sábado, 30 de noviembre de 2019

Cada vez... - Por Ezequiel Feito


I

Cada vez que discutes conmigo
remueves la húmeda y leprosa tierra del recuerdo
y desentierras el ansioso y nunca muerto cadáver
de nuestros errores.



II

Mientras él resucita, nosotros
vamos descomponiéndonos de a poco, juntos, en una sola carne.
Un dulce coro de gusanos va subiendo a nuestros labios
y nuestras palabras, y nuestros gestos,
van cubriendo nuestra tumba.



III

Amor, ¿hasta cuándo soportaremos esta carne enferma?
¿Hasta cuándo seguiremos llamando aquel cadáver?

IV

Mientras tanto,
no hay sol ni luna, y nuestro corazón se disuelve
en la húmeda tierra de la noche y el silencio.