domingo, 12 de mayo de 2019

Pink Floyd: “Otro ladrillo en la pared” Por Héctor Fuentes

“Si el mundo fuera obvio, el arte no existiría”.
La piedra fundamental de las sociedades modernas está cimentada en el pragmatismo. Comprar es ser alguien. Comprar y vender es la única comunicación fértil que se establece entre las personas. El que apuesta al dólar pierde. El que puso dólares recibirá dólares, el que depositó pesos recibirá pesos. El que puso ganas y buena fe, que se joda. Bienvenidos al Cuento de la Buena Pipa. Este es el reinado absoluto y absolutista del “Gran Bonete”.
Las personas dejan de tener caras y sueños, y pasan a llamarse agentes, clientes o proveedores. Pagar en efectivo tiene sus ventajas.
Si deseas algo puedes abonarlo con tarjeta de crédito o débito, con chequeras de estrépito y vómito, con cólicos, con pálpitos, con púlpitos, con cheques, con choques, con choclos, con bonos, con bolos, con balas, con permutas, con minutas, con minutos, con sangre, con llanto, con horas extras, con pucheros, con préstamos, con próstatas, con empréstitos.
Si  no tienes dinero puedes pagarlo con cadenitas de oro, con cadenotas de esclavos, con cadenas de oración, con enojos, con hinojos, con dólares, con dolores, condominios, con euros, con pleuras, compotas, con el aguinaldo, con el aguilucho, con helechos, con el adelanto, con el de adelante, con plata prestada, con plata de argentum, con platos  voladores, complotando, compitiendo, compadeciendo, con herencias, con urgencias, con paciencia.
Las sociedades de consumo necesitan monedas que mantengan en funcionamiento la máquina. Vestir a la moda es estar en consonancia con las tendencias mundiales. Mirar el mismo programa de televisión que elige la mayoría, significa pertenecer al bando de los ganadores. Hablar sobre los mismos temas que habla la mayoría, nos ampara del silencio aberrante de permanecer callados.
La estupidez insiste siempre. Ser diferente es ser culpable. Ser artista es estar loco. Ser desalineado es no conservar las buenas costumbres. Y elegir libremente lo que se nos plazca es atentar contra el sentido común.
Por lo tanto el muro es la solución. Edificarnos una coraza es sentirnos seguros. Bajar la imputabilidad de los menores, es la solución. Construir cárceles es la solución. Exterminar a los delincuentes es la solución. Dar respuestas concretas sobre temas puntuales demuestra velocidad de gestión. Atacar al problema de raíz comprueba nuestra eficiencia.
El miedo no puede aterrarnos porque fuimos capaces de conquistar el misterio. El confort. La comodidad. La alarma del auto. La televisión. Todo está bajo control. Todo gira en nuestras manos como gira la tierra alrededor del sol. Pero el sol está eclipsado por la luna.
El superhombre de hoy no necesita del lento beneficio de la cultura. Las horas sólo marcan cambios de horarios. Son horas-hombre que han cedido el espacio-tiempo al rígido cartel de un horario de oficina.
Todo es mensurable: ocho horas para trabajar, ocho horas para dormir, ocho horas para disfrutar. Pero... ¿cuánto tiempo dura un beso? ¿cuánto tarda un pájaro en pulverizarse contra el celeste del cielo? ¿Cuánto tiempo transcurre en el instante que cerramos los ojos y pensamos en lo extraordinario? ¿Cuánto tiempo real dura una sonata de Mozart? ¿Cuánto tiempo transcurre entre la primera y la última palabra del libro Rayuela? ¿Se puede medir ese tiempo?
Pink Floyd “The Wall” nos pone en estado de alerta. Martillos que marchan como nazis. Profesores sarcásticos con cabezas de martillos. Cintas de metal que arrojan estudiantes hacia la picadora de carne. Guerras mentirosas que se libran por intereses mezquinos y se pagan con vidas inocentes.
Otro ladrillo en la pared significa que el muro gigantesco sigue creciendo. Es hora de librar nuestra batalla. Es hora de hacer estallar las paredes insensatas que separan a los hombres.

