sábado, 28 de octubre de 2017

Para leer mientras sube el ascensor (Selección) Por Enrique Jardiel Poncela

Cigarro.- Tubito de papel, lleno de una sustancia indefinible, que sirve para destrozarse la laringe y para entablar conversación con los compañeros de viaje.

Mechero automático.- Mecanismo para quemarse las pestañas.

Mantecado.- Sustancia elaborada a base de huevo, que no tiene huevo nunca.

Reloj.- Aparato para comprobar que se llega tarde a las citas.

Peluquerías.- Establecimientos públicos donde dejamos el pelo, dando dinero encima.

Talento.- Cosa que todo el mundo elogia, pero poca gente paga.

Mula.- Mamífero que no escribe.

Escritor.- Mamífero que escribe y a quien nunca le contesta nadie.

Recordar.- Operación que, como la de pelar cebollas, siempre acaba haciéndonos llorar.

Bígamo.- Idiota elevado al cuadrado.

Esperanto.- Idioma universal que no conoce nadie en el Universo.

Veraneo.- Preocupación anual.

Mudanza.- Incendio sin llamas.

Vegetariano.- Hombre que no come carne delante de testigos.

Puños.- Trozos de tela destinados a limpiar las mesas.

Paraguas.- Artilugio destinado a echar el agua a la espalda.

Timbre.- Aparato que se coloca en las casas para diversión de los niños.

Abrigo de pieles.- Pretexto para que se siga matando zorros, martas y visones en Alaska.

Abrigo de pieles barato.- Pretexto para que se siga matando gatos en el resto del mundo.

Actor.- Ciudadano que cobra por repetir lo que han escrito otros, pero que nunca repite exactamente lo que está escrito.

Salida para caso de incendio.- Puerta donde, en caso de incendio, se encuentran apilados los cadáveres.

Novela de 300 páginas.- Ladrillo combustible.

Paso para peatones.- Sitio estratégico para atropellos.

Menú.- Lista de cosas indigeribles.

Puntos suspensivos.- Agarradero de los que no tienen nada que decir cuando escriben.

Escaparate.- Especie de vitrina que se coloca en la planta baja de las casas para que las mujeres se detengan ante ella a arreglarse el pelo y retocarse el vestido.

Anécdotas del Talmud (por el Rabino Salomón Yabra)

LA COMPRA DEL VIENTO

Uno de los pobladores contó al rabí Mendel que el dueño del lugar exigía el pago de los alquileres, pero él no tenía el dinero necesario. El rabí le aconsejó que comprara lo que se ofreciera, salvo objetos robados. El hombre fue a ver al propietario para preguntarle si tenía algo para vender. El noble se encontraba rodeado por una cantidad de amigos y, para divertirlos, propuso al judío que comprara el viento. Éste, obedeciendo el consejo del rabí, aceptó la oferta y solicitó al propietario de la población que redactara un contrato por diez años especificando que le vendía el viento por cien táleros anuales. Se firmó el contrato y el judío entregó una suma de dinero como adelanto. Había varios molinos de viento en las tierras que alquilaba el noble y cuando éstos comenzaron a funcionar el Iehudí mostró el contrato a cada molinero exigiendo que le pagaran por el uso del viento. Pronto estuvo en condiciones de pagar al noble su alquiler.


OBEDECER A LA MADRE

Un discípulo advirtió que su rabí estaba concentrado en un problema de interpretación de la Torá. El joven sabía por experiencia que esa concentración sería larga y regresó a su casa a comer. Cuando hubo comido, su madre le pidió que le hiciera un mandado, pero el muchacho se negó a demorarse, con el argumento de no perder la lección del rabí. No obstante al salir, el muchacho reflexionó: "¿Acaso el propósito de aprender no es el de realizar buenas obras?; Obedecer a mi madre es más importante que la prisa por mi lección”. Regresó e hizo el mandado para su madre. Luego se apresuró a ir de su rabí. Cuando éste lo vio exclamó: "Has de haber hecho una buena acción, pues en cuanto te vi se aclaró algo que me resultaba complicado interpretar.


UNA PLEGARIA LOGRADA A MEDIAS

La mujer de un rabí de Ropshitz dijo a su marido: - Tu plegaria fue larga hoy. ¿Conseguiste que los ricos sean más generosos en sus dones a los pobres?. El rabí contestó: - Logré la mitad de mi plegaria. Los pobres están dispuestos a aceptarlos.


