...entre un rey y un gobernador
El gobernador de Auvernia contestó de la siguiente manera a Carlos IX, cuando le mandó la orden que se refería a la matanza de San Bartolomé: "Me han traído una orden con el sello de Vuestra Majestad mandando dar muerte a todos los protestantes. El respeto que profeso a Vuestra Majestad me hace creerla falsa; pero si fuese verdadera, el respeto me mandaría no obedecer".
... en Francia
Ana de Montmorency, mientras rezaba el rosario, escuchaba a alguien que le contaba las atrocidades que cometían sus soldados, y entonces, entre dos Aves, se interrumpía para decir:
-Que se lo cuelgue. Que se lo ahorque.
....en España
Pocos años antes de su abdicación, Carlos V se vio aquejado de fuertes dolores de gota, y como cierta vez el conde de Burens lo viera cojear, le dijo:
- El imperio cojea.
- No son los pies los que gobiernan -le respondió el emperador-, sino la cabeza.
... en la China Imperial
Nanking, preocupadísimo por la conducta de sus soldados y generales que rao escatimaban asesinatos y que se regodeaban con las grandes matanzas, fingióse enfermo y se metió en cama. Mandó luego un emisario a los altos generales de su ejército, con un parte donde les decía: "Me hallo mal, muy mal, pero el remedio más seguro para curarme depende de vosotros. Juradme que no derramaréis la sangre de los ciudadanos". Los soldados prometieron y cumplieron la promesa; entonces el emperador curó de sus males.
El mismo emperador acostumbraba a decir: "No hay don más precioso que la vida de un hombre. La salud de un pueblo es la del imperio; por eso, para mejorar un imperio, nada hay tan provechoso como animar al pueblo, y para mejorarse a si mismo nada hay tan útil como reprimir las pasiones".
...con Napoleón
Le escribía Napoleón al duque de Berg, que se encontraba en España con sus tropas:
"Comportaos de tal modo que los españoles no puedan adivinar el partido que yo he de tomar; esto os será fácil porque yo mismo todavía no lo sé"
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