Pensemos que al describir un viaje que hemos realizado, o un cuadro que hemos visto, o una poesía que hemos leído ejerce influencia en nosotros virtualmente el efecto. Un efecto producido por una causa. Nosotros lo idealizamos o no. Allí cabe aquello expuesto antes por Imbert. Pueden seguir nuestros ojos de estatua, ciegos, si no proyectamos mejorar. Ver con los ojos del alma, todo un hecho; detrás de esa densidad en la que nos hunde un mundo convulsionado y sus circunstancias, intentando no olvidar desde la infancia aquello que fue depositado y que marcará nuestro futuro, sin nosotros elegir.
¡Bienvenidos! Este blog de literatura está abierto a todo tipo de lectores. Quienes lo hacemos no tenemos otra motivación que el de compartir la lectura de las obras de escritores de todos los tiempos, así como también las de aquellos que se inician y también merecen difusión.
sábado, 25 de enero de 2020
Detrás de la realidad (selección) De Olga Tasca de Pardo
Toda cosa y palabra tiene una explicación lógica que va más allá de su representación objetiva y que indefectiblemente nos lleva a penetrar en otros campos. Campos que suelen ser de suma importancia en la aplicación práctica y en la utilidad del pensamiento creativo.
Pensemos que al describir un viaje que hemos realizado, o un cuadro que hemos visto, o una poesía que hemos leído ejerce influencia en nosotros virtualmente el efecto. Un efecto producido por una causa. Nosotros lo idealizamos o no. Allí cabe aquello expuesto antes por Imbert. Pueden seguir nuestros ojos de estatua, ciegos, si no proyectamos mejorar. Ver con los ojos del alma, todo un hecho; detrás de esa densidad en la que nos hunde un mundo convulsionado y sus circunstancias, intentando no olvidar desde la infancia aquello que fue depositado y que marcará nuestro futuro, sin nosotros elegir.
Pensemos que al describir un viaje que hemos realizado, o un cuadro que hemos visto, o una poesía que hemos leído ejerce influencia en nosotros virtualmente el efecto. Un efecto producido por una causa. Nosotros lo idealizamos o no. Allí cabe aquello expuesto antes por Imbert. Pueden seguir nuestros ojos de estatua, ciegos, si no proyectamos mejorar. Ver con los ojos del alma, todo un hecho; detrás de esa densidad en la que nos hunde un mundo convulsionado y sus circunstancias, intentando no olvidar desde la infancia aquello que fue depositado y que marcará nuestro futuro, sin nosotros elegir.
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