Estaba sentada muy entretenidamente en la plaza leyendo mi libro favorito.
En menos de un instante se rompió el bolsillo de mi campera y cayeron mis llaves al suelo. Escuché un ruido pero no hice caso. Pasó alguien en bicicleta velozmente en frente de mi y me desconcentré de la lectura. Miré para el costado me di cuenta que mis llaves daban vuelta en el rayo de la bicicleta. Inmediatamente me levanté del asiento y empecé a correr desesperadamente.
- “Hey , hey” - le gritaba hasta que vi que paró . Se dio vuelta y era un chico con ojo marrones y su cabello caía sobre su cara, se veía que estaba apurado. Me preguntó preocupado por qué le gritaba y yo le dije que mis llaves estaban en la rueda. Me incliné para desengancharlas y vi que él acercó su mano sobre la mía.
En un segundo se escuchó un temblor. “¿Qué pasó?” , dijimos al mismo tiempo. Y vimos que mi llave estaba de un color azul. Él las tomó y me tranquilizó. Todo parecía muy extraño, vimos que la plaza no parecía igual que hacía unos minutos atrás.
Caminamos asustados sin decir nada hasta que se interrumpió el silencio
- ¿Cómo te llamas?
-Feliz ¿vos?
-Ana.
-Ahí hay un banco, sentémonos _me dijo.
No entendíamos lo que pasaba, nos quedamos hablando con terror, esperando como una hora. Al parecer no pasaba nada hasta que vimos a dos viejitos muy enamorados tomados de la mano que se acercaban hacia nosotros. Se acercaban más y más. Tuvimos miedo y cerramos los ojos. Cuando los abrimos los ancianos habían desaparecido pero nos encontrábamos tomados de la mano, parecía que nos conocíamos de toda la vida. Y en ese momento nos dimos cuenta que los viejitos éramos nosotros. Nos besamos apasionadamente y fue mágico, sentía mariposa en el estómago. Cerramos los ojos para disfrutar de ese momento y al abrirlos...
Estaba sentada leyendo mi libro favorito muy entretenidamente. En eso vi que se acercó un chico muy bien vestido que me alcanzaba mis llaves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario