sábado, 17 de octubre de 2015

SER MEDIOCRE YA NO ESTA DE MODA Por John Huston

A mediados del año 1981, el célebre director cinematográfico John Huston se hallaba filmando en las instalaciones del Monmouth College de Nueva jersey. 
Como algunos saben, el "colegio" en los Estados Unidos es una especie de preuniversitario, allí donde cada alumno decide su carrera. En esos días terminaban las clases y se le pidió al veterano artista un discurso de graduación. Algunos esperaban una exposición entre paternalista y nostálgica. Huston escribió un breve y rotundo testimonio de inconformismo que dejó exaltados a los 750 graduados de la clase de 1981. 
Hoy estas palabras circulan mimeografiadas entre estudiantes de muchos otros colegios norteamericanos, desafiando las rutinas y los derrotismos imperantes.



Bien, lo han hecho.
Tendrían que estar orgullosos de ustedes mismos. Me enorgullece estar de pie ante ustedes. Ahora tienen una educación. Lo cual significa que ahora son capaces de pensar, razonar, soñar, crear y realizar. ¿Qué van hacer con esta capacidad? Confío en que elegirán usar sus jóvenes, entrenadas, vigorosas y educadas mentes sólo para ganarse una paga, sino también para rescatar el planeta Tierra. 
Esto no es enteramente imposible. Para comenzar, ustedes necesitan sólo dos cualidades. Precisan la capacidad de pensar con claridad e imaginación: eso lo poseen: el Colegio les ha dado tal cosa. Y ustedes precisan coraje y determinación. Cada uno de ustedes ha demostrado eso, al concluir su curso de estudios aquí. Hoy, cuando el futuro mismo se halla en entredicho, cuando de la noche a la mañana hay caminos elevados que se vuelven callejones sin salida y las actitudes correctas se hacen contradictorias y oscuras, terminar el Colegio es un verdadero acto de coraje y determinación.
Ustedes están bien equipados, clase de 1981, y yo los saludo.
Ahora, ¿tienen ustedes el compromiso?
Resulta algo muchísimo más fácil ponerse orejeras ante los problemas del mundo. Para pagar las cuotas del auto, bañar a los hijos, llevar el perro al veterinario, seducir a la esposa o al marido de la casa vecina, y vivir los días de la propia vida dentro de los parámetros de la telenovela.
Pero, ustedes tienen potencial para hacer muchísimo más. Sólo si se comprometen a sí mismos en el desafío mayor.
Ustedes han aprendido aquí a ser civilizados, uno con otro, a pensar osada e imaginativamente, a correr riesgos, a soñar sueños, a encontrar soluciones para problemas que al comienzo parecían insolubles. Fuera de estos muros, problemas nacionales e internacionales parecen igualmente insolubles y las soluciones se hallan igualmente dentro de ustedes.
Nuestro gobierno actual nos dice que no puede pagar los cupones de alimentación pero que debe pagar por más cabezas nucleares. Que el crimen en las calles tiene que ser refrenado pero que no puede haber control de armas de fuego. Que el consumidor tiene que ajustarse el cinturón, pero que los bancos y las grandes financieras necesitan mayores ganancias y exenciones impositivas. Que la paz debe negociarse en el Medio Oriente, y no obstante seguimos abasteciendo armamentos, municiones y .asesores a cada país involucrado. Que debemos mantenernos fuera de los conflictos internos de otros países, pero enviamos a la C.I.A. a sostener a toda facción que sea pro-EE.UU.
¿Es esto pensar con excelencia? ¿Es pensar siquiera?
Cualquiera de ustedes podría hacerlo mejor. Y hay aquí 750 de ustedes.
De aquí en adelante, para la mayoría de ustedes, no habrá más grados y exámenes y profesores; otra gente sentada para juzgar lo que hacen o no hacen. ¿Van a tomar el sendero fácil, hacer apenas lo suficiente para pasarla bien, cometer los mismos errores que cometieron sus padres y los padres de sus padres? ¿O van a asumir un compromiso personal para pensar clara, osada e innovadoramente?
Pienso que ustedes van a dar sus mejores movidas. No sólo porque soy un optimista, sino porque me he dado cuenta de que ser mediocre ya no está de moda, menos de lo que uno puede ser, menos que excelente.   
Los problemas de hoy en día parecen insuperables. Acertadamente ustedes preguntan ¿qué bien hace que yo me comprometa, soy sólo una persona, qué diferencia puede hacer una persona? No obstarte, fueron individuos separados, aquí en Nueva Jersey, los que economizaron agua suficiente para evitar el desastre durante la sequía; fueron jóvenes aislados, individuales, idealistas, los que pararon la guerra de Vietnam, los que dieron a los negros del Sud la oportunidad de votar, los que erradicaron a Nixon y los que hoy se comprometen para hallar soluciones a la crisis energética, los depósitos de desechos tóxicos y el terrorismo.
Mañana, espero, serán ustedes y convencerán al gobierno de que la guerra nuclear limitada es como estar preñada un poquito: es una contradicción de términos. La guerra nuclear significa el fin del mundo. Todos los armamentos nucleares deben ser proscriptos de la superficie de la Tierra. Es tan simple como eso.
Pensamiento osado, coraje, determinación y compromiso. Ustedes lo tienen. Úsenlo.
Sin embargo, antes de tomar la lanza de Don Quijote, dense tiempo y permiso para explorar el mundo. No tiene que costarles una fortuna. Pueden encontrar el modo de hacerlo. Pero es muy importante trepar los Himalayas, pararse al borde de un risco para mirar las vastas planicies de África, sentir cómo vibra la tierra cuando corren los animales. Pesquen en el Yukón, buceen en la gran barrera de arrecifes, escuchen el canto de las ballenas, vivan en París o en Pekín. Abran sus ojos. A otras culturas, a otras maneras de pensar y de vivir, al constantemente cambiante, fascinante, hermoso calidoscopio que es el mundo. Pues allí, entonces, lucirá válido al máximo el esfuerzo que tomará salvarlo.
Ustedes son la esperanza del mundo. De hecho, más que para otra generación anterior, la supervivencia del mundo está en manos de ustedes.
Es un gran desafío. Estoy convencido de que se encuentran a su altura, e impacientes para comenzar. ¡Buena suerte a cada cual y a todos!        


Este manifiesto o discurso apareció en la revista que dirigió Miguel Grinberg, "MUTANTIA" y aún no ha perdido vigencia. 

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