del "acomodo"; por todo ello su inspiración es absolutamente libre. Esos son los factores de su éxito, .únicamente esos, sus condiciones de artista en la verdadera acepción del vocablo.
      No debe extrañar entonces, que se haya impuesto por su propio valer, y cuando el éxito se consigue en esa forma resulta inconmovible, porque es el juez supremo, el pueblo soberano que no se equivoca cuando su artista lo interpreta, el que da ese fallo definitivo. Y hace ya muchos años que el pueblo ha dado ese. fallo que no admite apelaciones. 'Su estilo tan personal, hace, de cada una de sus producciones una verdadera creación. Sus descripciones poéticas en los versos que sustentan sus canciones, tienen la misma característica: sencillez y belleza sin igual. Su creación tiene el encanto as nuestras flores silvestres, humildes, sencillas, pero bellas; por eso gustan, por eso el pueblo las ha hecho suyas. 
      Hemos dicho que surgió por propia gravitación de sus méritos, " sin recomendaciones "de arriba", sin imposiciones de nadie. Recordemos una anécdota: allá por 1932, antes de que triunfara plenamente en el ámbito nacional, fue contratado por la emisora de Santa Fe, la entonces Radio Rosa Soler. En aquella oportunidad se presenta a la emisora entrevistándose con el Director Artístico, en ese tiempo el Sr. losé Aquiles Acosta.
El aspecto del artista no era el de un dandy. Mal trajeado, sin guitarra, el citado director le prestó la suya para una prueba. De inmediato lo contrata, y apenas retirado Atahualpa, el propietario de la emisora le inquiere dubitativo al Director, sobre la capacidad del postulante. La respuesta del Sr. Acosta, hombre que sabe valorar el arte, fue categórica, expresando al propietario que ese ejecutante sería considerado a poco andar, como uno de los mejores valores de nuestro folklore. Así se fue imponiendo Atahualpa Yupanqui, y las palabras de aquel Director de una radio de provincia resultaron proféticas.
      Para complementar esta fugaz semblanza de este auténtico cantor de nuestros temas vernáculos, debemos señalar muy especialmente que fue uno de los precursores de la marcada corriente popular que desde hace tiempo se insinuara en pro de nuestra recuperación en la esfera del arte, con la vuelta a lo nuestro, a los valores reales de nuestro arte vernáculo. El difundió, como también lo hiciera don Andrés Chazarreía, nuestras danzas ya semi desconocidas en el Litoral argentino, y otras totalmente desconocidas, como el carnavalito, que hiciera representar por primera vez en Buenos Aires en 1943 en el teatro "Presidente Alvear" con la colaboración del malogrado gran maestro de nuestro folklore, don Dalmacio Castrillo.
       En aquellos años ya nuestra juventud no conocía una zamba, pero sabía de memoria desde las primeras notas los "foxtrots" en boga.
      Atahualpa Yupanqui pionero de la recuperación de nuestro arte campero, a sus méritos intrínsecos' como artista, une ese otro de haber luchado contra la corriente por la difusión de la música Argentina en nuestro propio país...

Una flor en el camino - Por Amado Nervo

La muerta resucita cuando a tu amor me asomo,
la encuentro en tus miradas inmensas y tranquilas,
y en toda tú... Sois ambas tan parecidas como
tu rostro, que dos veces se copia en mis pupilas.

Es cierto: aquélla amaba la noche radiosa,
y tú siempre en las albas tu ensueño complaciste.
(Por eso era más lirio, por eso eres más rosa.)
Es cierto, aquélla hablaba; tú vives silenciosa,
y aquélla era más pálida; pero tú eres más triste.

La tropa - Por Julio Diaz Usandivaras

Pasó la tropa cansada,
con sed, con hambre y furor,
cornadas tirando al viento
y mugiendo su dolor.

Protegidos por el poncho,
en alto la ronca voz,
iban detrás los reseros
revoleando el arreador.

Uno va en un zaino negro
cabos blancos; corredor,
(por el triángulo del poncho
se le insinúa el facón. . .).

En un tordillo nevado
 marcha el otro - pingo flor 
en la estancia el preferido
de los peones y el patrón.

"¡Toro negro! ¡Toro bayo!
siga la "güeya"! Y la voz
repercute por los montes
como si fuese un clamor.

El crespín está cantando
su tristísima canción
que lleva angustia a las almas,
casi al caer la oración.

De repente el toro negro
de la tropa se "cortó",
pero el del "tordo" nevado
paleteando lo volvió.

Galopando por los cielos
van las nubes en montón,
y sobre los campos verdes
no quiere alumbrar el sol.

¡Y qué lindo es, por la "güeya”
cuando más calienta el sol,
ver un pájaro asentado
omo esperando su amor.

Como saliendo del monte
negra nube, dibujó
una culebra de fuego
y sordo ruido se oyó. . .

Se levantaron las guampas;
algún toro allí mugió. . .;
y el chajá, por los caminos,
su grito indígena alzó.

"¡Toro negro!, ¡Toro bayo!,
siga la "güeya"!. . . Y la voz
era la voz de los montes
por la lluvia que  cayó ...

¡Lindos ponchos colorados
con listas de otro color;
qué importa se hayan mojado
si se han de secar al sol!

sábado, 5 de diciembre de 2015

VANIDAD ALECCIONADA (Extraído de la revista “Caras y Caretas”, año 1935)

        Tomás Moore, que fue célebre poeta irlandés, era hijo de un almacenero. Hallándose una ves en un banquete, un aristócrata vanidoso quiso humillarlo y le preguntó en alta voz si no era almacenero su padre. Moore, sonriendo, le contestó que si. El otro, entonces, tornó a preguntar que por qué no lo había hecho también a él almacenero. En respuesta pidióle Tomás que le permitiera. una palabra. "Le preguntaré si no fue acaso un gentilhombre su padre", dijo el poeta. El caballero, que no atinaba a donde iba a parar su interlocutor, contestó: "Tan gentilhombre fue, que jamás hubo quien lo igualara". 
        El poeta, que esperaba esta respuesta,, añadió; "Y entonces, ¿podría explicarme por qué su padre no hizo también de usted un gentilhombre?"
    La risotada general que acogió esta salida, fue el merecido castigo del impertinente.

