sábado, 3 de octubre de 2015

RETRATO DE UNA CURANDERA (Ana María Dominga Menzza, alias "Anita Dimare") Por el Dr. Héctor Ulises Napolitano De su libro “Remembranzas Dolorenses”

Cuando fui niño era usual
que mi madre concurriera
a una vieja curandera
para curarme algún mal.

Que ahuyentaba el mal agüero
con planta de ruda macho;
y en el caso del empacho
curaba, tirando el cuero

Usando, al tirarlo, talco,
y como ungüento habitual
acelga y untosinsal,
 alcohol o vinagre blanco
.
Como el ajenjo o semilla
de zapallo, en los parásitos;
y entre otros remedios clásicos
la tinta en la culebrilla.

Sacando solo con rezos
las verrugas o el antojo,
como también el mal de ojo
que extraía con bostezos.

Siendo justo que repare,
entre otros, en destacar
que, aquí, la más popular
fue doña Anita Dimare.

Que con rezos curó males;
a más de ser naturista
que apeló a una larga lista
de remedios vegetales.

Teniendo una santería,
y un altar, como despacho,
que adornó con ruda macho
contra alguna brujería.

Llegando hasta octogenaria
esta inmigrante italiana
que de origen siciliana
fue en Dolores legendaria.

Junto a otros, que en este ramo,
en Dolores fueron grandes:
como Leopoldo Fernández
y el viejo Felipe Bravo.

NOTA: Además de los ya nombrados, fueron populares en esta actividad en Dolores: Julia Fernández de Beretta. Liberata Vidal, Sixto Gómez, Plácido Gómez, Petrona Pages, Arturo Rugiera, etc.. etc. Se exceptúa a la célebre "Madre Angelita", ya que no se trató de una curandera sino de una sanadora de la le, al igual que doña Joaquina Fontana, que supo tener un culto religioso en la calle Ramón Melgar entre las de Belgrano y A. del Valle.

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