EL AMOR AL PRÓJIMO

Se relata la historia del Rabí Sásov, quien dijo no haber comprendido realmente el significado del amor a un semejante hasta que lo aprendió de un borracho. Cierta vez, el Rabí pasó frente a una taberna, y escuchó un dialogo entre dos hombres ebrios. Uno le decía al otro cuánto lo amaba, pero éste se negaba que esto fuera así. “¡Iván!”, exclamó. “Créeme cuando te digo que te amo mas que a cualquier otra cosa en el mundo”. “No digas eso, Igor”, le respondió Iván. “En realidad no me amas”. Igor bebió un vaso de vodka de un trago. Las lágrimas le corrían por el rostro. “Te lo aseguro, Iván. Te amo de todo corazón”, sollozaba. Iván meneó la cabeza. “No, Igor. No creo que me ames. Si realmente me amas, dime cómo estoy sufriendo. Dime lo que me falta. Dime cuáles son mis necesidades”. El Rabí de Sásov se alejó. “Ahora sé, que a menos que sienta el dolor de otra persona a sazón de saber cuáles son sus prioridades insatisfechas, realmente no he logrado un sentimiento de amor por ella”. El amor al prójimo requiere de una profunda comprensión personal para lograr comprender cuales son las necesidades de cada quien.


LA ELEVACIÓN

El rabí Menahem Mendel  conocido como el “Tzemaj Tsedek” era destacado desde la niñez por su extraordinario coeficiente. Cierta vez su abuelo lo vio jugando con chicos de su edad quienes competían por llegar más alto a través de una escalera; todos subían apenas hasta la mitad y luego se caían. Sólo él pudo llegar hasta el final de la escalera. El abuelo, sorprendido, le preguntó como es que pudo lograrlo. El niño respondió: “Mis amigos, al subir miran hacia abajo, al darse cuenta lo lejos están del piso, se marean y caen. En cambio yo, miro solamente hacia arriba apreciando cuán alto está el cielo y cuán bajo estoy, entonces prosigo subiendo hasta llegar a lo más alto”. En ocasiones, se cree estar en un nivel muy elevado pensando en alguna acción buena efectuada, pero cuando se observa hacia lo superior, analizando lo que falta, se logra elevar mas aún en lo espiritual.

lunes, 23 de octubre de 2017

Ganadores del concurso "Contate un cuento X"




GANADORES DEL CONCURSO "CONTATE UN CUENTO X"


La Escuela de Educación Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” de la ciudad de Balcarce lleva adelante el proyecto Cultural “Contate un Cuento “. Se trata de un concurso literario narrativo que invita a  los jóvenes y adultos de nuestra ciudad, de toda la Argentina y de otros país a imaginar una historia que nos haga reir, llorar, reflexionar, enojar …   Hoy nuevamente el objetivo está cumplido y la décima edición cuenta con nuevos ganadores


Categoría A: Jóvenes de 12 y 13 años


Gandadora:
“Perfume a lavanda” de Aixa Vilicich, alumna de 1º año del Colegio Santa Rosa de Lima

Mención de honor:
“La chica de los ojos blanco” de Clara Raimondi, alumna de 2º año de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”
“El niño pasado, presente, futuro” de Maia Pontaroli, alumna de 2º año del Instituto Gral M. Rodriguez de Tandil
“Del odio a la pasión hay un solo paso… enfrentarlo” de Sofía Altamirano, alumna de 1° año de la E.S.Nº 1 de Napaleofú


Categoría B: jóvenes de 14 y 15 años


Ganadores: premio compartido
“Desde la ventana” de Anna Ogueta , alumna de 3º año de la E.S. N° 3 “Carmelo Sánchez”
“Los Campbell” de Francesca Espósito Ressia, alumna de 4°año del Colegio Santa Rosa de Lima

Mención de honor:

“Mundo ideal o mundo real” de Iara Roxana Videla, alumna de 3° año de la E.S.N° 3 “Carmelo Sánchez”
“Cain” de Carolina Villar, alumna de 3° año del Colegio Nuestra Sra. De Fátima de Castelar
“El misterio de la fórmula perdida”” de Lara Suarez Mira Reija de España


Categoría C: jóvenes de 16,17 y 18 años


Ganador
“Agonía” de Ana Josefina Blanco, alumna de 5º año de E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”

Mención de honor
“43 días más” de Valetina Airslur, alumna de 5° año de E.S.N° 3 “Carmelo Sánchez”
“1982” de Rodrigo Ramirez, alumno de 2º año de E.S.N°10
“El día equivocado y el momentos menos indicado” de Yamila Molina, alumna de 6° año de la de E.S. N° 6


 Categoría D: adultos


Ganador:
“El instrumento” de Manuel Cedeño de Venezuela

Mención de Honor
“Pi” de Camila Wanda Landeyro de Lobería
“Calma” de Paola Andrea Rinetti del Partido de tres de Febrero
“La rosa rota” de Marcelo Mendiburu de Matheu