Escuela Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” - Concurso literario “Contate un Cuento VIII”- Declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación Res. 1275/ set Ganador de la Categoría D: Gustavo Circelli - Balcarce

    - ¡Sargento Primero Reyes! - dijo el General de división con tono enérgico.
    - ¡Si, mi General, sí, mi señor! - respondió Reyes.
    - Parece que los hechos fueron muy desafortunados para usted, -agregó el General-
     -Un verdadero desastre-.
 El General no dejaba de mirar fijamente a Reyes, sentado en el piso del baño.
    - ¿Qué clase de ejemplo pretende ser usted Reyes? - preguntó el General-. Borracho y tirado en el piso  del bar “La gaviota” -. continuó diciendo..
    -Si me permite, mi General, puedo explicarle - aseguró Reyes con su voz entrecortada.
    -No tiene que hacerlo sargento Primero, mejor dicho Cabo Reyes- dijo el General.
    Juan Ignacio Reyes había ingresado al ejército Argentino en el año 1974, de voluntad férrea , con un alto compromiso con su Patria, dispuesto a todo y convencido de que su vida sería destinada a dar lo mejor de sí mismo por ella. Siempre de conducta intachable, era el mejor de su clase. Fue colocado en un lugar ejemplar de conducta y obediencia a seguir por el resto. El General rápidamente, no tardó en llevarlo a grado de Sargento Primero. El País estaba bajo régimen de la dictadura Militar con el Comandante en Jefe Agustín Lanusse como Presidente de los Argentinos y el Sargento Primero Reyes pertenecía a una élite del ejército encargada de reprimir y contrarrestar a las fuerzas opositoras y agrupaciones reconocidas como los Montoneros, Ejército revolucionario del Pueblo (ERP) y Fuerzas Armadas Revolucionarias(FAR).
    Reyes, oriundo de Trelew, vivió la niñez en el seno de una familia de clase baja, en las afueras de la ciudad. Su padre Augusto Reyes, siempre se ocupó de ganar el pan para su familia realizando todo tipo de trabajos. En muchas ocasiones debía ausentarse por varios días para trabajar en Puerto Madryn, donde efectuaba trabajos muy pesados y por una paga realmente miserable. Juan Ignacio estaba orgulloso de su padre y le prometió, algún día retribuirle todo su esfuerzo, dedicación y sacrificio.
    El 15 de Agosto de 1972, Augusto estaba en el día y en el lugar equivocados, esto marcaría a fuego el  destino de Juan Ignacio.  Augusto, era alguien que poseía todo tipo de habilidades, y en esa ocasión, fue contratado junto a un grupo de trabajadores más, para tareas de pintura y mantenimiento general en el  entonces Aeropuerto de Trelew.
     Augusto hacia las 19:00 Hs de ese día, se encontraba en el techo de las oficinas del aeropuerto reparando algunas filtraciones de agua. Los demás trabajadores se hallaban pintando paredes y escuchando LU20 radio Chubut de fondo. Los trabajadores seguían los resultados del Club Atlético Independiente de Trelew y serían  testigos del primer hito deportivo histórico del Club, que se consagraría como campeón del torneo regional de la liga de Fútbol del Valle de Chubut en 1972, y que posibilitaría la participación en la liga de primera división de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino),  junto con Huracán de Comodoro Rivadavia. La radio comenzó a difundir una información que alertó a los trabajadores. Informaba que desde el penal de Rawson, en la ciudad de Chubut, se habían fugado un grupos de presos de las FAR y la ERP y se dirigían hacia el aeropuerto de Trelew perseguidos por el ejército.
    El primer grupo de prófugos, de 6 personas llegó al lugar en un Ford Falcon y se dirigió a un avión de aerolíneas Austral previamente secuestrado por un grupo comando y armado de apoyo, que viajaba como parte de los pasajeros. El avión pertenecía al vuelo 811 con 106 pasajeros a bordo y había despegado del Aeropuerto General Mosconi de Comodoro Rivadavia y se dirigía al Aeropuerto de Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires, con escala en Trelew. Este grupo de 6 obligó a bajar a los pasajeros y esperó la llegada del segundo grupo de prófugos.   
    Los trabajadores, al notar las armas y el movimiento que se estaba generando, abandonaron sus labores y corrieron fuera del aeropuerto. Uno de los pintores que se encontraba sobre su escalera, pintando la pared, comenzó a bajar presuroso y metros antes de llegar al suelo, se arrojó de la misma. La escalera, tras el movimiento giró, perdió el apoyo y se precipitó al suelo. Augusto desde el techo se enteró de la situación minutos después y corrió por el techo hacia la escalera que ya no estaba allí. Preso del pánico, se colocó boca abajo sobre el techo para esconderse.
     El avión, y dado que el resto de los prófugos no llegaban, despegó hacia Chile para solicitar, más tarde, asilo político.
El segundo grupo de 19 presos políticos, llegó al aeropuerto en tres taxis particulares y otros medios, y tras no encontrar al aeronave, decidió tomar al Aeropuerto por la fuerza.
    Augusto temblaba de miedo, pues al asomarse, podría ser alcanzado por el disparo de alguno de los guerrilleros armados y con una tensión propicia para disparar ante la duda.
    Los prófugos, al ver frustradas sus posibilidades de fuga, y dado que los efectivos de la Armada rodeaban toda la zona, llamaron a una conferencia de Prensa para hacer pública la situación como garantía de su seguridad, y depusieron sus armas a los efectivos de la Armada.
    Augusto se asomó por el techo, aliviado porque ya todo había acabado y realizó señas para que lo ayudase a bajar. Un militar lo esposó y lo llevó con el resto de los prófugos.
