sábado, 14 de mayo de 2016

A UN JUEZ MERCADER Por Francisco de Quevedo Villegas

Las leyes con que juzgas ¡ oh Batino!
menos bien las estudias que las vendes;
Lo que te compran solamente entiendes;
Mas que Jasón te agrada el vellocino.
El humano derecho y el divino,
Cuando los interpretas, los ofendes,
Y al compás que la encoges ó la extiendes,
Tu mano para el fallo se previno.
No sabes escuchar ruegos baratos,
Y sólo quien te da te quita dudas ;
No te gobiernan textos,  sino tratos.
Pues que de intento y de interés no mudas,
O lávate las manos con Pilatos,
O con la bolsa ahórcate con Judas.

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