para cruzar la calle
o ir hasta la tienda,
siempre tu voz
para guiar mis pasos
que se pierden
en este mapa
lleno de calles falsas...
y mira que es fácil orientarse
cuando se trata
de atravesar espacios
pero la vida
está mal cartografiada
y ahí estás tú,
que lloras, me regañas,
me pintas la sonrisa
de cuando éramos niñas
y me querías más
que al pan con chocolate,
nos reímos juntas con cada
- va a ser eso
- va a ser
y seguimos convirtiendo
sillas en caballos,
dibujando teatros
y salones de baile,
internados, jardines, piratas, indios, barcos...
ahora te llamo
que hoy no hemos hablado
y tengo que contarte
algo importante.
De su libro: Camino Viejo de Vicálvaro
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