Yo señora, nací en el mes
donde se extinguen
las buenas intenciones y
se deshacen las cadenas
del pensamiento impuesto.
Vivo en la acción de las
embestidas, sin reconocer
silbidos, ni muros que me cerquen.
Incendio las descripciones
que me atan a ti
para que no te sientas segura.
Agotaré todas tus fuerzas
hasta que te acerques,
con la humildad de un caballo vencido.
Puede que te sorprendas
verme
leyendo.
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