Ganadora de la Categoria B: “El diario de ayer” Por Lucia Galantini alumna de 2º año del Instituto Parroquial San Andrés de Miramar
- ¿Qué se le ofrece? - preguntó el hombre con una voz ronca
- En la tercer página de su diario aparece una noticia la cual por razones obvias, es incorrecta.
- En la tercer página aparece una publicidad y el anuncio de la muerte de María López...
- Exactamente, yo soy María López, mire la foto y míreme, claramente no estoy muerta, aparte hoy es 5 de junio y aquí dice que murió el, lo cual no tiene sentido - respondió ella frustrada
El sujeto miró la foto y luego volvió a verla a ella y le contestó
- Señora, usted no es María López ¿Cuál es su DNI?
- ¿Para qué?
- Para buscarla
María le dijo su DNI y el señor tecleó en su computadora y encontró su informe.
- Usted es Daiana Martínez, nació el 18 de febrero de 1974 en Miramar
Ella se quedó confundida
- Los datos están bien pero no el nombre.
- Señora, estoy ocupado y con mucho trabajo, ya aclaré sus dudas y le pido que por favor no moleste.
- ¡Pero qué no entiende! ¡Yo no soy Daiana!
- Señora ¿Usted quiere que llame a la policía? Yo sé que no, entonces por favor retírese
Ella empezó a alterarse más y más y comenzó a gritar y el señor marcó un número en el teléfono, se lo puso en la oreja y susurró algo que María no escuchó. Se dio cuenta del escándalo y creyó que el individuo había llamado a la policía, lo que hizo que se olvidara de su orgullo y saliera de ahí. Escuchó el sonido de una patrulla y sintió pánico al instante. Empezó a correr, tenía miedo de que piensen que ella estaba loca y la metieran en un manicomio. Se tomó un colectivo y se escapó a Miramar, llegó a la noche, hacía mucho frío, tenía esperanzas de que nadie la hubiera seguido y de que allí alguien la reconociera como María López y no con la supuesta identidad que le había dicho el hombre del diario. No tenía a donde ir, su familia había muerto y los pocos que quedaban estaban en otro país, empezó a caminar sin tener idea de a dónde iba, pero de pronto escuchó unas sirenas de ambulancia, nuevamente empezó a correr mientras gritaba "No me van a atrapar ."No, otra vez no". "No volveré a ir a ese loquero" María llegó hasta un muelle peligroso que estaba cerrado por precaución, vio una camioneta blanca acercarse y un señor desde adentro del coche que le decía: "Señora venga, nosotros la vamos a llevar a un lugar seguro"
El mar estaba revuelto y chocaba contra el débil muelle, se escuchaba el crujido de la madera al romperse, pero aún así María no se movía. Eran las 00:10 y María insistía en quedarse, así que, los de la camioneta decidieron bajar, mala elección. Eran muchos, fueron al muelle, con esa tormenta y el mar picado se terminó de derrumbar. Algunos pudieron salvarse, pero María cayó entre las piedras y murió.
Ese mismo día, 6 de junio, se publicó en el diario la muerte de la chica. Por primera vez .
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