sábado, 15 de marzo de 2014

La tarde Por Ezequiel Feito

Tenue es la luz, quizás la tarde recuerde
la melodía de nuestros labios,
de aquellos que hoy, corroídos por el polvo,
hayan perdido su memoria para siempre.

Sepultados por la sombras, disueltos en un ocaso
que volvería a nuestras almas transparentes
solíamos contemplar aquella belleza,
la atractiva belleza sin retorno
de lo nacido muerto, de aquella tragedia anunciada
por lo imposible de ser el uno para el otro.
En la tarde, en esta tarde que parece
atravesar el alma y deshacerla
callando nuestra voz, detenida en el viento
hay una melodía incontenible
que habla por nuestro silencio
de hojas secas.


Viajante, tú que en el crepúsculo, lleno de vida
vienes hacia aquí, hacia este amable suelo
detén tu marcha, y por nosotros
reza una plegaria.

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