    -¡No me lleven!, soy un pintor, solo arreglaba el techo, -imploraba Augusto.
    - No se le permite hablar, -dijo el militar.
    Los prófugos, incluido Augusto, fueron conducidos dentro de un colectivo a la Base Aeronaval Almirante Zar, donde fueron totalmente recluidos y sin derecho a nada. Los días pasaron y la censura establecida en el País durante la dictadura, y el hermetismo militar, impedían que Juan Ignacio supiese a ciencia cierta el destino de su Padre.
    Augusto pedía a gritos hablar con algún responsable, quería ser escuchado  ya que nada tenía que ver con lo sucedido, solo estaba arreglando el techo y  no había podido bajar porque la escalera no estaba. Su voz jamás fue escuchada y fue fusilado sin más, junto a otros prófugos en la base Aeronaval, en la madrugada del 22 de Agosto. La versión oficial, decía que Augusto Reyes había sido muerto en el aeropuerto por los mismos guerrilleros que tomaron el Aeropuerto de Trelew.
    Juan Ignacio Reyes, juró que su vida la iba dedicar a la memoria de su Padre, su lucha sería incansable contra las FAR y las ERP. Así fue como se enlistó en el Ejército. No tenía ideas políticas propias y tampoco le interesaba nada de ello, solo buscar un alivio permanente en su lucha personal y, de alguna manera, devolverle a su Padre todo lo que le prometió alguna vez. Sentía que tenía una deuda clavada en lo más hondo de su corazón y que nunca podría pagarle. Cada intervención militar que él realizaba la focalizaba en la imagen de su Padre, veía su cuerpo caer abatido por un guerrillero en el aeropuerto, con su brocha de pintor en el suelo  y sus manos con pintura, castigadas por el duro trabajo, sin posibilidad alguna de defenderse.
    Juan Ignacio, por las noches, y con su uniforme militar, concurría al bar “La Gaviota” a terminar su día y beber algo de licor mientras recordaba a su Padre y lo ocurrido  hacía 6 años atrás. El día anterior a la final de la copa mundial FIFA 1978 le había solicitado al General, poder cambiar su guardia para poder ver la final entre Argentina y Holanda en el bar a las 15:00 Hs.
    Todos pidieron por lo mismo al General, pero solo el ejemplo de todo el regimiento, el sargento Primero Reyes, obtuvo dicho permiso.
    El partido había comenzado, el bar estaba repleto entre Militares de alto rango y público en general. Reyes estaba cerca del televisor a todo volumen viviendo ese momento histórico, sentado junto al General. Bebían una cervezas en forma distendida y propiciando aplausos por los remates del “matador” Marito Kempes , los cabezazos de Daniel Passarella y las voladas del “Pato” Fillol con la voz radial de José María Muñoz….
    .« Ardiles pasa el balón a Luque, gira y mete el pase para Kempes, el matador va y va, elude dos defensores, se mete en el área, sale Jongbloed a tapar y …. GOOOOOL »
    El bar explotó de ira y felicidad al mismo tiempo, las cervezas se derramaron y una pequeña avalancha con empujones dejaron a muchos lamiendo el suelo.
    Reyes había ya consumido más de 3 cervezas , hacia  el final del  segundo tiempo del partido. El General dialogaba con Reyes:
    -Solo un maldito gol del matador, - ¿Qué pasa? -.Falta mano dura. -dijo el General.
    -A estos Holandeses hay que ganarles a lo guapo -agregó Reyes.
    -Yo pondría a 2 o 3 “miliquitos de Trelew” para enseñarles lo que es ser Guapo. -agregó el General.
    Juan Ignacio, se sorprendió del comentario y le pidió que le aclarara.
    -Ponerlos boca abajo en el vestuario a todos los Holandeses y darles lo que se merecen.- dijo el General riéndose a carcajadas.
    -Me acuerdo del pobre pintorcito del aeropuerto, lo tuvimos que quemar porque vio el fusilamiento.-Concluyó el General.   
    A Reyes pareció caerle el universo de planetas encima, la imagen de su Padre ahora estaba bajo el gatillo de lo que tanto había defendido en su vida. Una convulsión desenfrenada hizo vomitar toda su cerveza al tiempo que Naninga empataba el partido para los Holandeses.
    Reyes se levantó a duras penas de la mesa y fue al baño mientras el General gritaba despotricando contra la selección Argentina.
    Ya en el baño, se miró al espejo, dejando ver sus lágrimas y sus ojos enfurecidos. El amor a su Padre se mezclaba con el odio a sí mismo y al ejército. La vergüenza recorría sus venas e imaginaba  los dedos acusadores de Augusto pero con los ojos llenos de cariño hacia su hijo, como dándole ese perdón desde la lejanía. Ahogado entre la cerveza y su dolor, se tambaleó frente al espejo, corría el minuto 105 del suplementario del partido, el bar estallaba y se sacudía con el gol del matador Kempes. La Cabeza de Juan Ignacio tenía un conjunto de sentimientos encontrados, la verdad de su Padre, su propia vida dedicada a una mentira y el bar que festejaba a gritos.     
     Se desmayó, y su cuerpo quedó tendido en el baño. El General fue informado de la situación y acudió a socorrerlo………..
     - ¿Cabo? , ya no más mi General, se equivoca   -dijo Reyes con cierto abatimiento- .
     - Nunca más será “Mi General” -. Con lágrimas en sus ojos.
    - Renuncio a su maldito Ejército. -Y arrojó la insignia de Sargento Primero por los pies del General.
    Juan Ignacio sacó su arma corta y apuntó al General, lo obligó a arrojarse al piso mirando hacia el suelo. Colocó su arma en la nuca del General y quitó el seguro.
    .« Pasarella para Houseman, tira pelota larga para Bertoni hacia la izquierda, pase al centro para Kempes, el matador encara y va , se mete en el área, pase para Bertoni, pared de devolución a Kempes, de pecho la devuelve a Bertoni, rebota en el matador , Bertoni gira y remata ....GOOOOL  »

