domingo, 29 de septiembre de 2019

Juana y Dionisio Por Virgilio Juan Castiglione

Juana, una niña no tan niña,
que había ocasionado con su escote
desvelos, suspiros y camotes,
era la causante de cien riñas.

Esta niña no tan niña,
nuestra Juana una noche,
noche joven, noche ansiosa,
ya no quiso propasarse de mimosa

queriendo demostrar que no era vana.
Dionisio, un muchacho muy juicioso,
que era de su Dios muy temeroso,
sólo un vicio padecía, el celibato.

Al cruzarse con la moza una mañana
dijo, yo me quedo con la Juana,
mi defecto se lo dejo a algún novato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario