sábado, 2 de septiembre de 2017

ES COMO EL AGUA... Por Leopoldo de Luis

Es como el agua en gracias generosas
por el frescor humilde de la arena:
un albo deshojar de húmedas rosas,
líquido florecer que de amor suena.

Sencillamente fluyes, te derramas
en amorosa ofrenda por mi orilla.
De agua encendida o de fluyentes llamas
tocada dejas esta humana arcilla.

Como en la húmeda tierra tengo huellas:
sobre mí de tu paso transparente,
y brillantes guijarros, como estrellas,
iluminados bajo tu corriente.

Mira el agua. Contémplate. En el fondo
de mi alma, amor, lo mismo fluyes.
Miro el agua. Te miro. Y en el fondo
del tiempo, acaso, como el agua huyes.

La oveja cien Por Ezequiel Feito

I

Hay una silla que nadie ocupa, un lugar pequeño,
un vacío de luz que nada vale.
Es el de la oveja cien, la sin nombre,
la que hoy es nunca y mañana nadie.

¿Por qué se ha ido? ¿No te importa?
Guarda eres de tu hermano, ¿no lo sabes?


                    II

¿Quiénes son las 99 satisfechas,
engordando con la ausencia de ese aire?
Sus vientres se llenan mientras tanto el mundo
va vaciándose.

  III

Tú eres esa oveja, búscala.
Su corazón y su muerte son tu parte.

Si, búscala como a tu vida;
sólo en ella te hallarás buscándote.

Pensamientos de Pascal (selección)

213
Entre nosotros, y el infierno o el cielo, sólo está la vida, que es la cosa más frágil del mundo.

426
Puesto que la verdadera naturaleza está perdida, todo se torna su naturaleza; del mismo modo, puesto que el verdadero bien está perdido, todo se torna su verdadero bien.

438
¿Si el hombre no está hecho para Dios, por qué sólo es feliz en Dios? ¿Si el hombre está hecho para Dios, porqué es tan contrario a Dios?

439
Naturaleza corrompida. - El hombre no obra por razón, la cual constituye su ser .

442
La verdadera naturaleza del hombre, su verdadero bien, y la verdadera virtud y la verdadera religión, son cosas cuyo conocimiento es inseparable.

456
¡Qué desarreglo del juicio, por el cual no hay nadie que no se sitúe por encima de todos los demás, y que no prefiera su propio bien a y la duración de su dicha y de su vida, a la
de todos los demás!

209
¿Eres menos esclavo, por más que tu dueño te ame y te halague? Tu suerte es grande, esclavo. Tu dueño te halaga; pronto te castigará.

462
La mayor parte de los hombres sitúa el bien en la fortuna y en los bienes de afuera, o por lo menos en la diversión. Los filósofos han mostrado la
vanidad de todo eso, y lo han colocado donde han podido.

469
Siento que puedo no haber sido, pues el yo consiste en mi pensamiento; por lo tanto, yo que pienso no habría sido si mi madre hubiera sido muerta antes que yo hubiese sido
animado; por lo tanto, yo no soy un ser necesario. Tampoco soy eterno ni infinito; pero me doy perfecta cuenta de que hay en la naturaleza un ser necesario, eterno e infinito.

472
La voluntad propia a nunca estará satisfecha, aun cuando tuviere poder de todo lo que quiere; pero estamos satisfechos desde el momento en que a ella renunciamos. Sin ella, no podemos estar descontentos; por ella, no podemos estar contentos.

198
La sensibilidad del hombre por las pequeñas cosas y la insensibilidad por las grandes cosas: señal de una extraña inversión

249
El supersticioso pone su esperanza en las formalidades,
pero el soberbio no quiere someterse a ellas.

253
Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.

253
Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.

257
Sólo hay tres clases de personas: los que sirven a Dios, habiéndolo encontrado; los que se afanan buscándolo, porque no lo han encontrado; los que viven sin buscarlo ni haberlo encontrado. Los primeros son razonables y felices, los últimos son locos y desdichados, los del medio son desdichados y razonables.

261
Quienes no aman la verdad toman el pretexto de la disputa, de la multitud de los que la niegan. Y por ello su error sólo proviene del hecho de que no aman la verdad o la caridad; y por ello no se han excusado de esto.

267
El último paso de la razón es reconocer que hay una infinidad de cosas que la superan; ella no es más que debilidad, si no alcanza a conocer esto..

265
La fe dice en verdad lo que los sentidos no dicen, pero no lo contrario de lo que ellos ven. Ella está por encima, y no en contra.

269
Sumisión y uso de la razón; en esto consiste el verdadero cristianismo.

273
Si todo se somete a la razón, nuestra religión no tendrá nada de misterioso o de sobrenatural. Si se conculcan los principios de la razón, nuestra religión será absurda y ridícula.