domingo, 30 de octubre de 2016

CRUZADAS Por Jorge A. Dágata

         Hierve el agua con sal sobre la hornalla, dos pasos los separan, palos y escudos ante el mismo choque.
Un hueso se sumerge desnudo, un casco amarillo rueda a los pies del uniforme.
Papas limpias de sudor, botas sucias de patear, cubiertos afilados.
Ahora es tiempo de zapallo y de cebolla, la radio ha dicho que no, los choclos se han negado riendo a diente apretado desde los estantes, los gases han silbado lágrimas, dos pasos los acercan, la receta por todos conocida.
Hierve el agua y revuelve sobre la hornalla un caldo lento que promete, corridas y pañuelos, un poco de sangre sin cocinar, una propuesta a golpes, candados que no ceden, otro jornal que no fue.
Esa espuma que sube y se retira, se despliega el mantel, caen banderas, unas manos que cubren unos ojos, el vapor que no deja respirar.
Dos sillas.
Se sientan a comer y lo comen tan otra vez así, enfrentados.

MAXIMAS DE ROCHEFOUCAULD

- Un hombre de talento podrá amar como un loco; pero jamás como un tonto.

- ¿Por qué tendremos la memoria suficiente para retener hasta los detalles más mínimos de cuanto nos ha ocurrido, y no poseemos, sin embargo, la necesaria para recordar con cuanta frecuencia se los hemos referido a la misma persona?

- Es señal de un mérito extraordinario el que se vean obligados a alabarlo los que más lo envidian.

- Mientras el corazón se halla agitado por los restos de una pasión, es más susceptible de otra nueva, que cuando se encuentra en absoluto reposo.

- La soberbia es la misma en todos los hombres; sólo varían los medios y maneras de manifestarse

- La soberbia nunca deberá nada y el amor propio jamás querrá pagar.

- Nuestra soberbia se hincha con lo que quitamos a nuestras otras faltas

- Es tal el egoísmo en ciertos individuos, que, cuando están enamorados, se preocupan más de su pasión que del objeto de ella.

- El deseo de hablar de nosotros mismos y el exponer nuestras faltas a los cuatro vientos,

sábado, 22 de octubre de 2016

La astilla Por Alexandra Brito-Perú

No se sabe a ciencia cierta, si primero sucedió el accidente de la astilla o debutaba su
pasión por la pintura, ningún adelanto de la medicina fue capaz de curar ese mal que le
aquejaba cada noche, atrayendo un inevitable desvelo que lo llevaba frente a sus lienzos
en los cuales descargaba furiosas pinceladas con acrílicos grises, aceituna y negros la
magnitud del sufrimiento.
Afuera... en la galería donde sus cuadros eran expuestos aumentaba su fama por la
crudeza manifiesta, incluso sus obras estaban siendo reconocidas fuera del país.
Pero la astilla cada vez punzaba con mayor fuerza, atravesando su calma, calvario que
en el día le impedía moverse libremente y por las noches no acertada a encontrar la
posición que le permita descansar, dolor de fuego, ardor que atraviesa los huesos
rompiendo la paz, el deseo por la vida, abriendo paso al inexorable túnel de la locura.
Por consejo de un colega fue a visitar como último recurso a un extraño curandero
étnico. Con sabiduría milenaria, brebajes y menjurjes herbolarios puso punto final al
mal del atormentado pintor.
Fueron muchos días de celebración por su nuevo estado, largas noches de juerga,
Risotadas y proyectos para una nueva y opulenta vida.
La octava noche cuando se disponía a dormir con la serenidad que tanto había anhelado
se levantó de un sobresalto, se paró frente a un lienzo, hizo trazos congruentes, tan
normales, totalmente armoniosos, inexpresivos, ausentes de tragedia, sus manos no
atinaban a plasmar con nitidez la perfecta desgracia.
Sentado al borde de su cama lloró inconsolablemente por el gran error de haberse
liberado del fragmento de la espina que nutría su inspiración.

Canción

De la partitura de la “Fantasía para piano, coro y orquesta” Op 80 de Beethoven, autor desconocido. Arreglo del poeta Christoph Kuffner.


Con gracia y dulzura resuenan
las armonías de nuestra vida
y el sentido de la belleza engendra
flores que eternamente florecen.

La paz y la alegría avanzan cual amigas
como el juego alternante de la olas;
y lo que insistía en ser rudo y hostil
entra a formar parte de lo sublime.

Cuando en los tonos reina la magia
y en las palabras la inspiración
se configura lo maravilloso,
noche y tempestad se vuelven luz.

