- Es un error creer que sólo las pasiones violentas, como el amor o la ambición, pueden triunfar sobre las demás. La pereza, a pesar de ser tan débil, las domina, a veces, a todas ; pues influyendo sobre todos nuestros propósitos y acciones, consume y destruye insensiblemente las pasiones y las virtudes.
- Los celos son el mayor de los males, y el que menos compasión inspira al que los ocasiona.
- La propensión a pensar mal, sin un estudio previo, es hija del orgullo y la indolencia. Nos hallamos prontos para declarar al prójimo culpable y tardos en tomarnos la molestia de examinar la acusación.
- Cuando nos abandonan nuestros vicios, nos jactamos de haberlos dejado nosotros.
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