RAPTO EN 1878
El 29 de junio de 1878 ante el Comisario de San José
de Balcarce, Paulino Amaranto, declaró Juan José Coronel (a) “Gaucho
Pobre”, cuyo verdadero nombre es Juan Ortiz, había sido reclamado por ratero y
ladrón y acusado de raptar a la esposa de Victorino Gerez y sus dos hijas
Robustiana de 8 años y Juana de 6 años. Coronel era Vecino del Tuyú y
accidentalmente en Balcarce.
Estaba preso en ese cuartel por vago y ratero y por haber robado armas y una tropilla de
caballos de propiedad de Rosario Orellana.
Victoriano Gerez declaró que el 27 de julio de 1876 le llevaron de su casa su mujer Zenona
Meneses con sus dos hijas Robustiana y
Juana, que por los informes que tuco supo que el raptor era un individuo que
paraba en la misma casa de nombre Juan cuyo apellido ignoraba, que le había
llevado la ropa blanca de su uso, un chaquetón de paño y 2 caballos de su
propiedad.
El Juez de Paz consideró que esa causa correspondía a la
competencia del Departamento Judicial de Dolores, y ordenó remitir al preso al
Juez del Crimen de dicho Departamento.
Coronel fue condenado a 2 años al servicio de las armas por
el rapto, pero logró fugar cuando era remitido a su destino. Fue capturado en
el partido de Tuyú
El agente fiscal informaba al Juez que no encontraba mérito
para que el procesado continuara en prisión, por lo que el Juez decretó su
libertad.
Tuvo en cuenta la declaración de Coronel, al decir que hacía
muchos años que tenía trato con Zenona, y que una vez le dijo que la
acompañase hasta la Villa de Luján,
porque no quería vivir más con su marido, y él había accedido.
RAPTO EN 1883
Un caso de rapto de una menor se produjo en Balcarce en
enero de 1883 en el que imputado como culpable Marcos Belén, natural de San
Vicente de 33 años de edad, jornalero, y Pedro Montemerlo, italiano, vecino del partido de Balcarce,
soltero, jornalero de 22 años de edad.
En su declaración ante el Juez de Paz Montemerlo dijo que
fue detenido por el sargento Juan Cruz Picabea, y que la causa debe ser por
llevarse una muchacha llamada Casilda Pérez, el miércoles por la noche de la
cocina de Juan Cruz, que combino con la nombrada y la llevó a su casa para
casarse con ella en el puesto del campo del finado Pérez.
El testigo Pedro Ortega dijo que la llevó de la casa Marcos
Belén engañada, diciéndole diciendo que iba a vivir con él y que estaría bien y
agregó que Casilda fue contra su
voluntad.
El 23 de enero de 1883 el caso pasó al Juez del Crimen de
Dolores Dr. Juan Amaral.
El parte de remisión decía: Al Juez del Crimen Dr. Juan
Amaral “Remito a Ud. 8 fojas sobre rapto
de la menor Casilda Pérez, del que resultaron reos Marcos Belén y Pedro
Montemerlo, a quienes en esta fecha remito a la cárcel pública.
Firma Emiliano Valdez,
Juez de Paz de San José de Balcarce
El 22 de febrero de 1883 el Juez del Crimen Ruiz de los
Llanos, consideró que no habiendo deducido acción alguna por las que tienen
derecho de hacerlo, y no pudiendo seguirse de oficio este juicio, corresponde
el sobreseimiento de los imputados.
RAPTO EN 1887
El 12 de febrero de 1887 el comisario de San José de
Balcarce, Manuel Amaya, se dirigía al Juez de Paz del partido, Julio Dors,
informándole que "se encuentra preso en esta comisaría el individuo
Timoteo Arenas, acusado de haber cometido en fecha 17 de enero, el delito de
rapto y violación conla menor Fortunata Cisneros. Después del hecho, Arenas se
fue del partido dejando abandonada a Fortunata en la casa de Marcos
Berales".
Ante lo expuesto, el Juez de Paz hizo comparecer al acusado
ante su despacho, quien dijo llamarse Timoteo Arenas, oriental de 36 años de
edad, de profesión resero, domiciliado en el partido de Magdalena. Preguntado
si era cierto que la llevó dijo que sí y que la había dejado en la casa de
Marcos Berales, y que después se había ido a Magdalena, de donde lo habían
trasladado a Balcarce. Preguntado si la muchacha habría tenido otras relaciones
anteriores, dijo que sí y que andaba sola por todas partes.
Arenas fue remitido a la cárcel de Dolores el 4 de marzo de
1887, por haber cometido el supuesto delito de rapto por seducción, según
expresaba el sumario, en la menor Fortunata Cisneros, y el 14 del mismo
mes Arenas se dirigía al Juez del Crimen de Dolores, comunicándole que se
le había designado al defensor de pobres Dr. David Fernández para su defensa.
El 23 de marzo de 1887 el Juez de Dolores, considerando que de las
actuaciones e informaciones recibidas del Juez de Paz de Balcarce, la denuncia
de la madre de la víctima Jacinta Casco, que había presentado la denuncia el 23
de febrero y el hecho había ocurrido el 2 de febrero, irregularidades del
comisario por proceder por sí sin mediar la acusación de la madre, y
negligencias del Juez de Paz en el proceso, resolvió poner en libertad al procesado
Timoteo Arenas.
Fuente: Archivo Histórico Judicial del Departamento Judicial de Dolores
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