Calma exterior y alegría interior
priman para el bienaventurado;
y el sol primaveral de las artes
permite que de ambas nazca luz.

Algo grande contenido en el pecho
florece de nuevo en toda su belleza;
si un espíritu se ha encumbrado
todo un coro de espíritus resuena siempre a su alrededor.
Aceptad, pues, almas bellas,
alegremente los dones del buen arte.

Cuando se unen el amor y la fuerza
el favor de los dioses al hombre recompensa.

La noche que pintan negra Por Rafael Serrano Ruiz- España

Llegará la noche que pintan negra
y le dicen albea para las almas nobles
en cuyo despertar,
en ese lugar de no se sabe donde,
entre vapores de incertidumbre,
cara a cara con la verdad,
al fin comprenderé
lo mucho que nos habíamos querido.

Alegría Por Nilda Norma Scarvaglieri

Entre papeles viejos aquí me encuentro, aquí me encuentro.
Una caja llena de recuerdos y los que llevo aún adentro.
Puedo sentir hoy tanta felicidad, como nunca la he sentido.
Me falten o me sobren los motivos
fui fiel al amor, por ello vivo.
Puedo escuchar a mi corazón en plena algarabía,
su felicidad es tan grande por lo que vivo.
¡Por lo que vivo! Hoy nada duele... todo es calma.
Hoy nada duele...porque me quedé con el amor más puro
¡El amor del alma!

Infancia Por Egle Frattoni

Mi infancia
fue una casa que nunca tuvo llave
dos patios con mejillas de naranjas
mamón y mandarinas
paredes de ladrillos sin maquillaje
y una música de tardes muy soleadas.
Había una ingenuidad de autitos chocadores
un miedo de montaña rusa
una alegría de hamacas voladoras.
Aquel cielo de cantos y de vuelos
ya no pertenece al mundo.
Tampoco aquellos árboles
- candelabros encendidos de sol -
ni aquella luna que cortaba la vida
en rebanadas.
Ese espacio de latas agujereadas
y noches de estrellas hundidas en los charcos
Se deshizo en el aire.

Comienzo de remos Por Héctor Fuentes

Un hombre se abre
a través de sus dedos
y en la hermosa orilla
comienzan los remos.

Es el río sin tregua
quien lo arrastra furioso
la caricia del agua
que lo toca y lo salva.

Sobre las piedras del fondo
toda la luz se refleja
como un antiguo camino
guarda vestigios de estrellas.

En la corriente se escucha
el susurrar de los duendes
van cantando una tonada
con un tambor de juguete.

Comienzo de remos.
Ascenso del alma
hacia la altura
del verso.  

¡Sin luz! por Nilda Norma Scarvaglieri

Se han ido de mí los ojos a vivir otro camino
en el cual la oscuridad es su destino.
Se han ido de mí los ojos por un camino escondido.
Vaya a saber dónde están estos ojos míos...
que se han perdido ayer, caminando sin sentido
y buscando a ese querer que en lágrimas han vivido.
Se han ido de mí los ojos...
vaya a saber por qué camino...
Solo sé que oscuridad es su destino.
Y yo me quedo en penumbras, pues mis ojos se han ido.
Y yo me quedo en penumbras, buscando lo que era mío.
Y aunque ya no encuentre nada en la oscuridad que vivo,
recordaré aquel amor que en lágrimas he vivido.
¡Qué triste fue mi destino!
Se me ha ido el corazón en el amor de mi vida...
Y mis ojos lo han seguido.

Te has ido a transitar silencios nuevos Por Beatriz Ojeda- Uruguay

Te has ido a transitar silencios nuevos
a perfumarte de glicinas y sahumerios de delirio.
Te has ido dejando entrelazada entre las hojas
una presencia inalterable de tu esencia
Allí estás noche a noche entre dos mundos
y en mi alma transportas mariposas vespertinas
que jamás desertarán del alma mía
Serás en mis jornadas un emblema de fortuna.

jueves, 20 de octubre de 2016

CONTATE UN CUENTO IX



La Escuela de Educación Secundaria Nº 3 “Carmelo Sánchez” de la ciudad de Balcarce lleva adelante el proyecto Cultural “Contate un Cuento “. Se trata de un concurso literario narrativo que invita a  los jóvenes y adultos de nuestra ciudad, de toda la Argentina y de otros país a imaginar otros mundos posibles porque como dice el escritor español Francisco Umbral “la escritura es la manera más profunda de leer la vida”
  Hoy nuevamente el objetivo está cumplido, y la novena edición cuenta con nuevos ganadores

