martes, 11 de noviembre de 2014

Concurso Literario “Llegó la hora de escribir un cuento” “NARICES Y BOCAS ROJAS” - Por Belén Galante

      Faltaba solo una semana para el gran desfile de cierre de colección, de moda. Las modelos se preparaban muy bien, tacos altos, vestían ropa abrigada, carteras muy lindas y lucían hermosos moños en la cabeza. Pero algo surgía en cada desfile, la desaparición de los labiales color rojo. Las modelos estaban preocupadas porque en esa colección solo se usaban esos mismos labiales. Entonces los maquilladores compraban mas labiales, volvían y ya no estaban. Instalaron cámaras, los escondían, hasta las modelos se los guardaban, pero no había caso, desaparecían igual. Hasta que decidieron llamar al detective López, que era un hombre muy serio, pero la seriedad desaparecía cuando debía acompañar a su pequeño hijo de cuatro años al circo. Bueno, después de 2 días, el maquillador Martín, llamó al detective López
   -¡López, necesito que investigue porque desaparecen los                                                  labiales rojos!
   - ¡Martín, va a ser imposible, me encuentro con mi hijo en un circo, cuando termine la función voy para allá!
  La función deslumbraba con el show del payaso “boca roja”, los niños se divertían mucho.
  Tiempo después, el detective llegó a la carpa donde se realizaría el desfile, con su ayudante Mauro Miguel Martínez, y notaron que los jurados estaban muy enojados y ponían notas demasiado bajas. Pero el cierre final era el viernes, y eso fue exactamente la prueba de modelos nuevas, el miércoles. Justo el jueves por la tarde, el detective López y su hijo asistieron nuevamente al mismo circo, y le pidió a Martínez:
- Usted vaya y vigile las entradas de la carpa.
- Sí, señor.
    Martínez vio que todas las casillas rodantes estaban abiertas menos la del Payaso y el maquillador, y se lo informó a López.
  Dicho y hecho, a los niños les quedaba una sonrisa de oreja a oreja con el espectáculo del payaso “boca roja”, que por cierto tenía mucho maquillaje. Pero López notaba que el payaso y su maquillador Roco hablaban mucho y se notaban muy raros. Así que apenas terminó la función, López se comunicó con el maquillador Martín:
.- ¡ Encontré una pista, el payaso “boca roja”, de la función se lo notó muy raro, ¿puede ser una señal? Recordá “boca roja”.
   Pero justo ese mismo jueves, al término de la función, los maquilladores del desfile decidieron no comprar más labiales. El viernes por la tarde, antes de la gran noche, López se dirigió nuevamente al circo, a observar la situación. Cuando llegó el momento del payaso “boca roja”, los dueños del circo informaron que se suspende la función del payaso, en ese momento forzaron las puertas de las casillas y encontraron los labiales, y los sacaron de allí.
  Martín se comunicó con López:
- López, los labiales rojos aparecieron! Estaban en la casilla rodante del payaso que me contaste.
- ¡Martín, se suspendió la función del payaso “boca roja”, pregunté por qué y dijeron que era porque no tenían maquillaje!
- Increíble López, ¿y quién era el ladrón?
- No, ladrón no, eran dos; el payaso y  su maquillador. Las cámaras de seguridad del edificio que está enfrente los detectaron.
- ¡Viva! Se podrá hacer el desfile.
  Y así fue, a las 18:37 horas, el payaso “boca roja” y su maquillador fueron detenidos. Y a las 22:00 horas, el desfile deslumbró, y con muchas bocas rojas, pero no de payasos, sino ¡modelos!



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