sábado, 28 de noviembre de 2015

EMOCIÓN VIVIENTE Por José Valdés

Yo soy una emoción a toda hora,
una viva inquietud, una armoniosa
emoción que se ignora.

Murió en mi carne el pobre "yo" egoísta,
con todo afán de gloria y de riqueza.
Puedo decirlo: soy  una conquista
de la naturaleza.

Ante el mundo me abrigan tres virtudes:
hondo consuelo para  las tristezas,
ágil ensueño para excelsitudes,
perdón y olvido para las flaquezas.

Ante mis ojos ábrense dos rutas
atormentadas por fugaces tiznes:
el Amor, con sus ansias absolutas,
la Verdad, con el cuello de sus cisnes.

Y seré lo que soy, siempre y ahora,
sobre el dolor del angustiado viaje:
una emoción viviente que se ignora,
un cantar armonioso ante el paisaje.

POEMAS PASIONALES - Por Adolfo León Ossorio (Extraídos de la revista “Caras y Caretas”, año 1935

                       I

Por todas partes te buscó mi anhelo,
por todas partes te buscó mi angustia;
por los mares azules y remotos,
por las tierras fantásticas y absurdas.

Hasta por las ciudades legendarias
se detuvo a buscarte mi locura,
y pasó por las nuevas Babilonias
mi alma, como una queja, tras la tuya.

Busqué tu cuerpo en todos los estanques,
tus ojos en las selvas taciturnas,
y tu boca, aromada de camelias,
en el jugo insinuante de las frutas.

Bajé al infierno y te busqué en sus llamas,
subí a la gloria y te busqué en sus músicas;
y te sigo buscando todavía...
y no he de hallarte, aunque te busque... nunca.


                       II

Vibrando estás en esas melodías
ingenuas y traslúcidas,
que emborrachan de amor en las quimeras
de las mujeres que no llegan nunca.

Vives en los luceros palpitantes,
y en los sueños románticos de luna,
y en las tiernas canciones de imposibles
que dentro de mi pecho se arrebujan.

Encendidos están los tenebrarios
para ti, de mis férvidas locuras,
y en las noches febriles de mis ansias,
como una diosa, por mi mente, ambulas.

Por donde va la cauda de tu ensueño,
vierto el copal de mis esencias puras.
¡Y te llevo en las andas de mis cuitas
hasta el hueco impasible de mi tumba!

Canción sin sentido - Por RABINDRANATH TAGORE

         Ay! ¿Quién pintó tu trajecillo, hija mía, quién le puso a tu dulce cuerpecito ese vestido grande? Esta mañana, tambaleándote y tropezando en tu correr, saliste a jugar al patio. Pero, di, ¿quién te pintó el trajecillo, hija mía?
Di, ¿qué es lo que te hace a ti reír, capullito de mi vida? Tu madre te sonríe de pie en el umbral; toca las palmas y sus brazaletes repiquetean. Y tú bailas con tu caña de bambú en la mano, pastorcilla mía. Pero ¿qué es lo que te hace a ti reír, capullito de mi vida?
Pedigüeña, ¿qué me quieres colgada así a mi cuello, con las dos manos? ¿Qué es, di, lo que pides?
Alegre, el viento se lleva el retintín de las campanitas de las ajorcas de tus tobillos. Sonríe el sol y te mira cuando te vistes. El cielo te vela mientras duermes en brazos de tu madre, y la mañana viene de puntillas a tu cuna a besarte los ojos. El viento gozoso se lleva el retintín de las campanitas de las ajorcas de tus tobillos.
El hada - madrina de los sueños - llega en el cielo crepuscular volando hasta ti. Todo el sentimiento material del mundo está contigo, en el corazón de tu madre. Al pie de tu ventana toca su flauta el cantor de las estrellas.
Y el hada - madrina dé los sueños - viene en el sueño crepuscular velando hasta ti.

Escuela Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” - Concurso literario “Contate un Cuento VIII” Declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación Res. 1275/ set Ganador de la Categoría C: Juan Valentini, alumno de 5º año de E.S. Nº 4

El misterio de las tapas negras


Son las tres de la mañana y no logro dormir, cansado de mirar el techo doy vueltas, vueltas que me despiertan más. Mi mujer duerme, yo no, no puedo, puntualmente mi mente no me lo permite. Me levanto y me dirijo a mi oficina.
  Soy escritor, es el hobby que alimenta a mi familia y a mi alma. Escribo muchas cosas e incluso, a veces cosas sin sentido. Enciendo la luz y me siento. Mi bolígrafo descansa sobre un periódico, lo miro, parece que me mira y así por un largo rato. Desenfoco la vista y observo el periódico que está bajo el bolígrafo, lo tomo y lo hojeo con desgano. Una página me llama la atención, me detengo a leerla. Era la sección del obituario. En uno de los reconocimientos estaba escrito: “Desvela el misterio y modifica el pasado”  -    Rosalinda Fustos 27 / 7 / 1997