Categoría A: Jóvenes de 12 y 13 años

Gandadora:
“La nota” de Valentina Ayelen Garcia, alumna de 2º año de la E.S. Nº 3 “Carmelo Sánchez”

Mención de honor:
“Secretos de invierno” de Máximo Oddo, alumno de 1º año de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”
“Aquel hombre que camina sin rumbo” de Florencia Murias, alumna de 2º año de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”
“Canción en silencio” de Florencia Laneve, alumna de E.S.Nº 2 “Rene Favaloro” de San Agustin

Categoría B: Jóvenes de 14 y 15 años

Ganadora:
“El diario de ayer” de Lucia Galantini, alumna de 2º año del Instituto Parroquial San Andrés de Miramar

Mención de honor:
“Lo que no queremos aceptar” de Morena Larroquet, alumna de 4° año de la E.S.N° 3 “Carmelo Sánchez”
“El universo en tus ojos” de Lucia Gauto, alumna de 4° año de la E.S. N°3 de San Manuel
“Ella” de Alfonsina Bevilacqua, alumna del Instituto Presbitero José Albertini de Lobos

Categoría C: Jóvenes de 16,17 y 18 años

Ganador:
“Aquellas palabras” de Juan Valentini, alumno de 6º año de E.S.Nº 4 de Balcarce

Mención de honor
“El entierro del olvido” de Guadalupe Galván, alumna de 4° año de E.S.N° 1 “Antonio Gonzalez Balcarce”
“El olvido” de Braian Hoyos, alumno de 5º año de E.S.y T Nº 1 “Lucas Kraglievich” de Balcarce
“La bestia” de Octavio Casimiro, alumno de 6° año de la de E.S.y T Nº 1 “Lucas Kraglievich” de Balcarce

 Categoría D: Adultos

Ganadores: premio compartido:
“El cementerio de los chalecos” de Silvia Graciela Franco de Castelar
“La nena y los globos” de Alexandro Arana Ontiveros de México

Mención de Honor
“Un día inesperado” de Melani Pagliaro de la ciudad de Balcarce
“Cazador” de Marcelo Mendiburu de Escobar

      Hubo un total de 110 participantes. Entre las escuelas intervinientes, además de las ganadoras, se encontraron la E.S.Nº7 , la E.S.N°10 y  el Colegio Santa Rosa de Lima de la ciudad de Balcarce  La E.S.Nº 1 de Napaleofú;  , la E.S. y T N° 1 de Lobería; la E.S.N° 4 de Tamangueyú. También han participados jóvenes de Tigre, Rio Negro. Bilbao, Brasil y España. En la categoría Adultos hubo participantes de la ciudad de Balcarce, Ciudad Autónoma de Bs.As., Tres de Febrero, La Matanza, San Antonio de Areco, Santa fe, Mendoza, Perú, Uruguay, Cuba, Estados Unidos, Chile, México, Venezuela y España
  El jurado estuvo integrado en esta oportunidad por las Inspectoras de la Inspectora de Educación Primaria Mónica Arriegue (Categoría A); la Inspectora de  Adultos Laura Gimaray (categoría B) , la Inspectora de Psicología Social Juana Benites (categoría C) y la Inspectora de Secundaria Lourdes Ochoa, la directora de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez”,Silvia Santamaría (categoría A y C), Vicedirectora de la E.S.Nº 3 “Carmelo Sánchez” , Karina Coria (categoría B y D) y las profesoras Idelsa Arcuri y María Angélica Pajín y el escritor Ezequiel Feito.  

  Esperamos a todos los ganadores y participantes en el acto de premiación que se realizará el día 28 de octubre a partir de las 9hs. en nuestro establecimiento sito en calle 32 Nº 1026. Los ganadores serán premiados con un  auricular con  Bluetooth y FM donado por los gremios docentes y libros enviados por el Ministerio de Educación de la Nación.  Los cuentos ganadores y menciones próximamente aparecerán en el Blog de Rescatados del fuego  y todos los participantes recibirán un libro


 Este espacio cultural que el año pasado fue declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Nación según resolución 1275 convoca cada año a participantes de distintas ciudades de nuestro extenso país y de otros países. Gracias por elegirnos, gracias por dejarnos existir, estamos orgullos de brindarles un espacio donde puedan dejar volar su imaginación y como decimos siempre“Mientras haya alguien que quiera contar, mientras haya alguien que quiera escribir, mientras haya un joven con ganas de imaginar , “Contate un cuento” existirá.

