ESTUDIA
Es puerta de la luz, un libro abierto:
Entra por ella, niño, y de seguro
que para ti serán en lo futuro
Dios más visible, su poder más cierto.
El ignorante vive en el desierto:
donde es el agua poca, el aire impuro.
Un grano le detiene el pie seguro;
camina tropezando; ¡vive muerto!
En ese de tu edad abril florido
recibe el corazón las impresiones
como la cera el toque de las manos:
Estudia, y no serás cuando crecido
ni el juguete vulgar de las pasiones,
ni el esclavo servil de los tiranos.
TRABAJA
Trabaja, joven, sin cesar trabaja:
la frente honrada que en sudor se moja,
jamás ante una frente se sonroja
ni se rinde servil a quien la ultraja:
Tarde la nieve de los años baja
sobre quien lejos la indolencia arroja,
su cuerpo, al roble, por la fuerte enoja
su alma del mundo al lodazal no baja.
El pan que da el trabajo es más sabroso
que la escondida miel que con empeño
liba la abeja en el rosal frondoso.
Si comes ese pan, serás tu dueño,
más si del ocio ruedas al abismo,
todo serlo podrás, ¡menos tu mismo!
DESCANSA
Ya es blanca tu cabeza, pobre anciano:
tu cuerpo, cual espiga al torbellino.
Se dobla y rinde fácil: ya tu mano
el amigo bordón del peregrino.
Manejas sin compás, y el aire sano
es a tu enfermo corazón mezquino...
Deja la alforja, ve, descansa ufano...
En la sombreada orilla del camino.
Descansa, si; más como el sol se acuesta,
viajero como tu, sobre el ocaso,
y el astro que le sigue un rayo presta.
Abre así con amor tus labios viejos,
y alumbra al joven que te sigue el paso
con la bendita luz de tus consejos.
Muy bien ilustradas las tres etapas de la vida que se desviaron de este camino cuando el ser humano fue seducido por el mal llamado modernismsmo y se dedico a vivir en una fantasia
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