Del “Diccionario del Disidente” Por Chulak

Lenguaje: Desentendimiento organizado.

Llorar: Poner las penas o la dicha en remojo.

Mentira: Virtud que reemplaza con mucha mayor elegancia a la verdad, dada la maldita manía que tiene esta última de esconderse, quizás por pudor, ya que hay tantos insensatos sueltos que la buscan desnuda.

ALBAÑIL Por Juan Carlos Pirali

De su origen masón aún perdura,
la simbólica impronta de esa huella.
Elementos unidos en  acervo
de compás, de plomada, escuadra y regla.
                                      Constructor del progreso en cada pueblo.
Arquitecto y maestro sin escuela.
Albañil, simplemente, noble obrero,
apacible interior, rudo por fuera.


Hermanado al peligro en el andamio
que amenaza en lo alto con su alerta.
Eventual accidente ronda siempre
pero firme en su oficio no se arredra.

Rudas manos manejan el “fratacho”
que nivela revoques con su fuerza,
y descargan tesón en la cuchara;
conjunción de cemento, cal y arena.

Aguerrido jinete de la altura,
recia imagen de cobre y piel reseca.
Resistente al calor y a los inviernos
no conoce “aflojada” en su faena.

 Apilar los  ladrillos. Su rutina
de levantar paredes. Alba y siesta.
Se hace carne en su mente como eco
el impulso que anima la tarea.

Cuando llega la hora del descanso,
distensiones lo abrazan y lo alegran,
y en el grato placer que brinda el vino
al final de la obra, canta y sueña.

No se dónde estoy…. Por Alejandra Rodríguez

Mar azul, cielo celeste. El buen sol sabe que lo necesito. Me sumerjo en el agua, esta fría y lo se. Lo hago sólo para poder sentir después la reconfortante sensación de sentir mis pies helados en la cálida arena. La brisa fresca también está, sopla en mi cara trayendo olores conocidos.
Mi música también está siempre: en cada célula de mi cuerpo. La siento vibrar en el corazón. ¿Qué haría sin ella?
El mar sigue su curso, hermanado con la Luna, eternamente, indiferente al resto, misterioso e inmenso, majestuoso y bello… A veces me da miedo, pero igual me atrapa.
Alegría, placer, armonía, bienestar, belleza, esperanza, luz, paz. ¿Paz?
¿Paso el tiempo? Hay otros colores. Están apuñalando al sol. Se tiñe el cielo con destellos rojos sobre un azul más profundo. El mar pierde el celeste y se torna de un triste gris, y la arena se enfría muy rápido.
De a poco las veo. El cielo se oscurece y las estrellas van apareciendo. Primero tímidas, y de golpe es una explosión infinita de formas y brillos increíbles. Me acuesto boca arriba para verlas. ¿Estoy acá? Eso creo.
De repente veo una estrella fugaz y una vez más siento esa mezcla de sorpresa, miedo, incredulidad y admiración por nuestro universo. Y me siento chiquita, muy chiquita… No se si estoy, si estuve….
Oscuridad, melancolía, llanto, miedo, traición, venganza, culpa, muerte, soledad, tristeza.
De repente caigo, se produjo un vacío en alguna parte…. No puedo sentir desde o hacia dónde. El vértigo y el miedo me desarman en mil pedazos. ¿Es un remolino en el mar? No lo sé…
¿Un agujero en el cielo oscuro? No lo creo… ¿Una conocida cueva en el campo, formada de verdes y rabiosas enredaderas y flores violetas? Es ahí, es esa cueva de siempre, la conozco, la recuerdo…
Silencio, oscuridad, desazón, vacío, espacio sin tiempo. ¿El presente es? ¿El pasado existió? ¿El futuro es ahora?
El salto violento hace que me siente de un solo movimiento en la cama. Está oscuro. Pero algo de luz artificial entra de afuera. Puedo distinguir formas. Lo veo al instante, está parado junto a mi ventana. Mi corazón se detiene y se me seca la boca. Me paralizo. No puedo verle la cara pero sé quien es.