sábado, 1 de octubre de 2016

MAXIMAS DE ROCHEFOUCAULD

- Es un error creer que sólo las pasiones violentas, como el amor o la ambición, pueden triunfar sobre las demás. La pereza, a pesar de ser tan débil, las domina, a veces, a todas ; pues influyendo sobre todos nuestros propósitos y acciones, consume y destruye insensiblemente las pasiones y las virtudes.

- Los celos son el mayor de los males, y el que menos compasión inspira al que los ocasiona.

- La propensión a pensar mal, sin un estudio previo, es hija del orgullo y la indolencia. Nos hallamos prontos para declarar al prójimo culpable y tardos en tomarnos la molestia de examinar la acusación.

- Cuando nos abandonan nuestros vicios, nos jactamos de haberlos dejado nosotros.

ALGUNAS ANÉCDOTAS DE SARMIENTO De "Recopilación de Anécdotas de Argentinos Célebres"

SARMIENTO Y EL PRESIDENTE MONTT

Para las elecciones de presidente de Chile, se presentaban en 1851 candidaturas de diversas índole, con la inseguridad de resolver problemas que no estaban claramente planteado. Apareció un folleto de Sarmiento con este título: “¿A quien rechazan y temen? A Montt.-¿A quien sostienen y desean? A Montt-¿Quién es, entonces el candidato? Montt” La misma franqueza con que planteaba la cuestión en el título, predominó y tuvo influencia decisiva en el resultado. Habiendo sido elegido presidente don Manuel Montt, saliendo de la casa del consulado, detuvo a Sarmiento, que iba a caballo, para decirle:
-Excepto presidente, será usted en Chile lo que quiera ser. Tome carta da ciudadanía.
-Gracias le contestó, necesito tres meses, Urquiza está por declararse...
Entonces aquel interrumpió con disgusto, exclamando:
-¡Un viejo ya, cargado de familia, que no se le asienta todavía el juicio!-


UNIÓN DE DOS GRANDES

En el boletín número 3 de fecha 26 de Diciembre de 1850, se lee: "El sol de ayer ha iluminado uno de los espectáculos más grandiosos de la naturaleza que los hombres puedan ofrecer: el pasaje de un gran río por un grande ejército... ". Es una descripción del pasaje del río Diamante que produjo honda sensación y queda todavía como un modelo.
Fue escrita por Mitre bajo el dictado de Sarmiento, y hemos oído de labios del improvisado escribiente que Sarmiento exclamó al aprobar las modificaciones de forma introducidas:
-¡Que grandes cosas haríamos, dictadas por mí y escritas por usted, Mitre!-


SARMIENTO SE INCLINO ANTE AQUELLA OPINIÓN

Volvamos al consejo de educación, de la época en que Sarmiento y Guido y Spano reñían constantemente.
Sarmiento que presidía la corporación y Guido y Spano que era uno de sus vocales, ocupaban durante las sesiones las cabeceras de la mesa de reunión.
Cierta vez, como Guido combatiera determinadas ideas de Sarmiento, éste le dijo:
-Pero usted me contraría siempre, cuando no domina estos asuntos que yo conozco a fondo. Usted no se da cuenta que de que yo soy una autoridad en la materia y pretende hacerme discusiones a cada paso, en vez de inclinarse ante mi opinión.
Y Guido le respondió:
-Es que yo no sostengo juicios caprichosos e improvisados y puedo robustecer mis razones con las de respetables autores.
-¿ Que autores son esos?, preguntó Sarmiento.
-Yo no vengo al consejo cargado de libros, replicó Guido pero tengo a la mano uno muy importante y voy a leer algunas páginas decisivas.
Sarmiento adelantó con los dedos el formidable pabellón de su oreja derecha y se puso en situación de oír aquello atentamente. Guido leyó con su maestría de siempre, un largo y luminosos fragmento de la obra de a que se había referido.
-¿Y de quién es eso? Interrogó sarmiento con desdén.
-De Domingo Faustino Sarmiento, repuso Guido.
-¡Y la verdad que está muy bien escrito! Agregó aquel, invitando luego al consejo a pasar a otra cosa.-

