Sobre escarpado monte brota ornada
De pardo musgo, hielo y blanda nieve
La rosa de los Alpes ignorada,
De la ancha soledad imagen breve.
El dulce aliento de la blanda brisa
Jamás besó a su regalada boca;
Risueña está cual celestial sonrisa
En el austero rostro de la roca.
Sobre peñascos, entre hielo eterno,
Do la avalancha colma de desdicha
Al morador del valle, en sueño tierno
Germina muda como oculta dicha.
Feliz mil veces quien oculta guarda
Recóndita en su pecho y escondida
Entre nieves y hielo, flor gallarda,
Con que aliviar los duelos de la vida.
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