- Un hombre de talento podrá amar como un loco; pero jamás como un tonto.
- ¿Por qué tendremos la memoria suficiente para retener hasta los detalles más mínimos de cuanto nos ha ocurrido, y no poseemos, sin embargo, la necesaria para recordar con cuanta frecuencia se los hemos referido a la misma persona?
- Es señal de un mérito extraordinario el que se vean obligados a alabarlo los que más lo envidian.
- Mientras el corazón se halla agitado por los restos de una pasión, es más susceptible de otra nueva, que cuando se encuentra en absoluto reposo.
- La soberbia es la misma en todos los hombres; sólo varían los medios y maneras de manifestarse
- La soberbia nunca deberá nada y el amor propio jamás querrá pagar.
- Nuestra soberbia se hincha con lo que quitamos a nuestras otras faltas
- Es tal el egoísmo en ciertos individuos, que, cuando están enamorados, se preocupan más de su pasión que del objeto de ella.
- El deseo de hablar de nosotros mismos y el exponer nuestras faltas a los cuatro vientos,
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