sábado, 3 de febrero de 2018

Contate un cuento X” Mención de Honor Categoría B: Mundo ideal o mundo real- Por Iara Roxana Videla, alumna de 3° año de la E.S.N° 3 “Carmelo Sánchez”

Esta es la historia de una chica llamada Roxana. Su nombre no le gustaba mucho,  así que se puso ella misma el apodo Roxy. Iba a una escuela secundaria de su ciudad pero no tenía muchos amigos, era discreta y callada, no participaba mucho.
     Para ella no era un mundo ideal, un día decidió averiguar qué le gustaba realmente y notó que lo que más le gustaba eran los animes y los mangas, así que  decidió averiguar todo sobre ellos y descubrió que había unas personas que se hacían llamar Otakus. A ellos les gustaban muchos este tema, incluso tenían sus propias fiestas, reglas, eventos y muchas cosas más.
     Un día, mientras estaba en su casa mirando animes, se durmió y despertó en un mundo diferente. Todo era hermoso: las personas, los paisajes, incluso las casas. Todo era tan tranquilo, era como estar dentro de un anime. 
     Empezó a caminar hacia lo que parecía una escuela y pensó que toda  la otra vida no había sido ni más ni menos que un sueño. Entones decidió inscribirse en la escuela y luego se marchó a casa, aunque en este mundo no tenía familiares,  vivía sola.
     Al día siguiente caminó a la escuela,  con su uniforme nuevo, tropezó con un apuesto muchacho e  inmediatamente le pidió perdón y salió corriendo. Al llegar al colegio fue a los tableros de clase, leyó su nombre en una de las listas y fue lo más rápido que pudo a su salón a conocer a sus nuevos compañeros. Se paró delante de la puerta y escuchó decir a la profesora que hoy empezaba una nueva estudiante. Recordó que así era en los animes y cuando le dijeron que pasara entró y se presentó ante todos, ahí fue cuando la profesora le dijo que se sentara junto a Kaito. Ella miró el lugar que la profesora señalaba y vio al chico de antes. Sorprendida decidió ir a su asiento y el chico cuando la vio le dijo: ¿habrá sido coincidencia el choque de hoy?, ella avergonzada no contestó.
Después de clases Kaito le dijo que fuera con él y la llevó a la terraza de la escuela
- Creo que hoy no tuvimos la oportunidad de presentarnos,  me llamo Kaito ¿y tú?
- Yo soy Roxy, bueno quiero decir Roxana, pero no me gusta mucho, así que puedes llamarme Roxy.
- Bien Roxy, eres nueva en la ciudad ¿no? Salgamos y te llevaré a conocer la ciudad ¿quieres?
- Pues me encantaría pero… ¿dónde nos juntamos?
- Te pasaré a buscar, solo dame tu dirección. Bueno hasta luego Roxy
Más tarde Roxy estaba arreglada, parada delante de su casa esperando a Kaito cuando unas chicas aparecieron y le dijeron:
- Te vimos, estuviste con Kaito, ¿qué relación tienes con él?
- Ninguna,  soy nueva en la ciudad y Kaito quiso enseñármela.
- No te creemos, tú solo quieres quitarnos a Kaito.
En eso cuando la estaban haciendo retroceder sintió que una mano la empujaba hacia atrás y que le tapaban la boca. Y cuando las chicas se fueron miró y vio que era Kaito quien estaba allí.
- Kaito ¿Qué haces aquí en los arbustos? ¿Quiénes eran esas chicas? Y… ¿Por qué me acosaban?
- Perdona, esas chicas son fanáticas mías, cuando las vi aparecer me escondí y cuando vi lo que hacían, decidí ayudarte.
- Dime… ¿es una cargada o  es que eres tan famoso?
-  Si, me consideran uno de los chicos más guapos de la escuela y ahora que caigo,  tú no te quedas atrás.
- ¡Eh! Pero si yo de linda no tengo nada.
- Vamos, aprovechemos y hagamos el recorrido en su parte más hermosa de  noche
     Y así partieron hacia la enorme ciudad que los esperaba. Esa noche cuando regresaron a la casa se había largado a llover, Roxy  le ofreció que se quedara hasta que pasara la tormenta y Kaito aceptó. Ella preparó un poco de té calentito y se pusieron a charlar.
- Roxy  ¿tienes novio?
- Pues no, de donde yo vengo, no tenía ni un amigo.
- ¿De verdad? Con lo simpática que eres, me extraña.
- Sí, soy un poco tímida pero me encanta la lectura y con eso pasaba el tiempo.
- Bueno mañana no hay cole más que a la mañana, ¿qué te parece si salimos?
- Salir ¿cómo en una cita?
- Si,  hay un lugar que pocas personas llegan a conocer y me encantaría mostrártelo.
- Está bien, iré y de paso conoceré un poco mejor la ciudad.  ¿Qué tal si además hacemos un picnic?
- Bien, entonces mañana en la fuente central a las dos.
Cuando dejó de llover, Kaito se despidió y se fue. Al día siguiente como había prometido, estaba con una canasta esperando en la fuente. Kaito no tardó en llegar  y se marcharon. Treparon una montaña que había en el bosque y al llegar  a la cima Roxy se resbaló cayéndose por el acantilado. Cuando despertó Kaito estaba a su lado en una parte del bosque que ninguno conocía y empezaron a andar para encontrar el camino a casa. Después de varias horas no consiguieron llegar a ningún lado, decidieron parar, comer algo mientras charlaban.
- Viste Roxy, esto terminó siendo una aventura. Pero…hay algo que quiero contarte: La verdad yo no soy de aquí, vengo de otro mundo que es totalmente diferente pero no sé cómo volver y por el momento no quiero regresar.
- Yo tampoco. Cuando llegué solo pensaba en que quería un mundo donde  pudiera tener amigos. Luego me dormí y aparecí aquí.
- Entonces los dos llegamos aquí del mismo modo pero... ¿cómo saldremos?
- La verdad es que no lo sé, pero ya encontraremos una pista. Cuando salgamos te buscaré y viviremos aventuras en aquel mundo igual que en este.
     En ese momento, apareció una mujer con apariencia de Diosa que les dijo:
-Yo soy Solaria. Creé este mundo para aquellas personas que necesitan ayuda fuera del otro mundo. Ustedes descubrieron el secreto de este lugar  y ahora son libres de entrar y salir cuando quieran.
- Muchas gracias, pero… si salimos ¿cómo volveremos a entrar? y ¿cómo me encontraré con Kaito?
- Yo los guiaré. Para entrar solo digan “al mundo de los sueños voy” y podrán llegar de nuevo y para salir solo digan “del mundo de los sueños me voy”.
- Muchas gracias Solaria  y los dos dijeron “del mundo de los sueños me voy”
     Todo se tornó brillante y lo que veían empezaba a desaparecer incluso ellos mismos. Pero antes de que todo se desvaneciera, él la miró a los ojos diciéndole nos veremos en el otro lado. En ese preciso momento Roxy despertó en una habitación del hospital. Miró a su alrededor y vio a su madre dormida en un sillón, quién al despertar, con sus ojos llenos de lágrimas  le dio un fuerte abrazo y le contó que estuvo dormida un mes, que se había asustado mucho cuando la encontró así en su habitación. Cuando le dieron el alta, volvió a la escuela pero ella no dejaba de pensar en Kaito. Un día  el profesor anunció la llegada de un nuevo estudiante y entró por esas pequeñas puertas un chico con apariencia familiar que se sentó al lado de Roxy y le dijo al oído: por fin te encontré y no en un mundo de sueños.

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