     Este año en las tres primeras categorías se permitió la coautoría por ello hubo un total de 158 participantes y 150 cuentos presentados  Entre las escuelas intervinientes, además de las ganadoras, se encontraron la E.S.Nº1 , la E.S.N°2 de San Agustín, la ESN°4, la ESN°5 de La Brava,  el Colegio San José  de Balcarce  La E.S.N° 2 de Lobería , la E.S N° 3 de San Manuel, la E.SN° 2 y 71 de Mar del Plata.  También han participados jóvenes de Rafael Castillo, Almirante Brown, Pergamino, San Rafael, Mendoza y Venezuela. En la categoría Adultos hubo participantes de la ciudad de Balcarce, Ciudad Autónoma de Bs.As., Tandil, Lobería, San Antonio de Areco, Córdoba, La Pampa, Colombia, España, México y Uruguay
  El jurado estuvo integrado en esta oportunidad por las Inspectoras de la ex Inspectora de Educación Primaria Mónica Arriegue (Categoría A); la Inspectora de  Adultos Laura Gimaray (categoría D) , la Inspectora de Psicología Social Juana Benites (categoría C) y la Inspectora de Secundaria Lourdes Ochoa (Categoría B), la directora de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”,Natalia Vuotto (categoría A y C), Vicedirectora de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez” , Karina Coria (categoría B y D) ;  las profesoras Idelsa Arcuri y María Angélica Pajín y el escritor Ezequiel Feito.  
  Esperamos a todos los ganadores y participantes en el acto de premiación que se realizará el día 9 de noviembre a partir de las 9hs. en nuestro establecimiento sito en calle 32 Nº 1026. Los ganadores serán premiados con un  auricular con  Bluetooth y FM donado por los gremios docentes y libros enviados por la editorial SM y Mandioca.  Los cuentos ganadores y menciones próximamente aparecerán en este Blog y en la sección de Rescatados del fuego que aparece en el diario La Vanguardia y todos los participantes recibirán un libro donado por la Biblioteca Nacional
 Este espacio cultural que en el año pasado fue declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación según resolución 1275 convoca cada año a participantes de distintas ciudades de nuestro extenso país y de otros países. Gracias por elegirnos, gracias por dejarnos existir, estamos orgullos de brindarles un espacio donde puedan dejar volar su imaginación y como decimos siempre“Mientras haya alguien que quiera contar, mientras haya alguien que quiera escribir, mientras haya un joven con ganas de imaginar , “Contate un cuento” existirá.































sábado, 21 de octubre de 2017

Eros Nicola Siri y la desventura del olvido - por Jorge A. Dágata

Los lectores de viejo arraigo sin duda recordaremos con cariño los libros de la Colección Robin Hood, con sus tapas duras amarillas y una amplísima oferta de autores de la literatura universal  y nacional, desde Salgari o Sienkiewicz a José Hernández. Por estos días, un libro bastante desvencijado (es decir: maltratado o tal vez y ojalá muy leído) nos ha caído en las manos, para actualizar un nombre que la ingratitud y cierto maniqueísmo vernáculo han empolvado en el olvido: Eros Nicola Siri.

Porteño nacido en 1910, en mayo, a días de los grandes festejos del Centenario, desde niño sintió pasión por la lectura. Ese hábito le facilitó luego desarrollarse como escritor, profesor, historiador y musicólogo.
Uno de los autores favoritos de su niñez, Emilio Salgari, lo inspiró para combinar de manera brillante su inclinación por la historia y la aventura. Al escritor italiano, fallecido un año después del nacimiento de Siri, le dedicó un libro cuyo título define en gran medida la orientación de nuestro autor: “El poeta de la aventura, Emilio Salgari”. Muchas de las traducciones al castellano de la Colección Robin Hood son obra suya.

PERIODISMO Y LITERATURA

En su actividad como periodista se desempeñó en las redacciones de “Caras y Caretas”, “Crítica”, “Noticias Gráficas”, “Última Hora”, “Aconcagua” y “La Argentina”.
Como escritor, se destacó al mejor y más popular nivel de la aventura histórica, difícilmente igualado al menos en nuestro país. Novelas de viajes y hazañas de personajes de la historia hicieron el deleite de niños y adolescentes de varias generaciones, incentivando la vocación de muchos y ayudándolos a crecer, como bien sabemos puede hacerlo la lectura.
Algunos títulos: “Bouchard el Corsario”, un extraordinario viaje de circunvalación del planeta para atacar naves realistas, desbaratar el tráfico de esclavos o lograr el reconocimiento de la naciente Argentina por parte del rey de Hawai. En California, el lector asiste cautivado a la toma y destrucción de Monterrey, y de peripecia en peripecia desciende luego hasta Valparaíso. “La Gran Aventura” relata el primer viaje de Colón. Las hazañas de Juana Azurduy en “Las Amazonas de la Muerte”. La gesta de emancipación en “La Cruz y la Espada”. La epopeya del desierto en “El Malón”. “Guillermo Brown, el Almirante de Bronce”, centrada en la temeridad del padre de nuestra Armada. En todas estas novelas Eros Nicola Siri resalta el heroísmo y la nobleza de los personajes, en medio de esos tiempos de intensa acción, narrada de manera tan vívida.

