miércoles, 27 de noviembre de 2013

CONTATE UN CUENTO VI - CATEGORIA D -

NOSTALGIA Y PASIÓN

Por Alumnos de EEPA Nº 701

En aquel  verano   dentro de ese paisaje tan imponente donde las gaviotas rozan con sus alas la arena, y las olas bañan dulcemente    a    las    pequeñas    rocas,     nacería    un    amor maravilloso.
A pesar de mis idas y vueltas, de mis tristezas y alegrías, de mis logros y fracasos, me siento serena. El sol se acerca al horizonte y pinta un hermoso cuadro, siento nostalgia, me invaden los recuerdos...
Esas tardes inolvidables, donde juntos vivíamos ese amor tan impactante   que nacía en este escenario, donde el mar era el testigo fiel que selló nuestra unión.
Aquellos momentos marcaron el principio de una pasión que mi corazón desconocía hasta ese instante, pero todo cambió... y poco a poco fue dominando mis sentimientos.  fue en ese primer encuentro donde tu mirada dulce y penetrante refrescó mis  pensamientos y despertó en mí el anhelo de enamorarte, dando rienda suelta al arte de conquistar, despojándome de toda cobardía y resuelta a atraparte, a tocar el cielo con las
manos.
Solíamos provocar el encuentro de esas miradas profundas, que   hacían   que   nos   buscáramos   desesperadamente   y   con cuantiosa  complicidad  entre     medio  de  las  personas,   que parecían retratadas en un paisaje donde solo cobraba vida nuestra existencia. allí estábamos perplejos luchando para avivar     enérgicamente  nuestra  pasión,   haciendo  que  todo alrededor   fuera   insignificante   o   que   simplemente   ya   no existieran.
El amor fue creciendo silenciosamente, de la misma manera que crece un fruto en su estación, fuertemente arraigado, con frescura; esos momentos nos fueron iluminando, y minuto a minuto vivíamos en esas tardes de verano que serían inolvidables, acariciándonos, besándonos, ya no éramos dos personas, ahora nos unía un lazo inquebrantable que nos hacía una sola alma.
Tus caricias estremecían mi cuerpo, mi piel parecía un terciopelo con tus manos plasmadas allí. ¡cuánta felicidad! ahora sí podía decir que en mi vida había conocido y probado por mi misma el significado de la palabra amor. sentimiento profundo que sólo pocas veces lo experimentamos, cuando amamos con todo nuestro ser, todo lo soportamos, lo aguantamos y lo perdonamos.
Aprendí que el amor no se vanagloria, es sufrido y deja huellas muy profundas en nuestro interior y que aunque el tiempo corra velozmente, no desaparece. esos momentos hicieron que mi realidad se confundiera con la fantasía. Como el frágil cristal que se rompe con un leve roce, así de fácil se rompió nuestro amor, tuvimos que continuar cada uno en su camino, tan opuestos, tan distantes uno del otro. Hoy me pregunto: -¿Por qué no luchamos? - ¿Por qué nos quedamos inmóviles y permitimos que se escaparan nuestras ilusiones?. Me invade el penoso recuerdo de aquella despedida, significó la mañana más triste y dolorosa que podía imaginar. las lágrimas no paraban de brotar desde mis entrañas, se precipitaban a caer sobre mi rostro como copiosa lluvia de invierno. todo mi ser quedó paralizado.
A pesar de que teníamos la convicción de que nuestro amor sería inmortal, no fue así para él. yo creía que aunque fuimos separados en nuestros cuerpos, no podrían hacerlo en nuestros pensamientos y en nuestro corazón. El sabio paso del tiempo desenmascaró el triste pasado y reveló la brutal verdad, bastó verte a pocos pasos de mi para percibir que eras feliz, que tu sonrisa era pura, que tu amor solo era para ella, y aunque aquella tarde me hizo ver esa realidad tan dolorosa, no pude más que continuar añorándote, imaginando que el destino nos volvería a unir en algún punto.
¿Será optimismo? no lo sé, tal vez, lo que sí sé es que nunca se marchitaría en mi ser, jamás moriría mi amor por ti...

En esta etapa de mi vida me encuentro en el rojo atardecer, en el triste ocaso donde la luz de mi vida se va apagando lentamente, sé que pronto va a oscurecer para nunca más ver la luz del día ...pero ese amor vivido a plenitud se irá conmigo, aunque me alienta saber que vivirá en estas hojas y en la mente de cada uno que la lea..

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