domingo, 24 de julio de 2016

MAXIMAS DE ROCHEFOUCAULD

- Los celos son, hasta cierto punto, racionales y justos, pues van dirigidos a la conservación de un bien que nos pertenece. ó que, cuando menos, así lo estimamos nosotros; pero la envidia es un extravío que no puede sufrir con paciencia el bien de los demás.

- La envidia se destruye con la verdadera amistad, y la coquetería, con un amor sincero.

- Nada hay tan contagioso como el ejemplo.

- A veces nos hacemos más agradables por nuestras faltas que por nuestros méritos.

- Las mayores faltas son las de los grandes hombres.

- Fácilmente excusamos en nuestros amigos las faltas que a nosotros no nos afectan.

- Pocos cobardes se dan cuenta de la magnitud de su miedo.

- Por mucha que sea la diferencia entre las fortunas de los hombres, hay siempre una especie de compensación entre el bien y el mal, que los hace a todos iguales.

- Dicen siempre que es ciega la fortuna los que no han recibido sus favores.

- La razón de que seamos tan volubles en nuestras amistades es, que se hace muy difícil conocer las cualidades del corazón y muy fácil las de la cabeza.

- Más deshonroso es desconfiar de un amigo, que ser engañado por él.

- No merece el nombre de bueno el que no tendría alientos para ser malo; toda otra bondad obedece casi siempre a la pereza y a la impotencia de la voluntad.

- Un tonto no posee los elementos necesarios para constituir un hombre bueno.

- Nadie es, ni más feliz ni más desgraciado, de lo que él mismo se imagina.

- Cuando nuestro odio es muy violento nos hace descender a un nivel aun más bajo que el de aquellos a quienes aborrecemos.

- Todo el mundo hace elogios de su propio corazón; pero ninguno se atreve a hacerlos de su cabeza.

- La hipocresía es el homenaje que rinde el vicio a la virtud.