A mi madre, que se durmió en el pasado
invierno y poco a poco la siento despertar
En el pasto acunado por el viento
blanco barco vacío tembloroso
velas anclas ausencia
cascarón de una huida
En el aire celeste y en la fronda
hurga las notas de la algarabía
o al cascarón de estrellas le pregunta
sobre nuestro destino.
(Para marchitarse apenas la pluma suave
y no basta una vida para el retorno).
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