1-Introito:
Kyrie Eleison
Señor,
ten piedad de nosotros
de
nuestra incertidumbre de carne
y
nuestra sed de viento.
Ten
piedad de nosotros, que de barro estamos hechos;
de
nuestra sed de eternidad nunca satisfecha
que
nos lleva cada vez más lejos tuyo
y de
tu Espíritu nos lleva cada vez mas lejos.
Ten
piedad porque somos navegantes sin bandera,
viajeros
estáticos sin puerto,
cuyas
naves no van mas allá de nuestros ojos.
De
nuestros ojos, en su ceguera muertos.
Ten
piedad, aquella, la que ama
haciéndonos
levantar del polvo abyecto
llevándonos
al trono de bondadosas manos.
¡Ten
piedad, Señor, aún sin merecerlo!
2-Credum
in unum
Creo
en un solo Dios, Todopoderoso,
Creador
del cielo y de la tierra.
Creador
de lo visible y lo invisible,
que
está por encima de todo entendimiento.
Firmemente
creo
en
un Dios personal, que a su semejanza
me
hizo y vio mi nacimiento.
Un
Dios al que ni mis pecados
le
fueron encubiertos.
Un
Dios que está mas allá de todo dogma
que
para hacerse carne, y hacerse sangre
se
hizo nuestro.
Creo
en un Señor, Dios Todopoderoso
capaz
de redimir lo creado por su aliento.
Infinito,
que en el corazón hace su morada
- en
el ennegrecido y enfermo corazón de nuestro cuerpo -
haciendo
de él, el mejor de los santuarios
para
juntos cenar los principios de su reino.
Creo
en un Señor, Dios Todopoderoso,
Creador
de la tierra y de los cielos
que
es mi Dios, es mi Padre y es mi Amigo,
Pastor
y Compañero.
3-Agnus
Dei
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten
piedad de nosotros.
Cordero
de Dios que has compartido tu pan y tu vino
símbolo
de tu sacrificio y tu gloria,
ten
piedad de nosotros.
Piedad
por haber dejado caer el pan de nuestras manos.
Piedad
por haber derramado el vino alegremente
en
nuestra frenética danza ante un mundo
que
de continuo nos lleva hacia la muerte.
Danos,
Señor, paz a nuestros corazones
por
tu Santo sacrificio, en amor perfecto.
Alívianos
el cansancio de la vida,
esta
carga de dolor que a la muerte lleva.
Y apiádate
y dulcifica nuestros pasos
para
que en tu monte y en tu mesa para siempre estemos.
4-Sequentz,
Dies triunfatis
Con
la espada en mano, el blanco jinete
avanzando
va, triunfador eterno.
Vencedor
final de la gran batalla
contra
el mismo infierno.
Radiante
se eleva tras la gran muralla,
la
de doce puertas y cimientos nuevos.
El
que es todo fuego y sus ojos llama,
el
que fue‚ inmolado, el que abrió los sellos.
El
viviente eterno de celestial figura,
Todopoderoso,
el que llama quedo.
Vencedor
no sólo del conflicto grande
sino
de aquellos breves que en el corazón se han hecho.
Vencedor
también del espacio, de los siglos
y
la interior dureza que siempre le hemos puesto
Su
mayor victoria trasciende lo creado
y
en el mar de vidrio, de viviente fuego,
su
mayor victoria, ¡Dios triunfante, invicto!
¡Presentar
sin mancha al hombre
ante
el universo!
5-Sanctus
Santo,
Santo, Santo
es
el Señor, Dios del universo.
Llenos
están los cielos y la tierra
de
la obra de sus manos.
Amante
Dios que mora en las alturas.
Excelsa
Majestad que se encarnó en lo humano.
Santísimo
Señor que curó las llagas.
Elevado
Dios, que en el cenáculo
lavó,
humilde, los pies de sus discípulos
y cerró
en su carne el abismo amplio.
Santo
Señor que todo puede,
Dios
invicto que su sangre en pago
ofrendó
en el altar del cielo
para
redimirnos del mortal pecado.
Santo
eres Tú. Tu Santidad trasciende
lo
creado.
Todo
el pasado, el presente y el futuro
que
con tu majestad de amor has aferrado
a
nuestras grises almas de pobres peregrinos
para
darnos el manto del telar sagrado
y
hacernos compartir tu Santidad eterna,
aquella,
la perfecta, que al cielo has elevado.
6-Gloria
in excelsis Deo.
"A El sea la gloria, por los siglos de los
siglos"
¡Gloria!
¡Anunciadla
vosotros, querubines cubridores,
los
que contempláis su rostro con amante reverencia!
¡Que
suenen dulces pífanos y recios atabales
que
a la batalla llaman bajo su presencia!
¡Que
resuene en el pecho de su pueblo remanente
bajo
un cielo infinito que el estandarte cobra!
¡Proclamad
vosotros la belleza de su gloria
que
mas allá se eleva del tiempo y de la historia!
¡Anunciadla
vosotros, la creación entera toda
bajo
un cielo sin pecado, servidle y proclamadla
hasta
que a una se congregue lo que vino a la existencia
y
sus rodillas doblen ante quien fue a rescatarla!
¡Anunciemos
todos los que aún en esta tierra
padecemos
del pecado la esclavitud más amplia,
el
magnífico son de las cadenas
deshaciéndose
a la luz de la crucifixión sagrada!
¡Gloria
de la Cruz, Majestad de su carácter,
Misericordia
y bondad, el trono de tu gracia!
¡Anunciemos
todos, creación ya redimida
la
gloria sempiterna de Dios, la inmaculada!
Año 1996
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