EL HISTORIADOR

Ensayos, biografías y estudios historiográficos se agregan a la obra literaria, contribuyendo con seriedad y erudición a esclarecer las siempre vigentes disputas sobre los fundamentos de nuestra nacionalidad. “Aspectos Desconocidos de la Vida del General San Martín”, “Rosas y el Proceso a Camila O'Gorman”, “Las Banderas de Obligado y San Martín”, son algunos de ellos. En un sentido más amplio, escribió “El Caballero de Jamaica” (historia de Morgan y los filibusteros), “Cochrane, el Lord Aventurero”, “Wáshington”, “Por Quién Llora el Urutaú”, sobre Francisco Solano López, y los ensayos “La Civilización China”, “La Civilización India”, “Cinismo y Romanticismo”, “Cien Años de Periodismo Argentino”, “Ensayo sobre las Preocupaciones Argentinas”.

POESÍA Y MÚSICA

Bajo el seudónimo Juan Porteño, también publicó poesía. “Milonga del aguatero” fue musicalizada por María Esther Pacheco Huergo.  Fue un estudioso de nuestras raíces populares y uno de los sostenedores del origen africano del tango, introducido en el Río de la Plata por los esclavos negros, posición ya afirmada como una de las vertientes del género.

RECONOCIMIENTOS

El Centro Naval de Buenos Aires otorgó el primer Premio Sesquicentenario de la Independencia Argentina a su biografía sobre lord Cochrane aparecida en 1979.
En 1976 fue invitado al pueblo de Macachín, en La Pampa, donde brindó una serie de conferencias sobre la campaña del desierto y habló sobre expediciones salineras, primeras avanzadas del orden hispanoamericano en esa zona. Volvió al lugar muchas veces y hasta pensó radicarse allí. Como testimonio de su afecto donó más de seiscientos volúmenes a la localidad de Macachín, base de lo que hoy es una de sus instituciones más representativas, la biblioteca popular “Profesor Eros Nicola Siri”. Un homenaje que su propia ciudad natal nunca le brindó.

¿VIEJOS RENCORES?

En un significativo trayecto de nuestra historia, las divisiones tajantes por pertenencia u opiniones han empobrecido el desarrollo cultural argentino. Tal vez sea éste uno de los casos de marginación y olvido, por haber jugado a la descubierta, en sincera labor por sus ideas. Eros Nicola Siri fue fundador y director del suplemento literario “Democracia” y secretario general de la revista de capacitación “Olimpia”, y ocupó elevados cargos públicos, como testimonio de su compromiso, entre ellos el de secretario de Prensa y Radiodifusión de la provincia de Buenos Aires (1940) y jefe de la sección Prensa Extranjera de la Subsecretaría de Información de la Presidencia de la Nación (1944 y 1947). Se trata, como se ve, de su actividad oficial poco antes y durante la primera época del peronismo.

Discurso del oso Por Julio Cortázar

Soy el oso de las cañerías de la casa, subo por los caños en las horas de silencio, los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire fresco, voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por las cañerías.
Creo que me estiman porque mi pelo mantiene limpios los conductos, incesantemente corro por los tubos y nada me gusta más que pasar de piso en piso resbalando por los caños.
A veces saco una pata por la canilla y la muchacha del tercero grita que se ha quemado, o gruño a la altura del horno del segundo y la cocinera Guillermina se queja de que el aire tira mal.
De noche ando callado y es cuando más ligero ando, me asomo al techo por la chimenea para ver si la luna baila arriba, y me dejo resbalar como el viento hasta las calderas del sótano.
Y en verano nado de noche en la cisterna picoteada de estrellas, me lavo la cara primero con una mano, después con la otra, después con las dos juntas, y eso me produce una grandísima alegría.
Entonces resbalo por todos los caños de la casa, gruñendo contento, y los matrimonios se agitan en sus camas y deploran la instalación de las tuberías. Algunos encienden la luz y escriben un papelito para acordarse de protestar cuando vean al portero.
Yo busco la canilla que siempre queda abierta en algún piso; por allí saco la nariz y miro la oscuridad de las habitaciones donde viven esos seres que no pueden andar por los caños, y les tengo algo de lástima al verlos tan torpes y grandes, al oír cómo roncan y sueñan en voz alta, y están tan solos.
Cuando de mañana se lavan la cara, les acaricio las mejillas, les lamo la nariz y me voy vagamente seguro de haber hecho bien.