Héctor Germán Oesterheld: “Estoy en la tierra, supongo” Por Héctor Fuentes ( de su libro: “Rueda la pelota”)

       Un hombre escribiendo una historieta en la noche profunda. Un fantasma que llega a la tierra apareciendo de a poco. La silla cruje. La cara y los ojos del viajero cobran forma definitiva. El guionista se asombra, pero el otro lo tranquiliza. “Estoy en la tierra, supongo”.
En esa silla desvencijada por los años, se había sentado El Eternauta, el personaje más importante de la historieta argentina. Héctor Germán Oesterheld, su creador, lograba plasmar el gran sueño de toda su vida: escribir la gran novela argentina.
Desde sus inicios, en la editorial Abril, Oesterheld había demostrado que aún en las condiciones asfixiantes de las tiras de continuará, se podían escribir obras brillantes.
Cuando Cesare Civita, se cruzó en uno de los pasillos con el prestigioso colaborador, no dudó en decirle: “Usted Oesterheld, debería escribir guiones de historieta”. La respuesta no se hizo esperar: “Lo voy a intentar”, dijo el Viejo, y el resto es historia.
Ávido lector de Melville, Salgari, Conrad, Borges y Cortázar, no dudó en llevar a la historieta los grandes temas de la literatura. La dotó de hondura psicológica, hizo complejo lo que parecía simple, y ese experimento inédito dio por resultado lo que hoy conocemos como novela gráfica.
Su primer personaje importante se llamó Bull Rocket, un piloto de pruebas, al que le agregó originales atributos. El editor constató de inmediato el diamante en bruto que tenía entre manos. Rápido de reflejos le pidió al guionista, una historia de vaqueros, para que la dibujara Hugo Pratt. Sargento Kirk, fue la nueva revelación. Un soldado desertor que se pasa del lado de los indios. Esta mirada nueva  puesta sobre viejos temas, es la gran bisagra que impone Oesterheld. De un plumazo hizo adulta la historieta, llevándola hacia sitios impensables, poniendo el acento en la creatividad y en la originalidad de cada nuevo relato.
De su pluma humanista y reflexiva nació Ernie Pike, un cronista de guerra norteamericano, que señalaba a la guerra como el Mal, sin importar de que bando se alistasen los contrincantes. Otra vez la mirada lúcida. Otra vez el aguijón clavándose en la piel desprevenida del lector.
En el año 1957 decide fundar su propia editorial: Frontera. Esta nueva empresa aglutinó de inmediato a los mejores dibujantes del país: Hugo Pratt, Francisco Solano López, Alberto Breccia, y Arturo Del Castillo. El Viejo escribía:
“Creemos estar en la línea de la historieta buena, entendiendo por buena, la historieta fuerte, la historieta que sabe ser a la vez ser recia y alegre, violenta y humana, la historieta que agarra con recursos limpios, de buena ley, la historieta que sorprende al lector porque es nueva, porque es original, porque es moderna. Frontera y Hora Cero son prueba de lo que decimos: los lectores saben ya qué distinto es el material que ofrecemos”.
Mort Cinder y Sherlock Time, junto al genial Alberto Breccia, coronaron una trayectoria sin altibajos.
Hoy extrañamos aquella imaginación prodigiosa.
Hace 39 años Héctor Oesterheld, desparecía en manos de los “Ellos”. Aseguran quienes compartieron con el Viejo su últimos momentos en cautiverio, que seguía escribiendo guiones de historieta. Es la imagen final de un hombre íntegro. Un creador de aventuras defendiendo con alma y vida, el noble oficio de contar historias.
Un viajero del espacio.
Un Héroe Colectivo.