martes, 19 de noviembre de 2013

“CONTATE UN CUENTO VI” - CATEGORÍA A JÓVENES DE 12 Y 13 AÑOS Mención de Honor

El Furia Negra
Por  Juan Martín Trejo - Alumno de 1º año de la E.S. Nº 3 de San Manuel

El Furia Negra era un caballo de carreras de pura sangre. El dueño del caballo, un hombre de 59 años,  se llamaba Ricardo Bonaventura  y vivía en Tandil.
Este señor de buen status económico era dueño de cinco mil hectáreas de ganado, novecientos caballos y el Furia Negra era uno de sus  ejemplares sobresaliente. En cualquier conversación hacia alarde de él. 
La mejor yegua del stud, la madre de Furia Negra, tuvo al caballo pero no lo pudo disfrutar ya que falleció en ese preciso momento.
El caballo fue uno de los tantos en la historia que ganó cientos  de copas en los hipódromos de todo el mundo. Siempre tuvo la posibilidad de ser vendido a los Estados Unidos con el objetivo de  representar a los norteamericanos en los hipódromos mundiales más importantes. Llevaba como apodo “El más veloz”. Pero su dueño se negó, no lo vendió
En el último gran premio había empezado último. Comenzó a pasar a los primeros y se colocó en primer lugar. Coronarse campeón en cada carrera se había hecho cotidiano.  El dueño se sentía feliz. Estaba haciéndose millonario gracias al caballo,  pero después de algunos años, decidió que el tiempo de retirarlo de las carreras había llegado. Quería soltarlo al campo y que gozara de la libertad absoluta. Y así fue. De a poco Furia Negra se encontró mezclado con la naturaleza, crines al viento con aire de libertad. Se hizo un caballo de paseo y desde entonces fue inseparable con  el dueño y su hija.
Abandonar los intereses económicos  en busca de valores y afectos es la decisión más importante que podemos tomar en la vida.

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