sábado, 19 de noviembre de 2016

Pampa Gaucha (FRAGMENTO) por PEDRO INCHAUSPE.

Cuando la noche lo toma
sin un refugio seguro,
no ha de ser gaucho cabal
el que se sienta en apuro.

Basta con desensillar
y hacer cama del apero,
que es lindo dormir a campo
velado por el lucero.

Para evitar extravíos
conviene sobremanera
en la dirección del rumbo
orientar la cabecera.

Mas en el pozo de sombra
de la noche y el sopor
debe escucharse el silencio
con un sentido avizor.

Que un palito que se quiebra
o un livianísimo roce
puede anticiparle un riesgo
al que esos trances conoce.

Y al despuntar la mañana
pegarle fuerte al amargo,
que así se retempla el cuerpo
de la humedad y el letargo.

Luego, otra vez en camino,
los ojos en lontananza,
poner en la Providencia
la suma de su esperanza.

Pues sabe el más descreído
que cuando Dios dice ¡ amén!
por brava que sea la empresa
 ha de sacarlo con bien.

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