En esta noche como en otras de verano
apago la luz sin sueño. Se escuchan
en la calle lejana los motores
de automóviles que pasan no sé
si van presurosos a una fiesta o un duelo.
Pronto vendrán a esta cama sonámbula
de calor y humedad y de mala conciencia
otras figuras cuyos rastros he perdido:
amigos de colegio, combates o viajes,
seres que me brindaron sus miserias
o algún esbozo de felicidad; los hombres
que fui yo mismo tiempo atrás cuando tenía
la barba oscura y el porte cenceño;
las muchachas amadas y las que ha sido
la mujer que amo ahora... Esta noche
quizá uno de ellos se detenga o pase
con prisa por llegar a la fiesta o al duelo;
o tal vez piense en mí como en la sombra
de un expatriado, de alguien que uno quiere
saber si aún está vivo o si ya ha muerto.
Siempre es reconfortante ver que le dan espacio a un escritor tan importante como el maestro Guillermo Pilía, que pese a su importantísima obra literaria e intelectual, es deliberadamente ignorada por una parte de sus pares, de la crítica y de los medios. Basta con entrar a su sitio www.guillermo-pilia.com.ar para comprobar el peso de este literato. Felicitaciones por demostrar que valoran el verdadero talento.
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