sábado, 15 de octubre de 2016

El Héroe - Por Máximo Gorki

    En las épocas antiguas, existía un país rodeado de bosques impenetrables; a uno de sus lados aparecía una estepa inmensa que se perdía a lo lejos, a lo lejos, en el horizonte...
En aquel país vivía un pueblo poderoso. Llenos de ardor y de fuerza, aquellos hombres tenían alegría de vivir y nada deseaban. Pero un día sucedieron grandes desgracias. De más allá de la estepa cayó sobre ellos un ejército extranjero y los arrojó a lo más profundo del bosque, ahí donde las nieblas flotan sobre los pantanos.
    Los árboles crecían tan cerca unos de otros, que sus ramas entrelazadas ocultaban el cielo; apenas si el sol las podía atravesar, y cuando sus rayos llegaban hasta la superficie de las aguas embarradas, los malos olores hacían sufrir a los pulmones más fuertes. Y las mujeres y los niños gemían, y tristes pensamientos oscurecían las caras de los hombres.
Querían abandonar esos lugares malditos. Pero ¿que hacer? ¿Volver a caer en las manos crueles de los enemigos, o ir más adentro del bosque, hacia lo desconocido? Ninguno tenía animo para tomar una resolución, aunque todos eran fuertes como robles.
    Silenciosos, duros como si fueran de piedra, se veían los troncos de los árboles en la penumbra gris; en la tarde, cuando las hogueras del campamento estaban encendidas, sus ramas parecían querer enlazar a los hombres en un abrazo más estrecho todavía. Y cuando el viento sacudía su follaje, la gran voz del bosque dejaba oír un extraño gemido, un lamento amenazador, una especie de canto fúnebre para los desgraciados que se habían refugiado a su amparo.
    Continuaban pensando, mudos, respirando el vapor venenoso de las aguas; continuaban durmiendo junto a las hogueras del campamento, a cuyos reflejos parecían danzar sombras silenciosas... Y creían que esas sombras eran los malos espíritus del bosque que se burlaban de ellos.
Nada destruye tanto el cuerpo y el alma como la falta de ánimo. Por eso aquellos hombres, poco a poco, se debilitaban y perdían la voluntad. La cobardía y el aburrimiento se apoderaban de ellos y nada hacían con sus manos, antes tan robustas. Ante los cadáveres de aquellos que cada día morían por los vapores de los pantanos, las mujeres gritaban y se lamentaban con desesperación y los llantos subían hacia el aire sombrío.     Otras veces, llenos de rabia, pensaban en ir contra el enemigo aunque perdieran la vida o la libertad, porque la esclavitud y la muerte eran preferibles a aquella tortura.
    Entonces, entre los hombres, se distinguió Danko.
    Tenía la belleza y el ardor de la juventud. Los hombres hermosos siempre son valientes. Miró a sus compañeros y les dijo:
    -Hermanos, el pensamiento no resuelve, por sí solo, los problemas; necesita de la acción. Si hay una piedra en medio del camino, con pensar solamente en que es un estorbo no va a desaparecer. Es preciso la acción para sacar la piedra del paso. ¿Por qué gastar nuestras fuerzas en pensamientos tristes? ¡Levántense! Atravesemos el bosque. Como todas las cosas de la tierra, el bosque también tendrá su fin. Vamos, hermanos, ¡en marcha!
    Todos miraron al que hablaba así. En sus ojos había tanta seguridad, estaba tan seguro de la victoria, que, como un solo hombre, todos alargaron sus brazos hacia él y lo aclamaron.
    Se puso delante de todos y ellos lo siguieron, llenos de confianza. El camino era difícil. Los arboles, las ramas, se enredaban como serpientes, formando una pared casi impenetrable; todos los días alguien moría en las profundidades del pantano. Cuanto más adelantaban, más el bosque y el pantano multiplicaban sus peligros; y más se agotaban las fuerzas de los hombres.
    Empezaron a oírse quejas. Se dudó de Danko, decían que era muy joven y sin experiencia.
    -Va sin rumbo... Nos extravía...
    Pero Danko iba siempre adelante de todos, a la cabeza, sin perder su coraje y seguro de triunfar.
    Un día una gran tempestad hizo oír su amenazadora voz y al bosque lo envolvió una gran oscuridad, como si todas las noches, desde el nacimiento de la tierra, hubieran juntado en aquel lugar su horror angustioso.
