domingo, 30 de abril de 2017

Nunca es tarde Por Consuelo Jimenez-España

Hoy la mar es nido de gaviotas,
el cielo huérfano de alas
derrama su azul inmenso en versos.
Soledad llena de horizonte.
Calmada orilla sin deriva
barrida por el furor de un viento raso.
Arena fina ardiendo en clave de sol,
irremediable alfombra dorada.
Caminar de sal amante
vertida en la blanca espuma
de nuestro encuentro, sonríes.
Sin ser sueño, me sonríes.

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