Lo mismo que en tu balcón
me quitaste tú las penas,
yo te di mi corazón
y la sangre de mis venas,
y de testigo, la luna
en las sombras de la noche,
con las rosas y los lirios
con los lirios y las rosas,
me enamoré en tu balcón
y quiero volver a ver
en ese cuerpo moreno
la pasión que me entregaste,
tus uñas en mis espaldas
mientras cerraba los ojos.
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