Bajo los árboles gigantescos caminaban los hombres pequeñísimos, y las plantas robustas le doblaban como rosales. Zigzagueaban los relámpagos lanzando, a través de la noche, sus garras luminosas, como para apresar a los seres perdidos que escapaban, tan pronto encandilados por la luz como hundidos en la oscuridad.
    Por fin se detuvieron, extenuados, y rodearon a Danko. Empezaron a gritar:
    -¡Nos ha engañado...! ¡Nos ha perdido... ¡Muera! ¡Muera!
    De repente, la tormenta se calmó. Un último relámpago, como un presagio, pareció confirmar las palabras de los hombres, y un estremecimiento de placer pasó sobre las cimas.
    -¡Hombres débiles! -gritó Danko-. Ustedes me eligieron como guía. Conozco el fin y a él voy, sin hacer caso de las dificultades. Pero ustedes se dejan desilusionar por la extensión del camino y no conservan ni el valor ni la fuerza. Y es un rebaño de corderos lo que yo llevo detrás de mí.
    Otra vez el bosque escuchó gritos de muerte. Danko miró a aquellos por quienes se había sacrificado y vio que eran semejantes a las bestias. Detrás de los ojos que lo miraban no había almas. Comprendió que ninguno le tendría compasión y, ante esa ignorancia, estalló la ira en su corazón. Luego sintió una piedad muy grande, una angustia tremenda, y pensó que, sin él, aquel pueblo querido caminaría hacia la muerte. Y entonces sintió más necesidad de salvar a aquellos miserables. Este deseo iluminó su mirada, pero, sin comprenderlo y para luchar contra él, se apretujaron más estrechamente a su alrededor.
Y la muchedumbre vociferaba sin cesar; los relámpagos herían la noche y el bosque murmuraba siempre su triste canción.
    Permaneció con la frente en alto; sus ojos brillaban, llenos de todo su amor.
    -¡Sálvalos! -se gritó con una voz que dominó los ruidos de la tormenta.
    Y entonces, abriéndose el pecho con las uñas, se sacó el corazón y lo levantó en alto, con las dos manos, por encima de su cabeza.
    El corazón iluminaba como el sol.
    De repente el bosque quedó en silencio, y ante la llama de amor, la oscuridad retrocedió, cediéndole el sitio. Sobre los mismos yuyos, a ras de las aguas estancadas, la luz se extendía...
    -¡Vamos! -gritó Danko, y echó a caminar. Con paso seguro, ocupando su lugar; siempre en alto, para mostrar el camino, el corazón luminoso.
    Todos le siguieron. El bosque, sorprendido, sacudió su ramaje y nuevamente hizo oír sus rumores. Pero los pasos seguros de los hombres apagaron su voz. Porque ahora marchaban todos sin miedo, guiados por la luz del corazón llameante, dominados por una fuerza irresistible y mágica. Aún caían muchos, pero morían contentos, sin una lágrima, sin un lamento.
    Danko caminaba siempre delante de sus compañeros, sosteniendo su corazón rodeado de luz.
    Y de repente el bosque, como si se declarara vencido, les dejó libre el paso y se separó de ellos, cerrando después su espeso muro. Con todo su pueblo, Danko entró en la luz, en el sol, en el aire puro que perfumaban las plantas.
    La tempestad había quedado atrás. El sol extendía su resplandor sobre la estepa ondulada cubierta de flores. Miles de gotas de rocío brillaban entre la hierba.
Atardecía. Los rayos del sol se ocultaban, coloreando de púrpura las aguas del río, cuyas espumas se volvían rojas como la sangre que manaba del pecho de Danko.
    Moribundo ya, miró por última vez la estepa inmensa en que su pueblo, ahora libre, iba a vivir. Y el héroe cayó al suelo y murió.
    A lo lejos, los árboles admirados murmuraron; sobre el césped salpicado de su sangre, corrió una brisa.     Pero los hombres alegres, llenos de esperanza, no pensaban ya en él y no se daban cuenta de que el corazón ardiente llameaba siempre al lado del muerto.
    Uno de ellos lo vio de pronto y, con prudencia lo aplastó con el pie.
    El corazón de Danko despidió aún algunos resplandores; luego se apagó.
    Y es de este corazón de donde salen todavía las luces azules que, antes de la tormenta, brillan en la estepa como pequeñas lenguas de fuego.

domingo, 9 de octubre de 2016

A mi mujer Por Carlos Cabrera

Si por quererte tanto como quiero,
tengo que soportar el sufrimiento,
quiero seguir, queriéndote contento
de este amor, que por querer, prefiero.

