sábado, 4 de octubre de 2014

PENSAMIENTOS DE SARMIENTO (Selección)

       Las altas cuestiones filosóficas, religiosas, políticas y sociales pertenecen al dominio de la razón formada; a los niños sólo debe enseñárseles aquello que eleva el corazón, contiene las pasiones, y los prepara a entrar en la sociedad.
("Recuerdos de  Provincia",   Edic. Bibl. de la Nación, pág. 314).


Los ferrocarriles han hecho más por el adelanto de los pueblos que las más profundas revoluciones políticas. Multiplicar los ferrocarriles es pues reconquistar para la civilización, para la industria, para la libertad, el terreno que nos había arrebatado la barbarie y la holgazanería.
("Discursos Populares", Cáp. 41).


El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen; y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar estas fuerzas de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean.
("Educación Popular", Cap. Instrucción pública, E. 1915, Biblioteca Argentina).


La Escuela es en lo moral lo que la palanca de Arquímedes en lo físico: el más vulgar y conocido mecanismo humano, la más colosal de las fuerzas aplicadas a la materia o a la inteligencia.
(Fragmento del" discurso pronunciado por Sarmiento: "Edificios de Escuelas", mayo 21 de 1859, "Discursos Populares", Tor).


La educación no es una caridad, sino una obligación para el Estado, un derecho y un deber a la vez para los ciudadanos.
("Educación Popular' Edic. 1915, Pág. 56).


La Libertad es un capital. Legar la libertad a sus hijos es la mejor y más productiva herencia que una generación puede legar a otra.
("Comentarios de la constitución de la Confederación Argentina", Ed. Sgo. de Chile,  1853, Pág. 59),


El fanatismo es la ignorancia armada y asustadiza, pretendiendo detener el progreso, que es el soplo divino, el espíritu de Dios “que marcha sobre las aguas”.
("Discursos Populares", Cáp. II).


Una nación está destinada a prevalecer cuando obedece en su propio seno a las inmutables leyes del desenvolvimiento humano.
("Discursos   Populares".   Inauguración   da   la estatua de Belgrano, septiembre 24 da 1873).


Luchemos por el día presente, que el porvenir nos pertenece, y lo dejamos hoy asegurado.
("Discursos  Populares",   Edificios  de  Escuelas, Pág.  111, Edic. Del Cincuentenario, Tor).


Las ideas liberales son el patrimonio de la inteligencia humana y no la propiedad de un individuo y de sus adherentes. Son una herencia que nos han dejado los esfuerzos de muchos grandes pueblos, en una larga serie de siglos y de luchas para hacer que las instituciones de cada nación reconozcan los derechos naturales del hombre, aun el de gobernar la sociedad en las repúblicas donde no se reconoce a uno, el derecho hereditario a mandar, lo que constituye la monarquía, el imperio o el mando del General.
("Discursos  Parlamentarios".  Ed.  Grandes  Escritores   Argentinos.  Tomo  XLVHI,   Pág.   56).


Llenamos uno de los más nobles deberes de la vida social rindiendo homenaje a la memoria de los altos hechos que inmortalizan el nombre de nuestros antepasados.
(Discurso de la Bandera, al inaugurar la estatua de Belgrano, 24 de septiembre de 1873, "Discursos Populares").


La inteligencia vence a la materia, el arte al número.
("Facundo", Cáp. VI).


Las masas están menos dispuestas al respeto de las vidas y de las propiedades a medida que su razón y sus sentimientos están menos cultivados.
("Educación  Popular".  Edic.   1915,   Pág.  23).


Hay una nobleza democrática que a nadie puede hacer sombra imperecedera: la del patriotismo y el talento.
("Recuerdos  de  Provincia".  Edic.  Bibl.  de  la Nación, Pág.  10).


Las publicaciones periódicas son en nuestra época como la respiración diaria; ni libertad, ni progreso, ni cultura .se concibe sin este vehículo que liga a las sociedades unas con otras y nos hace sentirnos a cada hora miembros de la especie humana por la influencia y repercusión de unos pueblos sobre otros.
("Recuerdos de  Provincia",  Edic.  Bibl. de la Nación, Pág. 298)


La base de la libertad,  es la libertad de conciencia.
("Discursos Parlamentarios". Ed.  Grandes  Escritores  Argentinos. Tomo XIV, Pág. 25). 


De la educación de las mujeres depende la suerte de los Estados; la civilización se detiene a las puertas del hogar doméstico cuando ellas no están preparadas para recibirla.
("Educación Popular". Edic.  1915, Pág.  121).


Donde no hay libertad de obrar y de pensar, el espíritu público se extingue y el egoísmo que se reconcentra en nosotros mismos, ahoga todo sentimiento de interés por lo demás.
(De "Facundo")

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