sábado, 7 de diciembre de 2019

El Club de Marco




En la esquina de las calles Bolívar y Alsina frente a la iglesia de la Compañía, estaba instalado el café de Pedro José Marco
Allí  inició  el   Hombre   Argentino   su practica   de   la   democracia,   exponiendo   sus as,  dialogando, discutiendo, para mantener alerta al pueblo sobre la marcha de la revolución y crear una conciencia en pro de una patria independiente.
A fines de febrero de 1811, en la mañana de un día festivo, se reunieron Julián Álvarez, Agustín Donado, Domingo French, Hipólito Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña y un grupo de jóvenes y militares, para constituir la Sociedad Literaria, o Club de Marco, con un aparente destino cultural con el que encubrían una actitud de enfrentamiento al gobierno que estimaban antidemocrático.
Como insignia usaron desde entonces lazos celeste y blanco, en homenaje a Mariano Moreno, y se lanzaron a las calles a hacer propaganda para la gran Asamblea popular organizada para el día 23 en el café de Marco.
La Junta entretanto, visiblemente alarmada, decidió mantener una estricta vigilancia sobre este grupo insurrecto, dispuesta a tomar medidas de fuerza en caso de tumultos.
El día 23 una gran muchedumbre llenó el local del Club y la calle, donde la arengaba Julián Álvarez. A raíz de sus palabras y ante el enardecimiento popular, un piquete del Regimiento Patricios cuyo cuartel estaba a media cuadra- concurrió a detener a los dirigentes y asistentes.
Álvarez y Donado con 80 jóvenes fueron llevados al Fuerte, donde permanecieron todo el día en indagación. Al atardecer salieron en libertad, y se los vio entonces recorrer las calles abrazados y entonando la Canción Patriótica escrita por Esteban de Luca.
Pocos días más tarde, en la noche del 5 de abril, el Club fue atacado por los partidarios del gobierno de Saavedra, y sus miembros desterrados, entre ellos French, Donado y Berutti.
El café de Marco volvió a su antiguo silencio propio de la Gran Aldea. En el recuerdo histórico quedaba su nombre como el lugar donde se inició la democracia, ora comentándose el Contrato Social de Rousseau, ora las ideas de Paine o de Volney.
Donde, en fin, el Hombre Argentino llamó ciudadano a su hermano, porque en verdad eran los primeros ciudadanos.

De “Selecciones Escolares”, 4 de julio de 1961