A veces, sin querer, soy tan sincero,
que te lastimo; por estar queriendo
que tú me quieras como yo, sabiendo
que querer es poder. Por eso quiero.

Si yo supiera, pero es que no puedo
saber qué día, sin querer me muero,
por ti el amor ha de seguir viviendo

Puedes estar segura, que queriendo,
has de enterarte, que me fui sintiendo
¡No quedarme a quererte como quiero!

La Rueda Por Olga Tasca de Pardo

Dos mitades, unidas por los medios,
La rueda alisando el proceso.
De arrobo,
de dudas,
de probables quimeras.
Dos abrazos que se unen en un abrazo amante,
en las idas y vueltas.
¿Ilusión?
¿Sortilegio?
¿Mandaderos o amos?
Sentirse como pájaro libre pero con grillos puestos
a quietud,
Decepciones,
la rueda en su andar va aplastando los sueños.
Costumbre.
Indiferencia. Saber como ha llegado la finitud del tiempo.
Cada parte de rueda suda por su destino
con la marca indeleble del carruaje La Vida.
Hubo ayeres. No cede y entre giros y giros
un rezongo de faltas acaricia los rayos
que son un poco herrumbre, y otro poco, esperanza
Demasiadas flaquezas van mostrando su grito.

Un pájaro Por Jorge Dágata


A mi madre, que se durmió en el pasado
invierno y poco a poco la siento despertar

En el pasto acunado por el viento
blanco barco vacío tembloroso
velas anclas ausencia
cascarón de una huida

En el aire celeste y en la fronda
hurga las notas de la algarabía
o al cascarón de estrellas le pregunta
sobre nuestro destino.

(Para marchitarse apenas la pluma suave
y no basta una vida para el retorno).

ALGUNAS POESÍAS DE ANÍBAL BLASCO DE SU LIBRO “MADRUGADAS EVOCATIVAS”

LA  PARTIDA

Estoy sentado al lado de mis penas
sostienen mis manos, el vaso del olvido
hoy me acompañan las horas que he vivido
el sinsabor amargo de mis lágrimas

está conmigo, mi amiga, la nostalgia
y mi valija repleta de tristeza
sonríe pálida, con su boca entreabierta
donde se notan sus dientes de pobreza

la llenaré con sueños de viajero
la cerraré con las llaves del misterio
la tomaré con mis manos tan vencidas
y partiré en busca de lo eterno

dejando el mundo envidioso y egoísta
dejando el aire poblado de veneno
y las grietas de la tierra que sonrientes
se burlaron de mi y de mis sueños

y buscará en el cielo la esperanza
en el supremo intento
de encontrar un amigo que comprenda
el drama que cultivo aquí en mi pecho.


DONDE TE FUISTE

hoy ya no se, donde estás, ni donde vives
es un misterio que mi mente ignora
te busco y te recuerdo a todas horas
oh... dulce idilio de amor que te has perdido

en la tiniebla oscura de esta noche
me siento fracasado, ya vencido
porque tus ojos no encuentro vida mía
porque tus labios no oprimen ya los míos

te seguiré buscando por la vida
pues vivir sin ti, es un suplicio
que me arrastra en mi senda al sacrificio
de verter una lágrima sombría

mas si un día el destino nos enfrenta
y veo tu boca, sedienta de mentiras
yo seguiré por mi camino a tientas
olvidando que existes en la vida

pero si observo en tus ojos la sonrisa
del amor reflejado en tus pupilas
te querré tanto como antes te quería
y uniremos para siempre nuestras vidas.


ABISMO DE AMOR

Te vi pasar con mirada serena
con la alegría, reflejada en tu rostro
con la tibieza, de tus cabellos sueltos
como palomas, en busca de un reposo

me enamoré de tus ojos, tan tiernos
de tu cuerpo flexible y tan hermoso
de tus pupilas enfrentando los sueños
cual un abismo dorado y misterioso

ese abismo, de dicha, de nobleza
ante el mundo egoísta y ambicioso
ese abismo que media entre la noche
y el resplandor del día majestuoso

entre el mar y la tierra
entre los hombres
de este mundo egoísta y pernicioso

fue sólo un sueño de amor hecho cenizas
sólo una nube que pasa y no retorna
o al retornar, llega con sueños nuevos
con su alma renovada, dulce sombra

dulce sombra de ayer, de días hermosos
de sueños que quedaron apagados
ayer te vi pasar junto a otro hombre
y de mis sueños, realidad sólo ha quedado.



