sábado, 30 de junio de 2018

SANTOS VEGA: ¿MITO O REALIDAD? - Por Juan Carlos Pirali - Dolores



           ¿ Quién fue Santos Vega ? ¿ Fue un ser de carne y hueso o un simple mito, inventado por alguien que quiso simbolizar en él la imagen del prototipo del payador ? . Estos interrogantes pueden considerarse develados, si se tienen en cuenta  documentaciones aportadas por investigadores e historiadores, que en su mayoría acreditan la existencia real de Santos Vega.-
            Bartolomé Mitre fue el primero que se interesó seriamente en investigar la existencia de ese personaje, en el propio lugar de sus posibles andanzas.-
            En 1838, siendo Mitre un joven de 17 años, fue llevado por su padre a la estancia “Lomas de Góngora”, perteneciente a don Prudencio Rosas, y que estaba ubicada en el antiguo partido del Tuyú, (General Madariaga) con el fín de instruirlo en la administración de estancias. El joven aprovechó la estada allí para interrogar a los pobladores de la zona, que pudieran aportarle noticias sobre la presencia de Santos Vega en ese pago.-
Los testimonios recogidos por el polifacético hombre, lo llevaron al convencimiento de la existencia real del famoso payador, e inspirado en ese hecho, escribió una elegía titulada “A Santos Vega”, poniendo como epígrafe dos versos que fueron transmitidos por los paisanos del lugar, que le aseguraron haberlos escuchado cantar a Santos Vega: “Cantando me han de enterrar,/ cantando me he de ir al cielo”. En una de las estrofas del citado poema de Mitre dice: “Tu alma puebla los desiertos,

                                                  y del sur en la campaña
                                                  al lado de una cabaña
                                                 se eleva fúnebre cruz;
                                                  esa cruz, bajo de un tala
                                                  solitario, abandonado,
                                                  es símbolo venerado
                                                  en los campos del Tuyú”.-

            Dentro de la sencillez de esos versos, el poeta afirma la idea que su aseveración revela un misterio.-
Además de los dos versos citados, Mitre recogió de boca de contemporáneos del payador otros cuatro, que luego transmitió al poeta Rafael Obligado, quien los adaptó a su poema “Santos Vega” :  “No me entierren en sagrado

                                     donde una cruz me recuerde,
                                     entiérrenme en campo verde
                                      donde me pise el ganado”.-

Sobre este testimonio existen dudas con respecto al verdadero origen, ya que Alvaro Yunque en “Poesía Gauchesca y Nativista Rioplatense”, afirma, que con algunas variantes se han encontrado en Asturias, Venezuela, México y Portugal, obteniendo de este último país la siguiente cuarteta:

                                         “Nao me enterren na igreja
                                           e nem tampoco em sagrado.
                                            Naquele prado me enterren
                                            onde se faz o mercado”.-

            Si bien hay cierta similitud en lo referente al contenido, con los versos recogidos por Mitre, no puede descartarse la posibilidad que éstos fueran cantados por Santos Vega, ya que quienes los transmitieron en 1838, pueden haberlos escuchado en las pulperías donde frecuentaba el payador de la pampa, si se tiene en cuenta lo escrito por Ismael Moya en su “Romancero”, donde dice que “Santos Vega murió anciano en 1828, y en esa época era famoso en el pago de Dolores”.-
Sobre su misteriosa muerte existen numerosos escritos que la han novelizado, hasta caer  en la más exagerada fantasía.-
            El historiador uruguayo Rafael P. Velázquez, en “Ensayo de Historia y Folklore Bonaerense”, se ocupó de investigar sobre este tema, dice que Santos Vega solía frecuentar la pulpería de don Zacarías del Pozo en el partido del Tuyú, y que encontrándose muy quebrantado de salud, mantuvo la última payada de su vida en ese lugar con el payador cuyano Juan Gualberto Godoy, quien tomó la identidad imaginativa de “diablo”, pues se consideraba que solamente el diablo en persona podía vencer a Santos Vega, quien habría fallecido poco después de esa histórica payada y enterrado en el extremo de una isla de la estancia que fuera de Sáenz Valiente.-
            Elbio Bernárdez Jacques, basado en los datos aportados por Mitre, habría probado la existencia real del payador Santos Vega, al descubrir sus presuntos restos bajo unos viejos talas en el paraje denominado “Las Tijeras”, actual partido de General Lavalle, a pocos kilómetros de San Clemente del Tuyú, allí, en un extremo de un inmenso parque natural formado por añejos talas y coronillos, fue levantado un monumento para perpetuar la memoria del inmortal payador. Esa escultura es obra del artista Luis Perlotti y fue emplazada en ese lugar en 1948, con la presencia, entre otros, de Florencio Molina Campos, Enrique de Gandía, Ismael Moya, Enrique Udaondo y Bernárdez Jacques. El citado monumento fue trasladado en 1982 al pueblo de General Lavalle, y está ubicado en un parque junto al museo histórico de esa localidad bonaerense.-

CALIGRAMAS EN HOMENAJE A LAS MALVINAS

Caligrama 6: Camila Stio y Nahir Ale



Un soldado que lloró
Un soldado que luchó
Un soldado que su vida perdió
Un soldado que en 
Malvinas quedó
Armas que gritaban
Armas que buscaban
Armas que atrapaban
Armas que se llevaban
Una persona que sueños le quedaban 
Una guerra
Que lágrimas dejó
Que sueños mató
Que vidas marcó
Una guerra que 
Personas se llevó

CALIGRAMAS EN HOMENAJE A LAS MALVINAS

Caligrama 5: Santiago Cantando, Jerónimo Cordoneda, Thomas Zamudio

¡Hola! Soy el casco de un luchador de Malvinas, 
donde muchos de ellos dejaron su vida, 
ahora estoy descansando en estas islas, 
que para mí y para él son muy queridas
Ojos de un luchador
que defendió su territorio 
Soldado Argentino que te extraño y nunca te olvido
Muchacho joven que de niño fuiste soldado 
y combatiste en la guerra sin haberlo deseado