La sombra de los sauces - Por María Cristina Cordido

La sombra de los sauces
y la tarde
hundiendo su calor sobre
la siesta.
Y un perfume a lila que regresa,
con un aire de perfume
que me impregna.
Murmullos de pájaros
que arrullan a sus pichones.
Y un sabor a frutos que me llega
desde el eco abismal
de la cosecha.

Calla, la casa, calla
en un silencio ritual que la rodea
con su tiempo de magia
que regresa.
Tiempo de juegos,de rondas
y promesas.
De la madre pintando de inocencia
la dulce tarde que se aleja,
casi sin darse cuenta,
que muere por su luz,
que ya se quiebra.
En sombras oscuras que regresan
hacia ese territorio de la ausencia

sábado, 14 de octubre de 2017

A la madrecita que se fue... Por Arturo Capdevila

¡Dulce madrecita mía,
cómo eran tus manos bellas!
En la muerte, ¿qué serás...?
(Van pasando las estrellas...)

Dulce madrecita mía,
que fuste arrullo en mi cuna...
En la muerte, ¿qué serás...?
(Y va tan triste la luna...)

Te recuerdo como una
silenciosa claridad...
¡Madrecita...! (Y va mi pena
buscando la eternidad...)

Voces de América Por Héctor Fuentes

El filo de una espada se hunde en la tierra.  La herida no sangra porque el barro la acaricia, la recibe, la asimila.  El nuevo mundo está urdido con hilos fuertes;  hilos de manos unidas. Los salvajes no conocen el dinero, ni la cruz, ni el evangelio.
Desde lejos, desde España, vienen a descubrir una parte del mapa. El mundo civilizado se enfrenta al reinado del Dios del Trueno.
Los hombres vestidos despojan a los desnudos. La pólvora aniquila el arco y la flecha. Las carabelas hunden canoas. Civilización y barbarie. Barbarie en nombre de la civilización.
Pueblos originarios sin destino divino. Pueblos ancestrales sin pasado ni futuro. Europa despierta y América conoce la crueldad.
La historia la escriben los que ganan, pero la recuerdan los que la sufren. El mundo cambia y la naturaleza se transforma. Los reyes gobiernan desde la lejanía que impone el trono. Desde la altura del mundo hacen bajar sus órdenes. Echan a rodar las palabras por una pendiente que finaliza en un mundo de esclavos.
Siglos de libertad sucumben ante el avance invasor. Se impone un sistema de explotación en donde existía un sistema de colaboración. El viejo mundo persigue el oro y la plata, y para ello funda ciudades, virreinatos y templos.  El oro para que brille la corona. La plata para que refleje la grandeza.
De esta tierra hundida en el atraso, necesita solamente las manos, no le sirven los hombres. Por eso destruye sus creencias y prohíbe para siempre sus costumbres. Un hombre sin creencias vale menos que un hombre. Un hombre sin costumbres es una fuerza conquistada.
Los indios cargan en el lomo las riquezas de una tierra que ya no les pertenece. Y aunque se rebelan una y otra vez, caen aniquilados ante el yugo imperialista.
Túpac Amaru es el último cacique Inca. La rebelión de su pueblo le brilla furiosamente en la mirada. José Gabriel Condorcanqui enaltece en su cuerpo el grito vivo de todo un continente.
Los pájaros, las flores y las montañas, ascienden por el vértigo de su piel. La gesta de un pueblo se enarbola en la bandera de su cuerpo. Cuatro caballos tiran de sus extremidades para romperlo. Los verdugos gritan y sus puños se cierran. El espectáculo grotesco es presenciado por los altos mandos españoles. Quieren ver sangre. Y se incomodan porque en su lugar tropiezan con la entereza de un hombre libre. Una piedra en el zapato. Una arena en el ojo. Una advertencia desafiante.
Luego de su muerte viene la oscuridad y la lluvia. La oscuridad termina en la Revolución de Mayo y la lluvia lava las conciencias de los pueblos.
Un solo grito se aúna: Libertad. Libertad. Oíd mortales el grito sagrado.
Y los libres del mundo responden al gran pueblo argentino salud.
Una revolución es un sueño eterno. Mariano Moreno escribe las palabras que logran romper las cadenas. En su plan de operaciones trazó los designios de la patria. Hizo falta tanta agua para apagar tanto fuego.
Los realistas no saben que un hombre nacido en esta tierra es capaz de cruzar la cordillera. El ejército de los Andes se agazapa como un cóndor detrás de las altas cumbres. San Martín grita: “Seamos libres, que lo demás no importa nada”. Y el milagro sucede. Medio continente despierta a los ojos de sus verdaderos dueños. La América vuelve a cerrarse en el puño de sus Libertadores. Un capítulo se cierra. La patria grita su llanto de recién nacida.
El presidente Bartolomé Mitre crea el ejército. Bautiza aquel período como “Proceso de Organización Nacional”. Los indios Ranqueles sufren las consecuencias. Quince mil indios son asesinados por la llamada “Campaña del desierto”. Julio Argentino Roca y sus hombres reparten la tierra saqueada. Millones de hectáreas para pocas manos. Así nacen los latifundios, y así se funde los pueblos.
La riqueza es de un puñado, la pobreza se reparte entre la mayoría.
Mucho tiempo después, un presidente de facto, Jorge Rafael Videla, inicia el “Proceso de Reorganización Nacional”.
La desaparición de personas es un puente hacia el pasado. Indios, gauchos e intelectuales heterodoxos confluyen en un destino común. Pero la palabra, a través de los años, sigue contando su historia. Una historia que no se extingue, una historia en carne viva.

