- Espera de otro lo que tú le hagas.
- Que tus lágrimas aplaquen la cólera de quien te ama.
- Una deuda es para el hombre libre cruel esclavitud.
- Preferimos los bienes de otros, que a su vez prefieren los nuestros.
- No cifres tu regocijo en la desgracia ajena.
- Ama a tu padre, si es justo; si no lo es, sopórtale.
- Reconoce los defectos de tu amigo, no los odies.
- El único lazo de amistad es la confianza.
- La desgracia nos pone de manifiesto si tenemos un amigo o Solamente su imagen.
- El amor no puede ocultarse, puede extinguirse.
- El amor que causa la herida, la cura.
- Todos preguntemos: ¿Es rico? Nadie: ¿Es virtuoso?
- El sabio será dueño de sus pasiones; el loco, su esclavo.
- El dinero es un bien cuando la razón gobierna.
- El espíritu enfermo se da en espectáculos a la multitud.
- No ha vivido mucho tiempo el viejo necio, si no ha existido mucho tiempo.
- Cuando juega la mujer anciana, hace reír a la muerte.
- Cuando es francamente mala la mujer, es buena.
- El arco pierde su fuerza por la tensión; el espíritu, por la flojedad.
- El valor crece con la audacia; el temor, con la indecisión.
- Donde persuade el oro, no puede nada la elocuencia.
- La conformidad hace fuertes á corazones débiles.
- ¿Qué mal puede desearse al avaro sino prolongada vida?
- El avaro mismo es causa de su desgracia.
- El avaro no hace nada bien más que morir.
- Frecuentemente ha resultado mal un proyecto bien concebido.
- Gózase oportunamente un placer cuando al mismo tiempo se disipa un dolor.
- La buena fama es segundo patrimonio.
- No olvides jamás e1 beneficio recibido; olvida en el acto el que has hecho.
- La gratitud es aguijón para el bienhechor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario