Hay un momento, y sólo uno;
un instante, y sólo uno
donde la tierra que pisas se vuelve infinita
y descubres que es mentira el horizonte.
Y no sabes si estás en el cielo o en la tierra;
o si estás vivo o muerto.
Tu cuerpo se ha vuelto sólo un ojo
que escudriña la profundidad del espacio.
donde navegan tus pensamientos, como coloridas naves,
y el silencio y tú son uno
con la tierra y el cielo.
Hay un momento, y sólo uno...
¡Y has escapado bien del cazador, quienquiera que seas!
Has vuelto a la tierra. Tus pies
elevan nuevamente tu cuerpo y tu sombra
ha regresado y fielmente te acompaña,
mientras vuelve a nacer el universo.
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