domingo, 2 de diciembre de 2018

Los dueños de la Ley Antiterrorista – Por Fernando Adrián Zapata

Los que ayer te reprimieron,
los que ayer te persiguieron...,
...son los mismos que hoy te acusan
y reclaman dictadura.

Los que ayer beneficiaron
a oligarcas y tiranos...,
son los mismos que hoy te agreden
por ser pobre y ser rebelde.

Los que ayer colaboraron
con los que te torturaron...,
son los mismos que hoy te culpan
y te tratan de "basura".

Los que ayer se enriquecieron
explotando a los obreros...,
...son los mismos que hoy te atacan
con sus leyes y sus mafias.

Los que ayer beneficiaron
a oligarcas y tiranos...,
...son los mismos que hoy te agreden
por ser pobre y ser rebelde.

Los que siguen gobernando
por los dueños del mercado...,
...¡son los mismos que hoy te aplican
leyes antiterroristas!

Los que aún te oprimen tanto
y enriquecen dominando...,
...¡son los mismos que hoy te aplican
leyes antiterroristas!!!

Los crímenes políticos - Por Fernando Adrián Zapata


El puño y el garrote se entrecruzan
en calles de memoria ensangrentada,
los pobres que reclaman en las urnas
también van por las rutas y puebladas.
Mercado, Estado, bancas, dinerales,
trazaron una línea divisoria
a quienes ya no pueden aportarles
solvencia en la ecuación trabajadora.
Algunos han pagado con sus vidas
la reivindicación de otros hermanos.
Y hay otros, que engordaron cada día
con lujo, a costa de los castigados...

Las leyes, con sus lados y reversas,
son, varias,...frías y sin corazón.
Persiste, aún así, la fuerza obrera;
no todo está perdido si hay unión...

Las crisis nos templaron, desde antaño,
a fuerza de brutal necesidad.
Los cambios que, de algunos, esperamos,
¡nosotros los debemos cultivar!!!

La casa – Por Emilia Torini


Había una vez una casa muy blanca, muy redondeada, muy grande...tenía dos dormitorios, una cocina particularmente pequeña...un parque muy grande con un nogal, sí, ese árbol hermoso que da nueces, que muchas veces supo sostener una hamaca, que muchas veces supo ser el sostén de una casita en las alturas. Esa casa también tenía un laurel, enorme árbol.. que supo ser uno de los lugares preferidos a la hora de esconderse hasta escuchar contar hasta diez...esa casa tenía muchas escaleras, que subían y bajaban...que te trasportaban a un castillito... los dos dormitorios eran muy grandes, uno en especial…un lugar lleno de los juguetes más hermosos…ese cuarto que escuchó risas, llantos…vio niños jugando, vio adolescentes llorar o reírse hasta no parar…
Esa casa vio a un joven irse para emprender su aventura.. y después vio una joven irse a emprender también su aventura…pero la casa seguía  ahí…siempre se podía volver.. volver a recorrer ese parque, esas escaleritas que te trasportaban…
Esa casa vio alegrías enormes, tristezas …pero estaba ahí…
Vio padres, abuelas,  hijos, nietos, novios, novias, amigos, esposos, esposas, cuñadas, sobrinos…
Esa casa sintió aromas de comidas exquisitas…escuchó hermosas canciones, durmió siestas, festejó cumpleaños,  vivió  veranos, otoños, inviernos y  primaveras…llenas de flores, flores muy bien cuidadas…
Se puede decir que esa casa no son más que paredes de ladrillos con cemento…pero es mi casa, la casa que me vio nacer, crecer e  irme…
Hoy mis papás dejan esa casa para emprender ellos su nueva aventura…pero en ella quedarán todos esos recuerdos bien impregnados en sus paredes…para siempre… y aunque le esté hablando a un par de ladrillos con cemento, te digo, casita: aunque se vienen hermosos proyectos, te voy a extrañar…porque vas a ser mi casa hermosa para siempre…la casa blanca, redondeada, muy grande y con una cocina particularmente pequeña. Ya no voy a poder entrar… pero cuando pase por ahí, siempre, siempre voy a decir, esa es  MI CASA!