POR NUESTROS NIÑOS (Extraído del libro “Supérate” De Agustín Pastoriza, Ed Kapelusz, año 1932)

Era un pobre matrimonio obrero. El esposo trabajaba en una fábrica y la mujer realizaba todos los quehaceres domésticos, sin ahorrar esfuerzos ni cuidados para vivir con la mayor economía. Nació un niño; lo llamaron Juancito.
Fue la esperanza, la suave estrellita de luz que guiaría la vida de los sacrificados esposos. Desde que el niño vino, toda privación trocábase en felicidad. Al fin, era por él Pero a los dos meses, el padre murió. La madre, con su hijito, quedó sola ante la vida.
Esa mujer  era grande amando  con ternura entrañable al huerfanito; pero ahora sería sublime enalteciendo el amor con el trabajo diario, salvando intacto ese amor ante las penurias de la existencia.
Buscó ocupación. Pero ella no tenía oficio. Sabía coser, planchar, cocinar; pero poco, muy poco de todo, como una de esas buenas mujeres cuya única aptitud es la buena voluntad que ponían para hacer lo que pueden.
Ya desesperaba por su falta de capacidad para ganarse un jornal, cuando un día acertó a leer el aviso de un diario por el que un matrimonio pedía una nodriza.
Voló a ofrecerse. En efecto, en la casa, donde fue, le dijeron que necesitaban un ama para criar un niño, pero que le darían la ocupación con el compromiso de que no llevaría a Juancito. En cambio, obtendría licencia todas las noches para volver a su casa y atender a su hijo.
¡Pobre madre! ¡Abandonar a Juancito apenas de dos meses, durante todo el día, para no verlo hasta la noche! Pero ante la necesidad tuvo que resignarse. Enjugó silenciosamente sus lágrimas, acalló los arranques de rebeldía que le dictaba su gran amor, y desde el día siguiente, entró a servir de nodriza.
Muy temprano dejaba a Juancito en su pieza y se dirigía a cuidar al otro niño, al de sus patrones. Las vecinas, por comedimiento y caridad, solían a veces en su ausencia acercarse al niño abandonado. Le arrojaban una flor para que se distrajera, poníanle algún juguetito o lo recogían del suelo cuando se caía de la cunita.
Después, las mujeres del conventillo, viendo que el niño peligraba por esas caídas, optaron por tender una colcha en el suelo y allí dejábanlo atado de un piececito a la cuna.
Cuando por la noche regresaba la madre, el niño la recibía llorando, con un llanto entrecortado, hondo, desgarrador. . . Ella reclinaba su cabeza sobre el niño y lloraba silenciosamente.
Y en esa actitud, muchas veces la sorprendió la aurora del día siguiente.
Una vez Juancito enfermó.
Murió a los tres días. Una vecina oficiosa fue a llevar la triste noticia a la madre.
Esta, en un descuido de sus patrones escapó a su casa para ver por última vez a su hijo muerto, llevando en sus brazos al otro niño que cuidaba.
Al llegar contempló un cuadro que desgarró su corazón. Allí estaba Juancito, lívido por la muerte, con el cabellito ralo, faltado en partes; los ojitos entreabiertos y vidriosos, cual si hubieran congelado la última lágrima.
Tenía las manecitas achaparradas, encogidas, quizá cerradas en su último intento de acariciar a la madre. Los huesitos, casi visibles debajo de la piel, de un color amarillo sucio, hacían de aquel niño un doliente despojo humano.
La madre, horripilada, volvió la mirada hacia el otro niño que tenía en sus brazos, al niño de sus patrones, al que ella amamantaba y que estaba regordete y sonriente. ..
La madre enloqueció... Cuando el médico llegó, emocionado, pero venciendo con entereza su consternación, dijo a las mujeres que estaban presentes:
Señoras, cuiden a los niños. Cuídenlos mucho. Denles buenos alimentos y dispénseles todas las atenciones con inteligencia y corazón. Hoy la mortalidad infantil acusa cifras pavorosas. ¿Será porque no hay buenas madres? ¡Qué jamás la Patria ni la conciencia tengan que reprochárselo!