RESTAURANT   NOCTURNO

Restaurant, taciturno y melancólico 
de madrugadas grises de esperanzas 
ruido de platos, golpeteando las sienes 
como un murmullo de dicha o de nostalgias

madrugadas de frío, sofocadas 
por el calor ficticio de las copas 
un tocadiscos que en un rincón evoca
 las melodías de un tango ya cansado

cansado cual la vida y su camino 
ese camino incierto que enfrentamos 
cuando el día nos muestra sus promesas 
de los sueñas que nunca acariciamos

mostrador ya vacío, son las cinco 
tan solo algún bohemio en el estaño 
evoca las tristezas de la vida 
al surgir iracundo el desengaño

mesas desalineadas y vacías 
conversan con los vasos que han quedado 
inmóviles como -pensando en vano 
que la vida es más corta que los años

la heladera rugiente desafía
cual un grito de guerra fuerte y bravo
el silencio impenetrable de la noche
que es la amiga mas fiel que he acariciado

aunque cansados los focas fluorescentes
indiferentes siguen alumbrando
todo el salón, que con aire majestuoso
quiere ignorar el sentimiento humano.

sábado, 1 de octubre de 2016

MAXIMAS DE ROCHEFOUCAULD

- Es un error creer que sólo las pasiones violentas, como el amor o la ambición, pueden triunfar sobre las demás. La pereza, a pesar de ser tan débil, las domina, a veces, a todas ; pues influyendo sobre todos nuestros propósitos y acciones, consume y destruye insensiblemente las pasiones y las virtudes.

- Los celos son el mayor de los males, y el que menos compasión inspira al que los ocasiona.

- La propensión a pensar mal, sin un estudio previo, es hija del orgullo y la indolencia. Nos hallamos prontos para declarar al prójimo culpable y tardos en tomarnos la molestia de examinar la acusación.

- Cuando nos abandonan nuestros vicios, nos jactamos de haberlos dejado nosotros.

ALGUNAS ANÉCDOTAS DE SARMIENTO De "Recopilación de Anécdotas de Argentinos Célebres"

SARMIENTO Y EL PRESIDENTE MONTT

Para las elecciones de presidente de Chile, se presentaban en 1851 candidaturas de diversas índole, con la inseguridad de resolver problemas que no estaban claramente planteado. Apareció un folleto de Sarmiento con este título: “¿A quien rechazan y temen? A Montt.-¿A quien sostienen y desean? A Montt-¿Quién es, entonces el candidato? Montt” La misma franqueza con que planteaba la cuestión en el título, predominó y tuvo influencia decisiva en el resultado. Habiendo sido elegido presidente don Manuel Montt, saliendo de la casa del consulado, detuvo a Sarmiento, que iba a caballo, para decirle:
-Excepto presidente, será usted en Chile lo que quiera ser. Tome carta da ciudadanía.
-Gracias le contestó, necesito tres meses, Urquiza está por declararse...
Entonces aquel interrumpió con disgusto, exclamando:
-¡Un viejo ya, cargado de familia, que no se le asienta todavía el juicio!-


UNIÓN DE DOS GRANDES

En el boletín número 3 de fecha 26 de Diciembre de 1850, se lee: "El sol de ayer ha iluminado uno de los espectáculos más grandiosos de la naturaleza que los hombres puedan ofrecer: el pasaje de un gran río por un grande ejército... ". Es una descripción del pasaje del río Diamante que produjo honda sensación y queda todavía como un modelo.
Fue escrita por Mitre bajo el dictado de Sarmiento, y hemos oído de labios del improvisado escribiente que Sarmiento exclamó al aprobar las modificaciones de forma introducidas:
-¡Que grandes cosas haríamos, dictadas por mí y escritas por usted, Mitre!-


