El aire que respiras,
la luz que se hace voz en tu garganta,
la música que miras
y por mirarla canta,
y el cielo que a tu encuentro se adelanta;
El trazo de tu mano
que suspende el crepúsculo de seda
con dedos de manzano,
el viento que se queda
preso en el sueño de la polvareda;
La tarde prometida,
la ausencia fiel y el ala vencedora,
todo lo tengo, vida.
Todo o tengo; y llora
mi amor junto a la puerta de la aurora.
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