sábado, 20 de septiembre de 2014

Un banquete - Por Ezequiel Feito

Pon carne en el caldero,
para alimentar al hombre.

No seas mezquino.
y sirve tu generoso vino
en copas blancas.

Extiende tus manteles
y pon sobre ellos pan sin mancha.

Ahora abre sus ataúdes y aliméntalos
para que vuelvan a la vida sin tardanza.

Dáles de comer a los huesos secos
hasta que la tierra diga “¡Basta!”

Cierra sus tapas, ¡que nadie pase frío!
Recoge tus cosas y ponte en marcha.

¡Cuánto bien que has hecho! ¡Qué justicia
es saciar a los muertos sin pedir nada!

No hay comentarios:

Publicar un comentario