De tu mano mamá, como cuando era niña Por Nilda Scarvaglieri

Me duelen los años mamá, tus años, los míos.
Me duelen tus manos cansadas, me duelen mis canas...
Esta vejez que nos abruma y nos opaca
cada instante lleno de tristeza.
Cruzaremos la tranquera juntas, de la mano
como cuando niña me apretabas fuerte.
Cruzaremos la tranquera juntas y contigo me iré al cielo
que soñamos las dos.
En la noche escucho tus palabras, Nilda, corre, corre.
Como corríamos en la noche oscuras para evitar los golpes,
el fuego o lo que no sabíamos.
El miedo de perderte mamá, el miedo a perderte
pedía a Dios la muerte desde niña.
Pedía a Dios la muerte y Jesús enojado me retaba...
Eres tan sólo una niña.
Cruzaremos la tranquera, juntas mamá,
no te soltaré la mano y te apretaré tan fuerte
como vos a mi ¡Cómo cuando era una niña!
Nos llegó la vejez y aún estamos tristes.
No hubo muchas risas en el camino, no conmigo.
Conmigo no has reído, para que esperar más,
vamos juntas mamá... un cielo nos espera,
un cielo de alegrías, un cielo de paz.

sábado, 7 de octubre de 2017

Triste España sin ventura Por Juan del Encina (1468-1529) del “Cancionero Musical de Palacio”

Triste España sin ventura,
todos te deben llorar.
Despoblada de alegría,
para nunca en ti tornar.

Tormentos, penas, dolores,
te vinieron a poblar.
Sembrote Dios de placer
porque naciese pesar.

Hízote la más dichosa
para más te lastimar.
Tus victorias y triunfos
ya se hubieron de pagar.

Pues que tal pérdida pierdes,
dime en qué podrás ganar.
Pierdes la luz de tu gloria
y el gozo de tu gozar.

Pierdes toda tu esperanza,
no te queda qué esperar.
Pierdes Príncipe tan alto,
hijo de reyes sin par.

Llora, llora, pues perdiste
quien te había de ensalzar.
En su tierna juventud
te lo quiso Dios llevar.

Llevose todo tu bien,
dejose su desear,
porque mueras, porque penes,
sin dar fin a tu penar.

De tan penosa tristura
no te esperes consolar.

El que rige y el regido Por Juan del Encina (1468-1529) del “Cancionero Musical de Palacio”

El que rige y el regido,
sin saber,
mal regidos pueden ser.

Mal rige quien no es prudente
porque todo va al revés
y el perfecto regir es
saber mandar sabiamente;
que el regido y el regente,
sin saber,
mal regidos pueden ser.

Donde falta discreción
no ay ninguna cosa buena;
lo que discreción ordena,
aquello da perfección;
mas los que regidos son,
sin saber,
mal regidos pueden ser.

Fin

El saber que Dios nos da,
aquél es saber perfecto
y aquél se llame discreto
que de tal saber sabrá;
y lo que regido va,
sin saber,
mal regido puede ser.

ELEGÍA Por Leopoldo De Luis

Con sus alas de plomo va la tarde;
pesa en la piel ceniza de los campos.
Difusamente cunde la penumbra,
vellón de sucia lana en el ocaso.

"Tú eras también de luz y de paisaje.
Se ha oscurecido el mundo entre tus manos.
Se ha detenido el tiempo, río sordo.
La luz ya es sólo sombra de tus párpados.

Se siente caminar lejanamente.
Alguien cruza en la sombra hacia el pasado.
Nada delante. Olvido. Dios en sueños
aún alienta en el alma su amor manso.

Se retorna al recuerdo cual las olas,
una vez y otra vez, con lento paso.
Duele el amor, duele la certidumbre
de saberse de amor y odio poblados.

