Había una vez un pirata que se llamaba Gonzalo y era muy peleador y un ogro al que llamaban Cuco, porque era tan pero tan feo y con tanto olor a pata, que la gente que se le acercaba salía corriendo.
Ellos eran muy amigos, les gustaba pelear con espadas y masas con puntas , vivían en una cueva que quedaba en el medio del bosque.
Un día mientras se divertían cazando osos, al pirata Gonzalo lo mordió una serpiente y lo convirtió en caballo.
El ogro Cuco comenzó a buscar al pirata Gonzalo, pero no lo reconoció, porque ahora era un caballo.
El caballo buscó a un mago para que con su varita mágica lo volviera a convertir en pirata.
El mago estaba en la escuela dando una charla de magia a la princesa Florencia y al hada Adina.
El caball o entró rápido al comedor de la escuela y le explicó al mago lo que le pasaba. El mago buscó en su libro de magia el hechizo para volverlo a convertir en pirata.
Con su varita tocó la cabeza del caballo y dijo el hechizo:
-ABRA CADABRA
-COLA DE CABALLO
-PARA DE PALO
-CARA DE MALO
¡PACATEPUSH!
Gonzalo volvió a ser un pirata, le agradeció al mago y le prometió que ahora sería un pirata bueno que ayudaría a la gente a ser feliz.
¡Bienvenidos! Este blog de literatura está abierto a todo tipo de lectores. Quienes lo hacemos no tenemos otra motivación que el de compartir la lectura de las obras de escritores de todos los tiempos, así como también las de aquellos que se inician y también merecen difusión.
sábado, 25 de febrero de 2017
Los pies desnudos Por Alberto Edel
No tengo nada.
Sólo el amor de una muchacha
y mis párpados abiertos.
Así puedo correr sobre la hierba
húmeda y punzante.
Sabiendo que a esa certeza
llamarán locura.
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