lunes, 17 de junio de 2013

Greguerías - Por Ramón Gómez de la Serna

- En las grandes solemnidades llenas de personajes parece que hay algunos repetidos.
- El ventilador afeita el calor.
- Tan grandes eran sus ojeras que parecían llevar antifaz.
- Entre los carriles de la vía del tren crecen las flores suicidas.
- El espantapájaros semeja un espía fusilado.
- Lo más terrible de nuestro libro de direcciones es que sacarán de él las señas de
  nuestros amigos para enviarles nuestra propia esquela de defunción.
- El verdugo es igual al antropófago: los dos matan para comer.
- El que no entrega el billete a la salida de la estación salva sus recuerdos de viaje.
- La gasolina es el incienso de la civilización.
- En la noche helada cicatrizan todos los charcos.
- Perder un pañuelo es comprometerse en llantos ajenos.
- La larga cola de la novia es la vereda que conduce hasta ella al novio desorientado.
¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas.

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