¿Ves? Somos cual la encina, aquí en la sombra.
Honda raíz, enfurecidos brazos.
Ferviente savia oculta nos abrasa.
La libertad nos nace por el llanto.

Como la luz, aquí también morimos,
en el hermoso otoño del ocaso.
Un ascua fugitiva hacia la sombra.
El amor anochece en nuestros labios.

Hoy comamos y bebamos Por Juan del Encina (1468-1529) del “Cancionero Musical de Palacio”Hoy comamos y bebamos Por Juan del Encina (1468-1529) del “Cancionero Musical de Palacio”

Hoy comamos y bebamos
Y cantemos y holguemos,
Que mañana ayunaremos.

Por honra de San Antruejo
Parémonos hoy bien anchos,
Embutamos estos panchos,
Recalquemos el pellejo.

Que costumbre es de concejo
que todos hoy nos hartemos,
que mañana ayunaremos.

Honremos a tan buen santo,
Porque en hambre nos acorra,
Comamos a calca porra,
Que mañana hay gran quebranto.

Comamos y bebamos tanto,
Hasta que nos reventemos,
Que mañana ayunaremos.

¿Y tú? Por Rafael Serrano Ruiz

Un largo silencio.
Mi pluma descansa,
igual que la musa
que me tendió su mano.

El vaivén de las cosas,
la luz y las sombras
de lo que es la vida.
¿Ya todo esta dicho?
¿ya todo está en calma?

Lo que más cuenta,
lo que más importa…
¿Supe amar o tan sólo
fue un sueño,
una ilusión,
un deseo?

La pregunta me espera,
no tengo respuesta.
¿Y tú?

Días independientes - Por Enrique Spinell

1.
Nadie sabe porque, pero el tiempo perdió su linealidad, se quebró, se plegó, se rehizo. El día de mañana es totalmente independiente del día de hoy. En este momento soy mecánico, tengo esposa y dos pibes, pero ayer fui 10 años más joven, gay y vendedor de electrodomésticos. El miércoles era un maduro soltero caravanero, dueño de una agencia de autos usados y el jueves maestra jardinera. Así, cada día es una sorpresa: absolutamente impredecible. La vida es irremediablemente cambiante. Si nos gusta, mañana será otra y si no nos gusta, también. No hay otra estrategia de vida posible que vivir ahora. El futuro ha sido roto, desmantelado por la fractura del tiempo. El ahorro, la previsión, los vínculos formales y todo aquello que requiere ayer y mañana perdió sentido. Mañana nuestra familia será otra. Nuestros amigos y enemigos se renuevan día a día. Hoy vivimos para el mañana de otro.

2.
Antes los días se parecían mucho entre si y los recuerdos crecían despacio. Ahora un día genera un montón de recuerdos que se acumulan como expedientes de ministerio. Se vuelven pesados y me acosan queriendo aparecer hoy. No hay lugar para tantos recuerdos. Cuando mi día es triste o aburrido, entran más. Hay días enteros que apenas sirven para recordar. Soporto mejor esta oficina recordando que fui bombero, carpintero y actor. Soporto mejor esta angustia recordando que fui feliz. Soporto mejor esta muerte recordando que estuve en un vientre cálido.

3.
Cuando el día no pinta bien, me escondo a recordar. Tengo muchos recuerdos para recurrir. En algunas vidas me cuesta más encontrar un escondite, pero ese es mi único objetivo de vida continuo e invariante: esconderme y recordar. Llevo meses así, escondido día tras día, negándome a las vidas y a los otros.

4.
Hoy soy abogado, casado, tres pibes, una amante, y vivo en un chalecito. Me resultó fácil encontrar un escondite en un entretecho y desde temprano estaba aquí recordando hasta que se abrió la puertecita y entró una mujer.-¿Qué hacés acá?
-Nada, sólo vengo a recordar. Haceme un lugarcito que recuerdo sin joder. Esto da para muchos recordadores.
Durante horas recordamos en silencio. Abro los ojos y la observo. Observo cómo cambia su cara, como se le dibujan sonrisas, le explotan carcajadas, como se toca. No me cuesta imaginar sus recuerdos completando el esqueleto de sus gestos. Esta mina fue feliz. Yo fui feliz. Fui más feliz viviendo vidas que reciclando recuerdos, pero sigo recordando. No se porque nunca quiero estar donde estoy, como en esa vida que me la pasé buscando salvación en los chats de mi celular.

5.
A la tardecita, nuestros ojos abiertos coincidieron. Hablamos de nuestros recuerdos, nos contamos muchos de nuestros días y nos sorprendió encontrar que coincidimos en uno; que en una de estas vidas de un día estuvimos juntos. Ese día es hoy y acordamos vivirlo.