Rodrigo y Mariana eran niños de diez y doce años. Se acababan de mudar con sus padres a Monte Hood, Oregón. Aburridos los niños
deciden preguntarle a su mamá si había
algo que ellos pudieran hacer. La madre sorprendida le dice que pueden ir a
buscar agua, ya que la instalación en la casa aún no funcionaba. Y allí fueron
aunque no sabían de donde sacar agua.
Cerca de
allí, vivía un leñador, hacía muchos años. ellos tocaron su puerta y salió el
leñador, con ropa muy sucia y rota y les dijo:
-¿Qué hacen
aquí?
Los niños asustados le preguntaron si en algún lado del
bosque había un pozo de donde sacar agua.
-Sí, les
dijo el leñador, pero el único pozo que hay aquí cerca, es el pozo de piedra,
aunque les recomiendo que o se acerquen.
El hombre les contó que en ese pozo había pasado algo
inexplicable. “ lo único que sé , es que allí vive algo malo que no se conoce,
por eso vuelvo a decirles , no se acerquen a él, y si van , tengan cuidado”.
Los niños pensaron que el leñador exageraba o estaba loco y
decidieron ir allí. Cuando llegaron vieron las ruinas de piedra que rodeaban al
pozo, húmedas, drías y llenas de moho. Se acercaron lentamente, y la niña
preguntó a su hermano:
-¿Y si lo
que nos contó el leñador es cierto Rodrigo?
-¡Bah! No
digas bobadas Mariana, no le vas a creer a ese viejo loco. Tengo una idea para
saber si es verdad que allí hay algo.
Y diciendo
esto, escribió una notita que decía –“¡Hola!, ante la mirada atónita de su
hermana que no entendía nada.
-¿Qué haces
Rodrigo?
-Ves , dice
el hermano- tiramos este papelito
dentro del balde para sacar el agua y si allí hay “algo” o “alguien” seguro que
nos va a contestar cuando lo levantemos.
-¡Qué
pavada! Dijo Mariana eso nunca va a ocurrir.
Al día siguiente
, los hermanos regresaron al pozo de piedra y levantaron el balde. Grande fue
si sorpresa cuando al desdoblar el papel que habían dejado allí, con una
letra horrorosa como si hubiera sido
escrita con sangre , decía “Hola”
Seguido con
la misma letra . también decía “tengo hambre, tráiganme de comer"”…
Los niños
se miraron sin creer lo que estaba pasando .son saber mucho que hacer, Mariana
pensó en contarle a su mamá lo ocurrido, pero enseguida su hermano la detuvo
.¡No
Mariana! Es nuestra oportunidad para saber quién vive allí. Vamos a buscarle
comida.
Durante
algunos días fueron llevando al pozo frutas y pan que podían sacar de su casa,
la metían en el balde y la bajaban. Una tarde ,cuando levantaron el balde para
volver a traer comida, les sorprendió encontrar allí la que habían bajado
antes, algo putrefacta.
-No le
gusta esta comida Mariana- dijo Rodrigo- ¿Qué comerá?
Decidieron
, entonces, contarle al leñador lo que había ocurrido y fueron a su casa. El
hombre los escuchó y les dijo que se fueran y que no volvieran más-
Cuando los
niños se alejaron, el leñador tomó un hacha y fue a lugar donde se encontraba
el pozo de piedra.
Al llegar,
quiso asomarse para ver si era verdad lo que los niños le habían contado, pero
tropezó con una piedra suelta y cayó dentro del pozo. A continuación se escuchó
un alarido estremecedor y luego…silencio.
Al día
siguiente, los hermanos, intrigados por saber qué pasaba en ese pozo, volvieron
para tirar más comida.
Grande fue
su confusión cuando, al levantar la soga
con el balde, había una nota y un hacha ensangrentada. Sus ojos se llenaron de
terror mientras leían “Gracias por la
comida”.
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