Corría el otoño de 1967 en Villa Epecuén. Fue un día como cualquier otro… bueno, quizá no tanto. El frio y el viento golpeaban incesantemente las aberturas, como esperando una invitación a entrar… Dentro de su casa el clima cambiaba un poco. Las fragorosas llamas del hogar creaban un ambiente cálido y confortable. El fuego escupía luces, luces que se reflejaban danzando caprichosamente sobre su rostro, se movían libremente  sobre sus arrugas, finamente cinceladas por la dureza de una vida sin prejuicios. Su nombre era común, más que común…, perfecto para su edad, su nombre era Rosalinda. Aquel día se sentía feliz, ese raro día otoñal iba a ser único, sucedía una sola vez en la vida y debía hacerse correctamente, había sido una tradición familiar durante siglos y debía continuarse, ese solemne “rito” caracterizaba a la familia Fustos.
Rosalinda tenía una hermosa hija, de un ex matrimonio, se llamaba Martina García Fustos. Esa pequeña era el porqué de la felicidad de Rosalinda.
El reloj marcaba las tres de la tarde…
-¡Martina!
-¿Qué ocurre mamá?
-¡Necesito que vengas, tenemos que hablar!
Con inmancable obediencia bajó las ruidosas escaleras y se sentó frente a su madre.
-Sí, ¿Qué querías decirme?
-Hoy es un día especial. ¿Sabes por qué?
-No… ¿Qué ocurre?
-La familia Fustos ha tenido una tradición desde antaño…
-¿Una tradición?
-Sí, y se encuentra justo ahí dentro.
Firme y decididamente apuntó hacia una caja de plata con 7 candados. La tomó, la depositó sobre sus rodillas y miró a su hija con firmeza.
-Lo que vas a ver ahora no lo entenderás, pero aun así debes hacer todo lo que te diga
-De acuerdo…
Luego de unos minutos, los candados estaban abiertos y el contenido esperando a ser liberado. Con ojos expectantes, Martina, de nueve años de edad, esperó ansiosamente que la brillante tapa de plata se abriera. Al hacerlo, Rosalinda retiró un obsoleto libro de tapas de cuero negro y con un soplido, el polvo se echó a volar. Con un gesto le indicó a su hija que lo tomara…
-¡Dale! No tengas miedo.
-¿Y qué hago con esto?
-Léelo…
Con curiosidad, abrió la tapa de cuero negro y deslizó la primera hoja que estaba en blanco. Repitió la acción con la segunda hoja, que también estaba en blanco y así sucesivamente hasta llegar al final del libro, sin dar crédito de lo que veía.
-“…”
-Está en blanco.
-Sí…me di cuenta, sigo sin entender.
-Martina tienes nueve años, hay muchísimas cosas que no entiendes…
-Y…
-Acuérdate de esto… cuando llegues a tener la edad que tengo hoy revisaras este libro y veras que está totalmente escrito.
-¿Y tú esperas que yo crea eso…?
-No, quizá lo creas y entiendas cuando tengas mi  edad.
-¿Y qué se supone que debo hacer cuando eso pase?
-El libro que tú tienes en tus manos representa tu vida, ahora lo ves en blanco porque todavía te falta “escribirla”. Cuando seas anciana como yo, habrás vivido tu vida y el libro estará escrito. Cuando eso pase podrás manipularlo, volverlo a escribir, para poder tener la vida que siempre deseaste.”
-Sí, Sí, claro…
-Dime ¿Cuál es tu sueño?, no importa si es banal o profundo.
-Emm… No sé… Supongo que cuando sea grande, me gustaría casarme con un escritor inteligente y apuesto, como papá…
-Créeme, en su debido tiempo lo tendrás.
...
A menudo suelo visitar a mis personajes, me agrada que me vean como su creador. Soy una especie de dios literario, solo que no me adoran. Esa madrugada  quise visitar a Rosalinda y a Martina. Hablar, chequear como iba su vida y preguntarles como querrían que “continúe su historia”.
Como su creador soy libre de  entrar y salir de sus casas y siempre soy bienvenido. A la casa de Rosalinda voy caminando, todo me queda cerca. Cree un mundo pequeño… o yo soy muy grande.
Cuando arribo admiro la casa de la familia García Fustos. La arquitectura es bastante clásica, nada mal, siendo que la diseñó un escritor. Me acerco a la puerta con la intención de entrar, voy a tomar el picaporte y siento que alguien me toma del hombro y me sacude. Todo se vuelve negro. Me siguen sacudiendo…
-¡Pablo despertarte! Son las once de la mañana
Me he quedado dormido sobre el escritorio, la página del obituario me ha servido de “almohada”, no fue cómoda, pero al menos me dormí. Me despierta mi mujer, a los gritos, desesperada.
-¡Joaquín entra a las doce y media, apúrate!
El resto ya se lo imaginan. Rutinaria y rápidamente me baño, me visto, almuerzo y aun así mi hijo llega quince minutos tarde al colegio…
Bueno… Fue un gusto escribir este artículo sin sentido… o, con “sentido cotidiano”. A las trece horas empiezo a trabajar, pero antes de dejarlos quisiera presentarme, sí, tendría que haberlo hecho al principio, pero con lo del insomnio me olvide...
En fin… mi nombre es Pablo Otamendi y mi mujer se llama Martina García Fustos.

domingo, 22 de noviembre de 2015

VI CONCURSO LITERARIO NACIONAL ORGANIZADO POR LA BIBLIOTECA POPULAR BECK-HERZOG


BIBLIOTECA POPULAR BECK-HERZOG
SAN MARTIN 1632- HUMBOLDT (SANTA FE)
03496-480417  -  bibliohumboldt@arnet.com.ar

VI CONCURSO LITERARIO NACIONAL
ORGANIZADO POR LA BIBLIOTECA POPULAR BECK-HERZOG
Auspician este evento: MUTUAL REGIONAL “CENTENARIO DE HUMBOLDT”  
 MUTUAL DEL CLUB JUVENTUD UNIDA DE HUMBOLDT

BASES

·       La participación está abierta  a argentinos de 16 años en adelante.
·       Género: NARRATIVA: CUENTO
·       Las obras deberán estar escritas en idioma nacional en hoja formato  A4 (210x297mm) a máquina o Arial 12 a doble espacio sobre una sola cara del papel, márgenes de 2,5 cm y tendrán una extensión máxima de tres páginas.
·       Las obras deben ser originales, inéditas, no haber sido premiadas, ni presentadas en ediciones anteriores ni en otros concursos pendientes de resolución.
·       Los trabajos se presentarán por triplicado y deberán estar firmados con seudónimo, debiéndose adjuntar un sobre cerrado en el que figure en su frente externo el o los título/s de los trabajos presentados y el seudónimo elegido. En su interior una hoja en la que constará nombre y apellido del autor, domicilio, localidad, código postal, dirección de mail, teléfonos o lugar donde dejar mensajes.
·       El tema del certamen será LIBRE, si bien parte de la narración deberá transcurrir EN EL CAMPO o incluir algún elemento y/o circunstancia relacionado/a al campo.  Las obras podrán pertenecer a cualquiera de los subgéneros: policial, fantástico, realista, realismo mágico, ciencia-ficción.
·       Los trabajos deberán ser entregados personalmente en la  Biblioteca  Popular Beck-Herzog, de Humboldt, o remitidos por correo postal a la siguiente dirección:
Biblioteca Popular Beck-Herzog, San Martín 1632, C.P. 3081, Humboldt, Provincia de Santa Fe, Argentina. El plazo de recepción vence el 30 de Diciembre de 2015. (Se tendrá en cuenta la fecha del matasellos) No se aceptarán trabajos enviados por mail.
·       El Jurado estará integrado por escritores y profesores de letras de reconocida trayectoria regional. Sus nombres serán difundidos con el fallo de los mismos.
·       Se establecen 1º, 2º y 3º premio, y la cantidad de menciones que el jurado determine.
·       El PRIMER premio constará de $ 1500, un libro y diploma; el SEGUNDO, de $ 1.000, un libro y  diploma, y el TERCERO, de  $ 500, un libro y diploma; todas las menciones recibirán diploma.
·       Los premios serán entregados en una ceremonia pública a celebrarse en la localidad de Humboldt, durante la segunda quincena del mes de mayo 2016, en el local de la Biblioteca Popular Beck-Herzog; la fecha y hora serán comunicados a los premiados con antelación. SI LOS GANADORES DEL PRIMERO, SEGUNDO Y TERCER PREMIO RESIDEN EN LA PROVINCIA DE SANTA FE O EN ALGUNA DE LAS PROVINCIAS LIMÍTROFES, DEBERÁN ASISTIR AL ACTO DE PREMIACIÓN PARA HACERSE ACREEDORES DEL MISMO.
·       Cualquier situación no prevista en estas bases será resuelta por los organizadores y comunicada a los jurados. La participación en el certamen implica el conocimiento de estas Bases, la omisión o violación de alguno de los requisitos producirá la exclusión automática del participante. Los trabajos recibidos no serán devueltos.
·       Ante cualquier duda comunicarse al teléfono 03496-480417, 03496-15577739, en el horario de 9 a 12hs y de 17:00 a 2000 hs. o la siguiente dirección de mail: bibliohumboldt@arnet.com.ar



sábado, 21 de noviembre de 2015

Concurso literario “Contate un Cuento VIII” Ganadora de la Categoría B: Morena Larroquet - alumna de 3º año de E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”

       Saber sin mirar


       Las canciones de la calesita llenaban la plaza, la risa de los chicos  se complementaba a la perfección con esta melodía Esa era otra de las tardes de otoño en la cual llevaba a mi hermano menor a la plaza, para que probara su suerte tomando la sortija, que aquel desagradable hombre movía. Parecía disfrutar con que los pequeños no pudieran siquiera alcanzarla. Se reía fuertemente y mostraba sus amarillos dientes, mientras tiraba su cabeza hacia atrás.
Todo era tan normal como siempre, pero seguía siendo agradable, lo cual lo hacía entretenido. La mayoría de las veces éramos siempre los mismos quienes nos aproximábamos a  la plaza los días de semana. Yo no charlaba, me parecía aburrido y no me animaba, como nadie se acercaba a mí, tampoco yo lo hacía, ni me esforzaba para que me agreguen a su animadas charlas de política, de lo mal que iban las cosas, del nuevo tatuaje de la hija del carnicero, o lo que había pasado en la novela el día anterior;  me parecían puros chismes, que tan solo hacían parecer a sus patéticas vidas  algo menos aburridas.
Esa tarde un viejo hombre se sentó en el mismo banco en el que yo estaba, era ciego, me di cuenta por sus anteojos ahumados y el bastón que llevaba en la mano.
-No me mires con pena  dijo.
   Yo me quedé callada, con cara de sorprendida, pensando en cómo había hecho para saber que yo lo había estado mirando, y que lo había hecho con pena.
- No es necesario que lo hagas, puedo ver todo, cada color como vos lo haces, no tienes porqué compadecerte de mí - agregó.
Sus palabras me golpearon como si hubiera chocado contra un auto, era verdad, él era tan “normal” como yo y lo había estado mirando como si estuviera en un cajón, me sentía una completa imbécil por lo que había hecho. Por más que mis emociones fueran un huracán, mi cabeza repetía sus palabras acerca de los colores: “puedo ver todo, cada color como vos lo haces”.
-Lo lamento - dije tartamudeando y un poco nerviosa- ¿Cómo puedes saber cómo son los colores o verlos?- pregunté rápidamente, tenía que arriesgarme ya que esa pregunta me estaba dando vuelta en la cabeza, además no perdía nada, seguro que no volvería a ver o siquiera cruzar palabra con aquel hombre de cabellos canosos, otra vez en mi vida.
Luego de reírse de mi comentario por unos segundos, los que para mí fueron horas, dijo:
- ¡Qué bueno que preguntas! Nunca nadie se había atrevido a hacerlo. Bueno, te lo voy a contar ¿Tienes tiempo?
Levanté la cabeza, mi hermano había conseguido la sortija y tenía dos boletos más y según mi reloj todavía faltaba más de una hora para ir a casa  a merendar. Tan solo asentí en señal de repuesta.
-Si, obvio- dije muchas veces al darme cuenta de mi error, él solo esbozó una leve sonrisa.
-Para que sepas yo antes podía ver, pero fue el cáncer lo que me dejó así, yo ya sabía lo que me iba a suceder - me quedé atónita al escucharlo hablar con tanta soltura de algo tan doloroso-. Tuve suerte, yo sabía lo que iba a ocurrirme, sabía que no quería olvidarme como eran los colores, así que tan solo sé cómo éstos son para mí. Yo nunca utilizo la palabra mirar, ver u observar de manera literal, más bien los siento y escucho, tan solo para no olvidarlos. El rojo es el color de la traición ,de algo poderoso que no sana fácilmente, pero en cuanto lo hace, es la mejor sensación del mundo, uno se siente bien, mejor. Es como un vino, para que   se añeje tarda años, pero al probarlo no hay mejor bebida. El rojo también se encuentra cuando los acordes en una canción  llegan a su punto máximo, esto te lleva al cielo y al rojo. Luego tenemos al - en ese momento llegó mi hermano corriendo agitadamente.
-Voy a jugar en las hamacas, ¿me vas a buscar cuando tenemos que ir a casa?-preguntó de una manera  inocente.
-No, te voy a dejar todo el día en la plaza para que seas más bueno y no rayes mis libros- Le dije mientras lo levantaba en mis piernas y le hacía cosquillas- Bueno pero no te vayas lejos- agregué mientras se alejaba corriendo y riendo.
-Esa risa,- dijo el anciano es el mejor ejemplo del color naranja, es la completa sinceridad que se puede encontrar en la risita de un niño,  en el abrazo de esa persona que te ama,  y en esas comidas que las personas que te rodean hacen  especialmente para ti. Pero tan solo si superaste la traición del  color rojo y si aceptas que para éste es necesaria la felicidad que se encuentra en el color amarillo, caracterizado por sus cosquillas en la panza, que te hacen que no solo sientas el amarillo, sino también genera que veas todas sus variantes a partir de esos gritos que suplican una tregua para poder respirar y dejar de mover las piernas frenéticamente . Y ya que estás mirando el cielo te cuento … el azul es la confianza, que la escuchas en los aplausos y en cuanto te animas a cruzar la calle junto a una persona de la cual no sabes nada, pero la calidez de sus manos te dan la información suficiente como para confiar en ella, además de ser el olor del chocolate, dulce y al mismo tiempo cálido. Ahora dime, ¿Qué genera la suma de estos?
- ¿El verde?- pregunté en  forma de respuesta-
-Correcto pequeña.  afirmó con una sonrisa en sus labios- Bueno, como te decía, el verde es el dolor de una picadura de abeja, el sabor de la acidez de las cosas. Porque al estar feliz, depositas toda tu confianza en alguien, pero el verde es la pérdida de ambas. En cuanto alguien te traiciona. Tú pierdes el color azul y el amarillo de tu vida, es una sencilla suma de partes, pequeña. Por último,  nos queda el más complicado …
- El violeta- dije esta vez sin dudarlo- si no me confundo es sentirse mejorado más la confianza. En otras palabras, es la suma del azul y el rojo.
-Aprendes rápido pequeña.- era divertido que me dijera así, hacía que sintiera el calor y la dulzura del azul -¿No te ha sucedido estar en un lugar donde crees que eres un bicho malo y feo o de  ser un pez fuera del agua, pero al recordar algo que te gusta, todo cambia y te sientes bien y como si todo estuviera organizado para ti?
Se quedó callado esperando a que yo respondiera, pero seguía pensado en sus palabras anteriores, hasta que por fin reaccioné. Confirmé  lo que me había dicho, era puntualmente lo que me sucedía tantas veces, parecía que me hubiera leído la mente.
-Bueno, como conoces la sensación te va a ser más sencilla entenderla -prosiguió el hombre a mi lado,  ese es el color violeta, lo encuentras en el helado, cuando te atragantas con él y luego te congelas el cerebro, pero finalmente el efecto pasa y tu terminas con una sonrisa en tu labios. Así encuentras la suma entre el rojo y el azul  Terminada su exposición, miró su reloj y dijo- bueno debo irme, espero que puedas poner en practica todo lo que ahora sabes.
- Adiós- le respondí- y le aseguro que lo haré.
  Él tan solo se levantó y se fue, la noche comenzaba a caer y todos ya se estaban yendo a sus casas. Llamé a mi hermano e hice lo mismo.
Aquel anciano de cabellos canosos y anteojos oscuros no volvió a la plaza, pero yo ahora cada vez que probaba algo ácido, recordaba el pasto, ahora la risa de mi hermano era color naranja, los momentos incómodos los pasaba pensando en violeta, los chocolates para mi  eran azules, la cosquillas irradiaban el color amarillo por todos lados y la mejor sensación del mundo luego de la traición, me llevaban a mi hermano y sus preciosos rizos. Ahora podía saber sin mirar.

