domingo, 19 de junio de 2016

Serenata - Por Ezequiel Feito

Cuando la oscuridad de la noche se hace más densa
y un profundo silencio baja desde el cielo
hacia la tierra;
en esa hora solemne donde nada se mueve
y las sombras
detienen su reptar sobre el suelo,
un destello de luz desciende de su Trono.
El más hermoso destello de luz que desciende
para iluminar a los enamorados..

En ese sagrado instante
es cuando mi corazón en ti medita.

¿Qué es la noche, qué es la luna, qué el silencio;
qué es todo este mundo detenido
como un laúd que espera
sino un pálido reflejo de mi corazón cuando pronuncia
tu nombre, como en un sueño.
                ¿Qué hora
hay en la noche que detenga tus palabras
y el cálido latir inmarcesible
de mi corazón enamorado?

Serenas pasan las horas. Las sombras
aún siguen sin moverse.
Pero tú, bien mío,
brillas en la noche como un lucero
que de la luna escapa,
y mi voz, perdida en ti, cantará alegre
bajo la luz del trono, una canción de plata.

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