sábado, 7 de septiembre de 2013

AL CAER LA TARDE Por Marga Utiel-­ Badajoz-­ España

Al caer la tarde, cúbreme con tu presencia.
Al abrigo del tiempo, despójalo de su túnica para mermar la distancia.
Alójame en tu regazo, cierra puertas y ventanas;
subida en la nube blanca acariciar las estrellas,
sabiendo que allá a lo lejos alguien las verá pasar.
Pedir al cielo que con su blanco manto lo inunde todo.
Poseer el talismán de mis ansias, rociando de perfume mis anhelos.
Escuchar los sonidos del silencio; divisar horizontes de deseo.
Esperar sin desánimo el futuro, que me lleve en sus alas al presente.
Esparcir de pétalos la andadura errante para levitar con su fragancia.
Ilusiones perdidas volved; un nuevo amanecer inunda el horizonte.
Irisados y tenues colores tornan a su paso la amargura.
Incienso para el espíritu, elevando las desgarradas almas.
Y en el centro cual nenúfar de hermosura divisado desde la cúpula,
y ataviado con sonrisas y ternura, he visto su resplandor pasar.

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