Escuela Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” - Concurso literario “Contate un Cuento VIII” - Declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación Res. 1275/ set. Ganadora de la Categoría A: Cecilia Jane Bratten, alumna de 2º año Colegio San José de Balcarce

Explotación del hombre por el hombre


¿Qué se te viene a la mente cuando digo “explotación del hombre por el hombre”? ¿Piensas en personas explotando la naturaleza y no puedes imaginarte cómo sería con el caso de un humano? Si es así déjame enseñarte mi vida...
Cuando nací era libre, no lo sabía, pero lo era. Jugaba con mis vecinos todo el día sin preocupaciones. No había suficiente comida ni agua para satisfacer a todos, pero nos alcanzaba para vivir. De vez en cuando todos se ponían nerviosos y yo no entendía por qué, ¡para mí esos días eran geniales! Mi mamá me decía que debíamos jugar a la escondida y que los hombres vestidos de amarillo y rojo no me tenían que encontrar.
Mi vida era genial hasta que, dos meses antes de mi cumpleaños, mi hermano de 21 años desapareció cuando los hombres vinieron. Mi primer pensamiento  fue: ¡lo encontraron! Pero al cabo de unos días me empecé a preocupar.
-¿Cuándo vuelve Pasua?- Le pregunté a mi madre mientras limpiaba ropa en el rio.
  Ella dejó caer la ropa, bajó la cabeza y respondió calmadamente
 -No lo hará
-¿Cómo que no lo hará?- no podía entender.
-Se fue de viaje y no volverá
Siempre le creía a mi madre, pero por alguna razón esta vez sabía que había algo que no me contaba. De todas formas supe que no diría más que eso, así que
-No dijo adiós - agregué
-Lo sé, lo sé- Me abrazó, pero cambió de tema como si la conversación nunca hubiese pasado -Ve a jugar con tus amigos, Menelik
Traté de sacar información de mis amigos, pero lo único que sabían ellos era que los hombres venían de más allá que el mar. Supe que iba a tener que esperar hasta mi cumpleaños para conseguir más información.
Cuando llegó el gran día mi mamá me preguntó qué deseaba y yo, con toda la seguridad del mundo, le dije que quería la verdad. Pensé que iba a tener que explicar que me refería a los hombres y a Pasua pero no, ella supo al segundo a que  me refería.
- Ok...- dijo en un suspiro -Los hombres son conocidos como españoles y nosotros somos africanos, según ellos. Nos llevan a un lugar que está más allá que el mar y nunca nos traen de vuelta-
-Pero qué hay allá y por qué es tan malo-
-No lo sabemos, pero sí sabemos que es malo porque a nuestros familiares y amigos  se los llevaron los han encerrado en jaulas y los han golpeado
Asentí con mi  cabeza y después fui a mi habitación y comencé a llorar por lo que le pasó a mi hermano y a todas las otras personas que tuvieron que pasar por eso.
Después de ese día ya no fue lo mismo esconderse de los hombres. Después de ese día el miedo comenzó a alimentarse de mí y de mi dignidad. Los españoles llegarían y yo me escondería rogando para que no me encontraran. Hasta que llegó un día, en donde todo cambió...
Yo ya tenía 18 años, me estaba escondiendo con mi madre Ella hizo un ruido y la escucharon, se empezaron a acercar hacia nosotros y de repente desapareció el miedo. Quiero decir que ese terror que me consumía se esfumó. Fue como si mi mente se cerrase por completo y mi cuerpo se manejase solo. La empujé atrás de otros arbustos y el hombre que se acercó me vio, me agarró del brazo y gritó algo a los otros hombres. Mi madre se asomó a través  de los arbustos como para salir, yo le hice que no con la cabeza y obedeció.
Me llevaron hacia una enorme casa  flotante, después aprendí que se llamaba barco. Una vez adentro me encerraron en una jaula. Había alrededor de 100 hombres, o capaz que mi mente exageró por el miedo, que para entonces ya volvía a sentir, la verdad es que no estaba seguro. Reconocía a muchas de las personas que me cruzaba, pero cuando me pusieron en mi jaula tenía total desconocidos a ambos lados y enfrente, donde estaban las mujeres.
Los chicos que tenía a mi costado eran de mi edad, probablemente nos acomodaban por edad como alguien acomoda juguetes por tamaño, y la chica de adelante tenía 16, lo sabía porque escuché que lo dijo no porque me animase a hablarle. Mis vecinos eran Bem y Rasul, me hice amigo de ellos en el viaje. Nos alimentaban muy poco, tenía menos comida que en mi casa. La chica de adelante conocía a una de sus vecinas y escuché una de sus conversaciones:
-Tengo miedo- dijo su vecina.
-No te preocupes, Leiza, mientras yo esté aquí nadie te lastimará- tenía la voz más suave y hermosa que jamás había escuchado.
-¿Cómo haces para ser tan convincente, Maiba?- le preguntó.
-Me esfuerzo- y empujó su pelo hacía atrás haciendo que se me inunden las pupilas, era tan hermosa.
No estoy seguro cuando o como descubrí que Rasul iba marcando cuantos días pasaban, pero a partir de ese momento saberlo  se convirtió en una adicción. Cuando pasaron 12 días decidí que iba a hablar con Maiba, ya había pasado mucho tiempo y más de una vez nuestra miradas se cruzaban. Decidí que lo iba a hacer a los 15 días, para planear lo que iba a decir.
Y el gran día llegó. Ya lo había pensado más o menos, pero ahora mi mente estaba en blanco. Su amiga estaba dormida, me acerqué a ella y le dije:
-Hola- ella me hizo una pequeña sonrisa que duró un segundo y no dijo nada, entonces decidí seguir hablando -Soy Menelik. ¿Vos?-
-Maiba- respondió -¿A dónde crees que nos llevan?-
-No lo sé. Para mí siempre fue conocido como: “Más allá que el mar”.
-Sí, para mí también.
Y a partir de esa conversación  estuvimos más unidos con Maiba que nunca. No sabíamos si considerarnos pareja, pero no nos preocupaba el título. Una vez transcurrido los 32 días nos sacaron a todos y nos hicieron caminar lentamente hacia afuera, yo iba de la mano de Maiba. Nos llevaron a un lugar y nos colocaron en otras jaulas, estábamos en tierra. Más allá que el mar, encontramos tierra.
-Tengo miedo- dijo Leiza -Más que antes.
-Lo sé, lo sé- le dije -Estaremos bien- Maiba me sonrío, me abrazó y me tomó el brazo, nunca estuvimos tan cerca. Decidí aprovechar el momento y la besé. Cuando estaba por besarla por segunda vez la agarraron, le ataron las manos y se la dieron a un hombre. Yo empecé a gritar y a sacudir la jaula como loco, no podían llevársela, no podían hacerlo. De todas las cosas que me hicieron hacer nunca los perdonaré por habérsela llevado.Después de eso se llevaron a Rasul y seguidamente a Leiza.
-¿Bem?-
-¿Si?-
-¿A dónde crees que nos llevan?-
-No lo sé... No lo sé...-
Y finalmente me trasladaron a mi. Me llevó un hombre vestido de algo a lo que se le llama “gala”. Me hicieron trabajar. Me hicieron hacer mi trabajo sucio. Y ahora, después de un año de trabajo parece que envejecí cinco.
A mí me explotan los hombres. Yo soy un ejemplo de la explotación del hombre por el hombre. Mi existencia sirve únicamente para servirlos. Soy su utensilio. Su herramienta para hacer lo difícil. Mi vida entera se trata sobre lo que ellos necesitan, lo que ellos quieren. Y ya me rendí. Para qué seguir luchando si no hay nada por qué luchar. ¿Maiba? Maiba murió. Lo recuerdo como si fuera ayer...
-¿Maiba? ¡Maiba!
 No respondió. Al principio no la reconocí, estaba cansada y gastada. Me acerqué a ella
 -Te estuve buscando
 Me miró, sonrió y me abrazó. Estaba por seguir hablando pero la agarraron y se la llevaron lejos otra vez. Me la volvieron a quitar, pero no iba a dejar que terminara así. Corrí detrás de ellos y la agarré del brazo, ellos me la sacaron por tercera vez y me apuntaron con un arma, yo seguí peleando y me dispararon. O trataron de dispararme, si no se hubiera tirado Maiba delante de mí. Me salvó. Estaba por morir por ella, pero ella murió por mí. Y entonces me rendí. Decidí que la vida no era vida sin ella. ¿Entiendes?
- No.
- ¿No?
- No. Ella no hubiera querido que te rindieras. Hizo lo que hizo para que vos siguieras, para que no te rindas. Dio su vida para que vos puedas seguir la tuya. No debes vivir en el pasado. No pienses en ella como una tortura, piensa en ella como una razón para seguir.