Hierve el agua con sal sobre la hornalla, dos pasos los separan, palos y escudos ante el mismo choque.
Un hueso se sumerge desnudo, un casco amarillo rueda a los pies del uniforme.
Papas limpias de sudor, botas sucias de patear, cubiertos afilados.
Ahora es tiempo de zapallo y de cebolla, la radio ha dicho que no, los choclos se han negado riendo a diente apretado desde los estantes, los gases han silbado lágrimas, dos pasos los acercan, la receta por todos conocida.
Hierve el agua y revuelve sobre la hornalla un caldo lento que promete, corridas y pañuelos, un poco de sangre sin cocinar, una propuesta a golpes, candados que no ceden, otro jornal que no fue.
Esa espuma que sube y se retira, se despliega el mantel, caen banderas, unas manos que cubren unos ojos, el vapor que no deja respirar.
Dos sillas.
Se sientan a comer y lo comen tan otra vez así, enfrentados.
¡Bienvenidos! Este blog de literatura está abierto a todo tipo de lectores. Quienes lo hacemos no tenemos otra motivación que el de compartir la lectura de las obras de escritores de todos los tiempos, así como también las de aquellos que se inician y también merecen difusión.
domingo, 30 de octubre de 2016
MAXIMAS DE ROCHEFOUCAULD
- Un hombre de talento podrá amar como un loco; pero jamás como un tonto.
- ¿Por qué tendremos la memoria suficiente para retener hasta los detalles más mínimos de cuanto nos ha ocurrido, y no poseemos, sin embargo, la necesaria para recordar con cuanta frecuencia se los hemos referido a la misma persona?
- Es señal de un mérito extraordinario el que se vean obligados a alabarlo los que más lo envidian.
- Mientras el corazón se halla agitado por los restos de una pasión, es más susceptible de otra nueva, que cuando se encuentra en absoluto reposo.
- La soberbia es la misma en todos los hombres; sólo varían los medios y maneras de manifestarse
- La soberbia nunca deberá nada y el amor propio jamás querrá pagar.
- Nuestra soberbia se hincha con lo que quitamos a nuestras otras faltas
- Es tal el egoísmo en ciertos individuos, que, cuando están enamorados, se preocupan más de su pasión que del objeto de ella.
- El deseo de hablar de nosotros mismos y el exponer nuestras faltas a los cuatro vientos,
- ¿Por qué tendremos la memoria suficiente para retener hasta los detalles más mínimos de cuanto nos ha ocurrido, y no poseemos, sin embargo, la necesaria para recordar con cuanta frecuencia se los hemos referido a la misma persona?
- Es señal de un mérito extraordinario el que se vean obligados a alabarlo los que más lo envidian.
- Mientras el corazón se halla agitado por los restos de una pasión, es más susceptible de otra nueva, que cuando se encuentra en absoluto reposo.
- La soberbia es la misma en todos los hombres; sólo varían los medios y maneras de manifestarse
- La soberbia nunca deberá nada y el amor propio jamás querrá pagar.
- Nuestra soberbia se hincha con lo que quitamos a nuestras otras faltas
- Es tal el egoísmo en ciertos individuos, que, cuando están enamorados, se preocupan más de su pasión que del objeto de ella.
- El deseo de hablar de nosotros mismos y el exponer nuestras faltas a los cuatro vientos,
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