SARMIENTO SE INCLINO ANTE AQUELLA OPINIÓN

Volvamos al consejo de educación, de la época en que Sarmiento y Guido y Spano reñían constantemente.
Sarmiento que presidía la corporación y Guido y Spano que era uno de sus vocales, ocupaban durante las sesiones las cabeceras de la mesa de reunión.
Cierta vez, como Guido combatiera determinadas ideas de Sarmiento, éste le dijo:
-Pero usted me contraría siempre, cuando no domina estos asuntos que yo conozco a fondo. Usted no se da cuenta que de que yo soy una autoridad en la materia y pretende hacerme discusiones a cada paso, en vez de inclinarse ante mi opinión.
Y Guido le respondió:
-Es que yo no sostengo juicios caprichosos e improvisados y puedo robustecer mis razones con las de respetables autores.
-¿ Que autores son esos?, preguntó Sarmiento.
-Yo no vengo al consejo cargado de libros, replicó Guido pero tengo a la mano uno muy importante y voy a leer algunas páginas decisivas.
Sarmiento adelantó con los dedos el formidable pabellón de su oreja derecha y se puso en situación de oír aquello atentamente. Guido leyó con su maestría de siempre, un largo y luminosos fragmento de la obra de a que se había referido.
-¿Y de quién es eso? Interrogó sarmiento con desdén.
-De Domingo Faustino Sarmiento, repuso Guido.
-¡Y la verdad que está muy bien escrito! Agregó aquel, invitando luego al consejo a pasar a otra cosa.-

Héctor Germán Oesterheld: “Estoy en la tierra, supongo” Por Héctor Fuentes ( de su libro: “Rueda la pelota”)

       Un hombre escribiendo una historieta en la noche profunda. Un fantasma que llega a la tierra apareciendo de a poco. La silla cruje. La cara y los ojos del viajero cobran forma definitiva. El guionista se asombra, pero el otro lo tranquiliza. “Estoy en la tierra, supongo”.
En esa silla desvencijada por los años, se había sentado El Eternauta, el personaje más importante de la historieta argentina. Héctor Germán Oesterheld, su creador, lograba plasmar el gran sueño de toda su vida: escribir la gran novela argentina.
Desde sus inicios, en la editorial Abril, Oesterheld había demostrado que aún en las condiciones asfixiantes de las tiras de continuará, se podían escribir obras brillantes.
Cuando Cesare Civita, se cruzó en uno de los pasillos con el prestigioso colaborador, no dudó en decirle: “Usted Oesterheld, debería escribir guiones de historieta”. La respuesta no se hizo esperar: “Lo voy a intentar”, dijo el Viejo, y el resto es historia.
Ávido lector de Melville, Salgari, Conrad, Borges y Cortázar, no dudó en llevar a la historieta los grandes temas de la literatura. La dotó de hondura psicológica, hizo complejo lo que parecía simple, y ese experimento inédito dio por resultado lo que hoy conocemos como novela gráfica.
Su primer personaje importante se llamó Bull Rocket, un piloto de pruebas, al que le agregó originales atributos. El editor constató de inmediato el diamante en bruto que tenía entre manos. Rápido de reflejos le pidió al guionista, una historia de vaqueros, para que la dibujara Hugo Pratt. Sargento Kirk, fue la nueva revelación. Un soldado desertor que se pasa del lado de los indios. Esta mirada nueva  puesta sobre viejos temas, es la gran bisagra que impone Oesterheld. De un plumazo hizo adulta la historieta, llevándola hacia sitios impensables, poniendo el acento en la creatividad y en la originalidad de cada nuevo relato.
De su pluma humanista y reflexiva nació Ernie Pike, un cronista de guerra norteamericano, que señalaba a la guerra como el Mal, sin importar de que bando se alistasen los contrincantes. Otra vez la mirada lúcida. Otra vez el aguijón clavándose en la piel desprevenida del lector.
En el año 1957 decide fundar su propia editorial: Frontera. Esta nueva empresa aglutinó de inmediato a los mejores dibujantes del país: Hugo Pratt, Francisco Solano López, Alberto Breccia, y Arturo Del Castillo. El Viejo escribía:
“Creemos estar en la línea de la historieta buena, entendiendo por buena, la historieta fuerte, la historieta que sabe ser a la vez ser recia y alegre, violenta y humana, la historieta que agarra con recursos limpios, de buena ley, la historieta que sorprende al lector porque es nueva, porque es original, porque es moderna. Frontera y Hora Cero son prueba de lo que decimos: los lectores saben ya qué distinto es el material que ofrecemos”.
Mort Cinder y Sherlock Time, junto al genial Alberto Breccia, coronaron una trayectoria sin altibajos.
Hoy extrañamos aquella imaginación prodigiosa.
Hace 39 años Héctor Oesterheld, desparecía en manos de los “Ellos”. Aseguran quienes compartieron con el Viejo su últimos momentos en cautiverio, que seguía escribiendo guiones de historieta. Es la imagen final de un hombre íntegro. Un creador de aventuras defendiendo con alma y vida, el noble oficio de contar historias.
Un viajero del espacio.
Un Héroe Colectivo.